Gonzalo Tirado Yépez y los fraudes en los que ha estado envuelto

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Prácticamente toda la trayectoria profesional del banquero Gonzalo Tirado Yépez pasó en Stanford Bank, hasta que en 2006 hubo una ruptura relaciones con el banco en Venezuela que ocasionó una diatriba legal que se alargó durante tres años, luego de trabajar 14 años en Stanford Bank y de mantener una relación estrecha y de amistad con Allen Stanford, 2009, a quien la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) acusó de fraude y múltiples violaciones de las leyes de valores por presunto «fraude masivo continuo» que involucraba $ 7 mil millones en certificados de depósitos, en un esquema Ponzi masivo a través de su Stanford Financial Group.

Tirado llegó a demandar a la entidad por hasta 18 millones de bolívares pero el tribunal, en repetidas ocasiones, falló a favor de Stanford.

Inmediatamente luego de su salida fundó su firma Gonzalo Tirado & Asociados, a través de la cual compró la casa de bolsa Uno Valores. Se hizo conocido por su insistencia en tener inversiones en varios bancos. Compró Inverunión Banco Comercial y también Mi Casa Entidad de Ahorro y Préstamo.

Entre 2009 y 2010 fue investigado por el gobierno venezolano por supuestas actividades ilícitas y por haber desviado fondos de ahorristas. Como consecuencia de eso, en 2010 pidió asilo en Estados Unidos.

En 2014 fue buscado por la policía distrital de Doral, en Miami, luego que sus familiares recibieran comunicaciones de Tirado en las que amenazaba con suicidarse. Su nombre aparece en la investigación Panama Papers, que analizó los documentos filtrados de la firma panameña Mossack Fonseca, como ser responsable de un puñado de empresas en paraísos fiscales.

La vida de Tirado dio un giro radical luego de dejar Stanford Bank. La prestigiosa entidad, en la que trabajó desde 1992, rompió relaciones con Tirado en 2006 y, desde entonces, la trayectoria de ambos (institución y persona) cambió por completo.

De acuerdo con un reportaje realizado por la periodista Ahiana Figueroa, la versión de Tirado decía que las relaciones laborales habían roto luego de que los directivos de la entidad financiera hubiesen “espiado” durante tres años a Tirado. De hecho, en las posteriores demandas que introdujo en los tribunales de Venezuela, el banquero hacía ese señalamiento y reclamaba a la institución una indemnización de hasta 18 millones de bolívares por “daños morales”, revela Poderopedia.

Los tribunales, no obstante, fallaron en diversas ocasiones a favor de Stanford Bank. En 2007, un año después de su despido, Tirado creó su propia firma Gonzalo Tirado & Asociados y, con ella, compró una serie de entidades bancarias e inició inversiones en otras. De acuerdo con el reportaje de Figueroa, que forma parte de la investigación Panama Papers, la cual analizó la mayor filtración de documentos en el mundo, provenientes de la firma Mossack Fonseca en Panamá, fue allí cuando nació un profundo entramado comercial que llegó a involucrar a Tirado en varias empresas offshore.

En Venezuela adquirió Inverunión Banco Comercial y Mi Casa Entidad de Ahorro y Préstamo, una de las mayores entidades ahorristas del país; y en Panamá creó el Fondo Panameño de Bienes (Panbienes). La Superintendencia de Bancos de Panamá, entonces, sancionó varias veces el fondo debido a evidencias de una presunta estafa piramidal. Entre algunos de los socios de Tirado figuraban el banquero Eligio Cedeño y Martin Lustgarten, ambos buscados en Venezuela y Estados Unidos por juicios en su contra.

Los documentos de Mossack Fonseca indican también que, ese 2007, se crearon las empresas Richgrove International Inc (en la cual Tirado no figuraba en la directiva, pero a quien se le dio poderes para administrar las cuentas bancarias de la empresa en Dinamarca); Ema Business Inc, compañía que luego Tirado dejaría en manos de sus socios Pedro Paredes, Edgar Montserrat y Francisco Acevedo; con ellos también tiene otro grupo de empresas: Gotir Holdings Inc, Fal Business Inc, y HR Development Inc.

Según el reportaje todas estas forman parte de GT Business Inc, con el 100% de las acciones a nombre de Tirado. Así mismo, en los documentos filtrados de Mossack Fonseca, Tirado figura en Greyrose Holdings Corp, constituida en 2008, y se le vincula a otras compañías más, a nombre de sus socios.

A través de todas estas empresas, el grupo de Tirado hizo fuertes depósitos de dinero en el banco Finansbanken, en Dinamarca (el banco donde la empresa Richgrove tenía sus cuentas) y en el Berenberg Bank, en Suiza. Ésta última a través de la empresa Davenhill Assets S.A y su principal beneficiario es Montserrat.

Entre 2009 y 2010, luego de que se logró resolver su querella con Stanford, el gobierno venezolano inició investigaciones en su contra a raíz de estas inversiones. Se le hacía seguimiento por presuntamente haber incurrido en actividades sospechosas a través de ellas y por haber desviado hasta 5000 millones de bolívares de ahorristas.

Ese mismo 2010 viajó fuera de Venezuela para evitar juicio y solicitó asilo político en Estados Unidos. De acuerdo con el reportaje, en los expedientes de su defensa, Tirado afirmaba ser perseguido y una “víctima del chavismo”. Según la investigación de Panama Papers, al parecer todas las firmas de Tirado dejaron de estar activas en 2011, sin embargo, para 2013 el banquero todavía mantenía algunas deudas.

En 2014, ya residenciado en Miami. La policía distrital de Doral lo fichó como persona desaparecida, luego de que familiares y cercanos a Tirado recibieran comunicaciones de él en las que afirmaba que tenía intención de suicidarse. Al final, las autoridades lo encontraron en una habitación del hotel Wintage en Miramar, Florida.

Gonzalo Tirado residiría en la ciudad de Miami, donde ha llevado a cabo negocios, que algunos han tildado de “estafa” contra personas incautas que le confían sus bienes. En la lista de financieros prófugos que habrían aportado a la campaña de políticos opositores en Venezuela, se cita a Humberto Ramírez, exdirector general del Banco InverUnión, quien huyó de la justicia venezolana y se encuentra en Miami junto a Gonzalo Tirado, quien era el presidente de esa entidad.

Entre el año 2009 y 2010 el Gobierno Nacional intervino a doce entidades bancarias venezolanas por irregularidades en su funcionamiento. De la intervención resultaron 17 banqueros detenidos, al menos 16 con prohibición de salir del país y 25 prófugos. En esa lista de 25 prófugos acusados de fraude se encuentran Humberto Ramírez y Gonzalo Tirado.

El Ministerio Público acusó en 2011 al entonces presidente ejecutivo de Stanford Group Venezuela de Inversión, C.A, actualmente Banco Nacional de Crédito, y a varios miembros de su junta directiva, de estar implicados en defraudación tributaria en perjuicio del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributario (Seniat), ocurrida durante el período 2003-2005.

En el escrito, la fiscalía acusó al presidente ejecutivo del referido grupo bancario, Gonzalo Tirado Yépez, por presuntamente ser cómplice necesario en el delito de defraudación tributaria.

Adicionalmente, en el escrito acusatorio interpuesto ante el Tribunal 10° de Control del Área Metropolitana de Caracas, el Ministerio Público solicitó la ratificación de orden de aprehensión contra Tirado Yépez.

Igualmente, fueron acusados el gerente de infraestructura y servicios, así como el director de administración, Carlos Jiménez Gil y Rubén Camero García, respectivamente, por la presunta comisión de los delitos de defraudación tributaria continuada y apropiación indebida calificada en acción continuada.

Adicionalmente, el Ministerio Público acusó al proveedor y al chofer-escolta del presidente ejecutivo de Stanford Group, Jhon Velásquez Ramírez y a Amador Golina Betancourt, respectivamente, por presuntamente ser cooperadores inmediatos en el delito de defraudación tributaria continuada.

Asimismo, en el escrito fue acusado el contador senior, adscrito a la dirección de administración, Ángel Delgado Torres, por ser presunto coautor inmediato en el delito de defraudación tributaria continuada.

El Ministerio Público solicitó al Tribunal la admisión de la acusación y el pase a juicio de tales personas.

Hay que destacar que dicha empresa, entre el 2003 y 2005, dejó de cancelar al Fisco Nacional la cantidad de 5 millones 614 mil bolívares fuertes, para lo cual habría utilizado planillas forjadas de impuesto al valor agregado e impuesto sobre la renta. La denuncia fue formulada ante el Ministerio Público el 27 de diciembre de 2005 por el Seniat.

Gonzalo Tirado Yépez fue imputado por el Ministerio Público el 13 de septiembre de 2007, y el 19 de enero de 2011, el Tribunal 6° de Control del Área Metropolitana dictó orden de aprehensión contra el presidente ejecutivo de Stanford Group, quien actualmente se encuentra prófugo.

Por otro lado, Tirado Yépez posee una solicitud de extradición, la cual fue declarada procedente por la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia en fecha 5 de agosto de 2010 por los casos de Inverunión Banco Comercial y de Mi Casa Entidad de Ahorro y Préstamo.

Según comunicaciones y documentos enviados a Mossack Fonseca (MF) para convertirse en cliente de ese bufete, Tirado afirmó que su propósito era crear una “organización privada en Panamá para proteger su herencia”: la Fundación Caminos del Viento. Al mismo tiempo, en un documento de defensa elaborado en 2010 por el abogado venezolano Gonzalo Himiob con el propósito de demostrar a MF ser un hombre probo, relata que los cargos contra él en Venezuela eran producto de una persecución política y se autocalificó como “víctima del chavismo”.

Quienes lo conocieron –sin embargo– afirman que “era agresivo en los negocios”. Conquistó a 10 mil clientes con altos recursos económicos que se encontraban ávidos de altos rendimientos en épocas de control de cambio mientras fue asesor de Stanford y quienes se sentían sumamente cómodos y seguros en la elegante oficina revestida de mármol verde ubicada en el Centro Comercial San Ignacio en Chacao, Caracas.

“Era audaz en los negocios, gustaba de cosas finas, de marcas. Llevaba una vida sumamente ostentosa”, recuerda una fuente que mantuvo relaciones amistosas y laborales con Tirado.

Hasta MF sabía que su reputación estaba fuertemente cuestionada. El bufete dudó en aceptarlo como cliente por el pleito de Tirado contra su anterior mentor, Robert Allen Stanford –sentenciado en 2012 a 110 años de prisión por varios delitos de fraude relacionados con una estafa piramidal de más de 7.000 millones de dólares a través de su banco, Stanford Bank– pero al final fue el propio Jürgen Mossack, uno de los dos socios de la firma panameña, quien dio la luz verde.

Llegó a establecer residencia en El Hatillo, una de las urbanizaciones más bonitas y elegantes de Caracas, según se puede entrever de su centro de votación. Su salario de 3 millones de dólares anuales así lo permitía, según cuenta la fuente consultada que prefirió mantener su nombre en secreto. Se casó y se divorció dos veces y tuvo cuatro hijos. Vive actualmente en Estados Unidos con su tercera compañera sentimental, a quien conoció cuando ella estaba casada con uno de sus mejores amigos.

De acuerdo con fuentes que presenciaron la diatriba, de nada le sirvió a Tirado reunirse con el entonces superintendente de la oficina nacional tributaria de Venezuela, José Gregorio Vielma Mora, a quien le aseguró que no estaba involucrado en el fraude cometido ante el organismo. Lo acusaban en ese entonces de haberse apoderado de 180 millones de dólares.

A su salida de Stanford, fundó inmediatamente la Empresa Gonzalo Tirado & Asociados. Durante ese tiempo lo involucraron en operaciones sospechosas con un lote de acciones de la Electricidad de Caracas mientras era dueño de la casa de bolsa Uno Valores. Su fortuna, dicen, se incrementó mucho más gracias a esta negociación.

Representantes de las oficinas de MF con sede en Caracas y Panamá lo ayudaron para instalar el holding de empresas cuyos fines o razón social tenían “propósitos generales”, diversos o sin fines específicos, según se desprende de los documentos consultados. Las palabras claves en todas ellas eran “bancos y barcos”. Todas las compañías que formaban parte del holding tenían entre sus funciones las de abrir cuentas bancarias de cualquier naturaleza, con cualquier banco y en cualquier parte del mundo.

Tirado se convirtió en cliente de las tres compañías del grupo MF: Mossack Fonseca (bufete), Mosson Trust Corporation (fiduciaria) y Mossfom Asset Management (manejo de activos).

En paralelo en Venezuela, adquirió bancos y creó empresas relacionadas. Compró al banquero Ignacio Salvatierra InverUnion Banco Comercial y luego adquirió Mi Casa Entidad de Ahorro y Préstamo. Volvieron los problemas. En medio de la llamada mini crisis bancaria de finales de 2009 y comienzos de 2010, el Gobierno venezolano inició una investigación contra Tirado por denuncias de operaciones de dudosa legitimidad y de haber desviado fondos de los ahorristas por Bs. 5.000 millones en créditos a empresas relacionadas.

Según los expedientes Tirado formó una estructura con la cual se realizaron operaciones en perjuicio de bancos. La calificación judicial de “cómplice necesario” para cometer delito se suma a su lista. Un 14 de febrero, Día de los Enamorados, viajó a Aruba, según consta en su último movimiento migratorio registrado ante el Saime, para no enfrentar un juicio con cargos de hasta diez años de cárcel.

El ex banquero solicitó asilo político en EEUU en 2010. Las autoridades norteamericanas negaron su extradición hacia territorio venezolano. Hasta ese entonces todo marchó bien para Tirado, no así para varios de los directivos bancarios que lo acompañaron en InverUnion y Mi Casa EAP, que tuvieron que cumplir penas de cárcel en Venezuela.

El entramado paralelo de Gonzalo Tirado & Asociados comenzó con una serie de contactos y envíos de documentación entre sus oficinas en Caracas, ubicadas en la urbanización El Rosal y las de MF en Venezuela y Panamá en 2007. Esta estructura financiera se inició con la creación de Panbienes (Fondo Panameño de Bienes), con un capital de 1 millón 52 mil dólares, y en cuyo final se repitió la quiebra de otra institución financiera.

La Superintendencia de Bancos de Panamá sancionó varias veces a Panbienes hasta que terminó cerrando sus puertas tras denunciar una estafa piramidal. En la directiva, a Tirado lo acompañaban Edgar Montserrat, Ronald Rostoker y Martin Lustgarten, quien ha sido implicado en casos judiciales de muy alto perfil tanto en Venezuela como Estados Unidos.

Hasta 2007 Tirado fue presidente de una empresa en Panamá llamada Ema Business Inc, también llevada por MF, creada en abril de ese año con un capital de 10.000 dólares. Casi enseguida se desincorpora, según la documentación filtrada por MF. Aun hoy esta firma sigue apareciendo como activa y sus directores son los sempiternos socios de Tirado: Pedro Paredes, Edgar Montserrat y Francisco Acevedo. Como accionistas aparecen también: Montserrat con 52% de las acciones, Omar González y Daniel Vitrián con 11,5% cada uno, y con 6,25% a partes iguales para Sacha Ratti, Francisco Gadea y Eduardo Saturno.

Otras empresas del grupo Tirado-Paredes-Montserrat-Acevedo son Gotir Holding Inc, FAL Business Inc, HR Development Inc., todas formaban parte de GT Business Inc, creada también con capital de $10.000 y 100% propiedad del ex banquero.

El entramado financiero siguió creciendo en 2008. De acuerdo a las comunicaciones de MF, se observa que Tirado aparece vinculado a otra compañía, Greyrose Holdings Corp, constituida el 14 de enero de 2008 con $10.000 de capital. Tirado es aquí socio a partes iguales de Pedro José Paredes Sierra, quien integró la junta directiva de Inverunion y Mi Casa EAP y fue acusado igualmente de apropiación indebida o distracción de recursos establecido en la Ley General de Bancos y otras Instituciones Financieras de Venezuela.

Al ex banquero se le vincula a otra empresa panameña, Perth Consultants S.A. De esta sociedad es beneficiario en un 50%, el restante 50% pertenece a Daniella Lainville de Tirado (su ex esposa). También se le asocia con una empresa de las Islas Vírgenes Británicas, Harley Sound Development LTD, creada el 23 de enero de 2008. Aunque en el expediente de Tirado aparece como beneficiario con un 99% Pedro José Paredes Sierra y un 1% Francisco Acevedo Landaluce, quien fue director de la casa de bolsa Unovalores.

De esas empresas el accionista formal es la Gainstone Foundation de Panamá, cedida por MF a Tirado. Se incorporó en abril de 2009 y sus accionistas a la vez son dos fundaciones de Mossack Fonseca.

Durante este periodo, Panbienes fue denunciada en Panamá por ser una especie de pirámide financiera. En un correo enviado en marzo de 2008 a MF, Martin Lustgarten se refiere a Tirado como “mi ex socio en Panbienes” y dice que ha vendido sus acciones en la empresa.

Como referencia para abrir su cuenta como cliente en MF, Tirado presenta en 2007 una serie de constancias bancarias en Venezuela (Del Banco Venezolano de Crédito y el Banco Canarias) y en otros países (Wachovia en Miami, en HSBC y en UBS en Zurich).

Además del danés Finansbanken, el grupo de Tirado aparece haciendo fuertes depósitos de divisas en el Berenberg Bank de Suiza, a nombre de una empresa, Davenhill Assets S.A. Se trata de una compañía incorporada en enero de 2007, cuyo beneficiario parece ser Edgar Montserrat. El intercambio interno de correos de MF identifica estas transacciones como parte de unas “escrow accounts” o cuentas de garantía de depósitos, destinada al pago de colaterales de préstamos.

En uno de los documentos entregados a MF para solicitar ser su cliente, Tirado aseguró que tenía “la intención de diversificar sus inversiones” y que el dinero a invertir “es una parte de los ahorros de su vida”.

En septiembre de 2010, Tirado se excusa con MF de no poder proporcionar información sobre unas empresas que tenía en British Virgin Islands, pues no cargaba consigo los documentos “por la forma en que salimos” de Venezuela, admitiendo por escrito que su salida, sino fue irregular, por lo menos sí muy apresurada.

En Estados Unidos, Tirado ha participado en foros como conferencista. Abandonó el Stanford Bank en Venezuela en medio de un escándalo judicial por presunto fraude contra la institución bancaria, logrando salir bien librado, entre otras cosas, gracias a las gestiones del abogado Winston Oraa, y a sus contactos en el TSJ y el alto Gobierno venezolano.

Hay quienes relacionan a Tirado con los sucesos que ocasionaron el posterior presidio de Robert Allen Stanford. El banquero venezolano resultó favorecido en la venta de las acciones de la Electricidad de Caracas. Dirigió los bancos Inverunión y Mi Casa, que luego fueron intervenidos por un faltante de 2 mil millones de dólares.

Pese a sus gestiones, Tirado no logró que las autoridades venezolanas le otorgaran los permisos para abrir el Banco Uno Valores, a pesar al lobby que algunos comunicadores y periodistas habrían hecho a favor de éste en ese sentido. Ni siquiera las “costosas” gestiones del Sargento (R) Iván Freites, uno de los participantes del golpe de Estado encabezado por Hugo Chávez el 4 de febrero de 1992, le permitieron al financiero conseguir los permisos bancarios.

Después de hacer negocios con instituciones públicas, ahora el banquero se presenta como “perseguido” y detractor del Gobierno venezolano.

 

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    Aún en el año 2023 sigue con sus astucias estafando a personas incautas