El contrabando de petróleo de Venezuela alcanzó niveles que tienen en alerta máxima a las autoridades de Colombia y de Estados Unidos. En 13 operaciones ilegales rastreadas por la Policía colombiana en los últimos cuatro años, se logró descubrir una red de contrabando del más alto nivel que habría logrado abrir una ruta ilegal para exportar crudo venezolano usando la infraestructura de Ecopetrol en Colombia.
El general Jesús Alejandro Barrera, director de la Policía de Carabineros y Seguridad Rural, aseguró: “Mensualmente, si hacemos un cálculo, estaríamos hablando de un millón de barriles que serían exportados, con todos los trámites legales, con toda la parte técnica. Era un tema tan técnico que engañaban a las mismas autoridades, con una ganancia aproximadamente de 10 millones de dólares mensuales. Nosotros creemos que puede ser más».
Interceptaciones telefónicas e inspecciones a buques y camiones fueron claves para comenzar a armar un rompecabezas que tiene respondiendo a varios pesos pesados en la comercialización de hidrocarburos, entre ellos, la multinacional Gunvor, uno de los cinco gigantes del comercio de crudo en el mundo, reseñaron Johanna Álvarez Quintero y Ricardo Calderón en Noticias Caracol.
La ruta de esta lucrativa modalidad de comercio de hidrocarburos comenzaba en el Caribe. Colombia, con el apoyo de la agencia federal ICE, logró rastrear la operación ilegal de tres buques cargados de petróleo que, en apariencia, tenían toda la documentación en regla. Sin embargo, las autoridades descubrieron que la información había sido falsificada para poder evadir las restricciones comerciales impuestas internacionalmente al régimen venezolano haciendo pasar el crudo de ese país como colombiano.
“Efectivamente se estaba generando el contrabando de petróleo, que era traído de países de la región, llegaba ese petróleo a islas del Caribe, allí tenían una empresa fachada que decían que se dedicaba a la exportación de residuos de petróleo. Cuando nosotros vemos, las islas del Caribe no producen petróleo, nos pareció sospechoso. Si las islas del Caribe no producen petróleo menos van a tener desechos de petróleo. Venía en barcazas muy grandes”, aseguró Barrera.
En uno de los primeros casos detectados en febrero de 2019, los traficantes intentaron ingresar al país una embarcación con 50.000 barriles del combustible. La guía decía que su origen era Panamá, pero interceptaciones telefónicas hechas por las autoridades colombianas y estadounidenses revelaron la verdadera procedencia.
Fecha de interceptación: Febrero 8 de 2019.
Capitán Rafael Botello: Pero te hago una consulta: ¿El certificado de origen lo necesitas de Panamá? Porque es que ellos no tienen el certificado de origen de Panamá, ellos lo tienen es de Venezuela.
Sergio Fortich: No, no, pero eso lo consigue, una empresa… yo creo que lo puedo conseguir, quien nos dé una factura, una tanquería.
Capitán Rafael Botello: Ok, ya te entiendo. Una empresa panameña…
Sergio Fortich: Es que mire eso hay que cambiarlo porque la empresa que va a comprar nos paga desde Estados Unidos y si es producto venezolano, olvídese.
Quienes hablan en esta conversación son el capitán Rafael Botello, un reconocido empresario marítimo de Panamá. Las agencias estadounidenses le siguen el rastro por operaciones sospechosas que tienen origen en Venezuela. Su interlocutor es Sergio Fortich, un barranquillero que maneja importantes contactos en Panamá y sería uno de los encargados de las coordinaciones para importar hidrocarburos de manera fraudulenta, según las autoridades.
La Fiscalía encontró que la red tiene tentáculos en varios países para «simular el origen» de los productos en los «documentos de transporte marítimo».
«Se desprende de esas escuchas que se hicieron a través de abonados telefónicos interceptados que se refieren a que la carga de crudo está vetada, que cuando vayan a ingresar el producto jamás puede salir que es de procedencia venezolana sino de Guyana, Panamá, o de Curazao, o en este caso de República Dominicana, pero no de Venezuela”, aseguró la fiscal a cargo de la investigación Geniffer García, durante una audiencia de imputación de cargos y medida de aseguramiento llevada a cabo el 21 de abril de 2022.
También se encontró que los integrantes de la organización engañaban a las autoridades disfrazando la verdadera identidad del hidrocarburo. El general Barrera explicó: «No eran residuos, era crudo listo para ser exportado. Aparentemente parecían residuos de crudo, de petróleo, pero en las pruebas periciales se logró detectar que no era residuo, sino que era crudo de una pureza importante para ser exportado, como si ese crudo hubiese salido de los puntos de explotación de crudo”.
Interceptaciones como esta, lo corroboran:
Fecha de interceptación: Febrero 7 de 2019
Capitán Rafael Botello: A partir de ahí entonces vamos a ver cómo nos sale el tema, qué figura vamos a usar con la sacada del producto.
Sergio Fortich: Un residual, un producto de desecho, puede manejarlo así…
La siguiente fase de la operación ilegal se desarrollaba en el puerto de Barranquilla, con la participación de la empresa Swiss Terminal SAS, autorizada como agente almacenador de hidrocarburos en la Zona Franca de esa ciudad. Las autoridades cuestionan a esta firma por utilizar su licencia para facilitar «la importación de crudos simulados como residuales o productos de naturaleza diferente».
La gerente ejecutiva de la compañía es Paola Martínez, una exfuncionaria de la Alcaldía de Barranquilla y exsecretaria general del Concejo municipal, que aparece vinculada al caso por varias conversaciones telefónicas comprometedoras y por su firma en decenas de documentos que habrían dado apariencia de legalidad a la entrada de crudo venezolano.
Uno de los casos que la tienen dando explicaciones tiene que ver con el buque Star Balboa, el cual llegó el 21 de febrero de 2020 a las instalaciones de Swiss Terminal con 64.000 barriles. Según las facturas, había recorrido la ruta Curazao-Panamá-Colombia y la carga era crudo residual cuyo valor en el mercado en ese momento era de 36 dólares el barril.
Pero la DIAN tomó muestras que arrojaron resultados sorprendentes que hacen parte de la investigación adelantada por la agencia ICE, la Policía de Carabineros y la Fiscalía.
El ingeniero químico que estudió las muestras explicó su peritaje a las autoridades: «La muestra dio como resultado que el producto no se trata de un crudo residual si no de un aceite de crudo de petróleo».
El aceite de crudo de petróleo valía en ese momento 55 dólares el barril. Es decir, en ese caso concreto, la organización habría pagado 6.800 millones de pesos por un producto que tenía un valor real en el mercado de 11.000 millones de pesos. Según la investigación de las autoridades, con esa operación ganan por partida doble: de un lado, pagan menos impuestos al reportar un producto con menor valor (36 dólares el barril) y por otro consiguen millonarias ganancias al exportarlo a (55 dólares el barril).
En la nacionalización del producto fue protagonista Swiss Terminal, al punto que es la misma Paola Martínez la que firma el acta que levantó la DIAN cuando tomó las muestras del falso crudo residual. De Swiss Terminal se sabe que su representante legal es la sociedad Ashmore Management Company Colombia SAS, matriz de un poderoso grupo del sector de la infraestructura en Colombia. Las autoridades buscan establecer hasta dónde las transacciones cuestionadas que llevaban la firma de Paola Martínez eran autorizadas y de conocimiento de sus superiores.
“Por eso es que Swiss Terminal legaliza, Swiss Terminal tramita el permiso de almacenamiento, para que continúen con la actividad delictiva… ahora demos el ingreso por zona franca que todo va a seguir bien y seguimos generando dinerito”, cuestionó la Fiscalía.
En los rastreos societarios de esta y otras operaciones ilegales quedaron al descubierto los nombres de varias empresas intermediarias que -según la investigación de las autoridades- habrían ayudado a comercializar el crudo disfrazado usando documentación alterada. / Más en Caracol TV
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