Eligio Cedeño es un banquero venezolano, exiliado en Estados Unidos desde el año 2009, luego de obtener la libertad otorgada por la jueza María Lourdes Affiuni, después de pasar más de dos años en prisión, acusado de fraude fiscal, contrabando y obtención de divisas de forma ilegal por el caso Microstar.
El banquero nació en el estado Miranda. A los 16 años trabajó como pasante en el City Bank. En 1994, abrió una empresa de intermediación financiera que creció rápidamente. Luego tuvo participación en los bancos Canarias, Caracas, Bolívar y Banpro.
Por el caso Microstar fue detenido en 2007. Denunció irregularidades en su proceso. Logró la libertad condicional y bajo fianza dada por la jueza Afiuni, a quien el entonces presidente Hugo Chávez ordena su inmediata detención.
El banquero fue buscado por todo el territorio nacional venezolano, pero logró fugarse y llegar a Miami. Desde allí ha incursionado en medios de comunicación y en apoyo a las actividades políticas de la oposición venezolana. Sectores del chavismo lo acusan de financiar la preparación de un golpe de Estado.
Eligio Cedeño (Caracas, Venezuela, 1 de diciembre de 1964) es un empresario y banquero venezolano. Presidente de Grupo CEDEL (Venezuela). El 8 de febrero de 2007, Eligio Cedeño se presentó voluntariamente y fue detenido por autoridades venezolanas acusado de tres delitos: contrabando por simulación de importación, distracción de recursos bancarios, y por obtención de dólares de modo fraudulento. Era uno de los primeros banqueros detenidos involucrados en delitos contra el sistema económico de control cambiario controlado por CADIVI.
Nacido en 1964 en la ciudad de Caracas, sus padres se divorciaron cuando él tenía apenas dos meses de edad y creció junto a su madre y un hermano mayor. A la edad de 16 años, se presentó la primera oportunidad importante de trabajo para Cedeño cuando fue admitido a un programa de capacitación como pasante en el Citibank, donde trabajó durante cinco años hasta que obtuvo un título en comercialización y Administración de Empresas del Colegio Universitario de Caracas.
Cedeño fue luego empleado por el Banco Internacional, Banco Caracas y finalmente por Banco Noroco, una compañía de agencia de bolsa, y a la edad de 28 años fue nombrado Vicepresidente.
Durante la crisis financiera venezolana de 1994, Cedeño fundó su propia firma de agente de bolsa, que se especializaba en el comercio de bonos institucionales. La compañía creció rápidamente, permitiendo una estrategia de negocios más amplia que involucraba la adquisición y venta de instituciones financieras. Con el paso del tiempo, los bienes de Cedeño incluían intereses en el Banco Canarias, Banco Caracas, Bolívar Banco y BanPro.
Cedeño fue durante un tiempo considerado el banquero de moda de las finanzas estatales en tiempos de Hugo Chávez, cuando acumuló una fortuna incalculable y amistades en el poder.
En el año 2003 cuando estaba de presidente del Banco Canarias se le presentó un cliente, Gustavo Arraiz, (quien fuera detenido posteriormente en Panamá en marzo del 2007) con una solicitud para importaciones de equipos y computadoras por un valor de 97 millones de dólares de la cual solo le fue otorgado 27 millones a través de CADIVI y que nunca se realizó tal importación , este caso fue conocido como el «caso Microstar» que dio inicio a una investigación en el 2005 estando José Vielma Mora, como Superintendente Nacional Tributario en el Seniat, denunció irregularidades, que terminó con la orden de detención preventiva de Eligio Cedeño y Gustavo Arraiz Manríquez en febrero del 2007.
Cedeño se fugó de Venezuela ocho días después (escondido en la clandestinidad) de que le fuera ordenada la libertad condicional y bajo fianza el 10 de diciembre del 2009 por la jueza María Lourdes Afiuni, venezolana titular del Juzgado 31 de Control de Caracas que contaba con 46 años de edad y servía como juez desde hacía ocho años.
En 2014 Eligio Cedeño ganó el premio ‘Empresario del Año’, que otorga la Cámara de Comercio Hispana de los Estados Unidos (USHCC, por sus siglas en inglés) en Salt Lake City, Utah.
Era el año 1998. A los 33 años, Eligio Cedeño era el hombre más joven de la sala, pero de ninguna manera era el menos rico. De piel morena, pelo rizado y nariz aguileña, el precoz banquero parecía una versión más joven del candidato que meditaba al otro lado de la habitación. Curioso por Chávez, Cedeño se acercó y se presentó. Tan pronto como describió su infancia en La Bombilla, un barrio destartalado en una zona empobrecida del este de Caracas conocida como Petare, una luz se encendió en los ojos del futuro líder.
«Entiendes entonces», dijo Chávez con complicidad. «Estos empresarios llevan décadas corrompiendo a nuestros políticos. ¡Mira!» dijo, extendiendo su mano hacia los amigos y socios comerciales de Cedeño. «Venezuela se ha convertido en una vergüenza total. Lo que necesita este país es que alguien gobierne con mano firme». Viniendo de un hombre que había lanzado un golpe solo seis años antes, y había cumplido dos años de cárcel por el levantamiento mortal, las palabras de Chávez no eran una amenaza vana. Eran una hoja de ruta hacia la revolución.
La conversación de media hora pondría a Cedeño en un curso de colisión que le cambiaría la vida al hombre fuerte venezolano. «Chávez me dijo exactamente quién era», recuerda Cedeño.
A los pocos meses de su reunión, Cedeño se había convertido en uno de los principales oponentes de Chávez. El banquero comenzó a financiar a Claudio Fermín, un candidato centrista del establishment, solo para verlo caer en picado en popularidad. Chávez pronunció discursos ardientes denunciando la corrupción y prometiendo erradicar la pobreza. Luego, el 6 de diciembre de 1998, obtuvo el 56 por ciento de los votos para convertirse en presidente.
Cedeño estaba preocupado, pero no sorprendido. «Había muchos tipos así en mi vecindario, tipos malos que siempre se peleaban con todos», dice. «No pude evitar conocerlos porque yo era su víctima. Nos robaron, nos acosaron, hicieron lo que quisieron con nosotros».
Tan notable como fue el ascenso al poder de Chávez, el éxito de Cedeño fue aún más espectacular. Nació el 1 de diciembre de 1964. El hogar era una casa de una habitación y piso de tierra. No había electricidad ni agua corriente. El poco dinero que había evaporado la familia cuando su padre se fue dos meses después del nacimiento de Eligio. Su madre tuvo que encontrar trabajo como empleada de limpieza.
La familia estaba en la miseria, pero Eligio y su hermano mayor Luís sobresalieron en la escuela, donde intercambiaron su única camisa buena entre períodos. Después de la clase, un hermano estudiaba con un solo libro de texto andrajoso mientras el otro ayudaba a su mamá a limpiar edificios de oficinas. Esa educación impulsaría el extraordinario ascenso de Eligio a la riqueza y el poder, pero la vida en el barrio le enseñó otras lecciones. Una vez, cuando Eligio tenía 16 años, él y Luís caminaban por la Avenida Sucre cuando niños de su edad les robaron a punta de pistola. Eligio juró escapar de la pobreza.
Pronto consiguió una codiciada pasantía en Citibank. Trabajó muchas horas estudiando para obtener un título en marketing durante las noches y los fines de semana. Después de cinco años, fue contratado por Banco Internacional, un banco venezolano. Su escaso salario finalmente le proporcionó un apartamento propio. Cuando se mudó, el joven de 21 años tomó su primera ducha caliente. Le dio sus ahorros a su madre, que aún vivía en el barrio.
Unos años después, Cedeño se incorporó a una casa de bolsa denominada Banco Noroco. El silencioso y modesto ratón de biblioteca era un comerciante imparable. A los 28 años, era vicepresidente. «Podría calcular el interés de un tipo determinado de bono», dice. Su brillantez fue impulsada por pura necesidad. «Tenía hambre. Tuve que trabajar para poder comprar la comida de mi familia».
Cuando una crisis financiera de 1994 se llevó a 17 de los principales bancos de Venezuela, Cedeño vio una oportunidad. Comenzó su propia firma de corretaje con $ 2 millones en inversiones. Las ganancias explotaron. En 1999, Cedeño invirtió $ 20 millones en instituciones financieras en problemas como Banco Canarias, Bolívar Banco y BanPro. Tres años después, sus inversiones valieron $ 150 millones.
Habrían sido muchos los que se aprovecharon de Cedeño mientras permaneció preso en Venezuela, ofreciéndole intermediaciones y “soluciones mágicas” que finalmente no resultaron. Para algunos el banquero se habría convertido en una especie de “gallinita de los huevos de oro” y “caja chica” cuando necesitaban dólares.
Después de un aparente análisis y sustentando sus alegatos en la famosa Ley Rico, el banquero Eligio Cedeño ejerció años atrás una acción penal en Estados Unidos en contra de un nutrido grupo de empresarios, funcionarios y ex funcionarios públicos venezolanos, entre los que destacaron Adina Bastidas, Pedro Carreño, Edgar Hernández Behrens, el General Pardo Acosta, Ricardo Fernández (quien le compró los bancos a Cedeño) y Gonzalo Vásquez (prófugo de la justicia venezolana). A la lista se sumaron Ruben Idler Osuna y su ex socio Gustavo Arraiz (preso en Venezuela).
Pero la petición de Cedeño fue desestimada parcialmente en los casos de Adina Bastidas, Werner Braschi y Rubén Idler, mientras que el juzgado le solicitó a Cedeño remitir las respectivas citaciones a Edgar Hernández Behrens, Alfredo Pardo, María Espinoza de Robles, Maigualida Angulo, Pedro Carreño, Ricardo Fernández Barrueco, Gustavo Arraíz y Gonzalo Vásquez.
De Cedeño recuerdan cuando era empresario del Show Business y no pudo llevar a Caracas a las Estrellas de Fania. Curiosamente una fotografía recuerda viejos tiempos en los que el banquero departía en eventos públicos junto a algunos de los que luego él denunciaría.
Cedeño anunció en 2011 el inicio de actividades de una pequeña televisora de su propiedad en Miami, que operaría como una filial de una corporación televisiva norteamericana. El canal, sin embargo, terminó siendo un estrepitoso fracaso ocasionándole pérdidas económicas. En algún momento se aseguró que el banquero tuvo aspiraciones políticas, con las que incluso planeaba lograr ser reconocido como presidente de Venezuela en el exilio.
“Eligio Cedeño, el venezolano prófugo vinculado a los «Papeles de Panamá» inició su carrera traficando bonos y títulos de valores del Estado venezolano tras la crisis bancaria de 1994. Es conocido por lavar, traficar y saquear petrodólares. Quebró cuatro entidades bancarias de las que era accionista mediante fraude y fue imputado en 2005 por contrabando, defraudación tributaria, forjamiento de documentos propios de las operaciones aduaneras y simulación de importaciones”, señaló teleSUR en 2016.
https://www.youtube.com/watch?v=45zdKGEKydw
El banquero venezolano Eligio Cedeño, mantiene registradas dos compañías en Panamá, una de las cuales fue inscrita en 1996 y tiene como socios a un hermano y una niña que para entonces tenía 8 años de edad, según una investigación documental en las bases de datos del registro público panameño.
La pesquisa fue realizada luego de que el canal multiestatal Telesur revelara que el empresario de las finanzas aparece en los Panama Papers, la filtración de documentos confidenciales que revela los paraísos fiscales usados para ocultar la riqueza, con lavado de dinero y la evasión de impuestos.
La televisora aseguró que la información la recibió de uno de los periodistas que tuvo acceso a la base de datos administradas por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), según reseñó el portal de investigación La Tabla. Los datos recabados no forman parte de los documentos en cuestión, pero confirman la versión sobre la existencia de activos del banquero, quien es acusado constantemente de financiar a sectores políticos de oposición, en la nación centroamericana, desde donde habitualmente se desarrollan transacciones para ocultar o legitimar capitales.
Las empresas de Cedeño fueron creadas el 31 de octubre de 1996, la primera, y el 2 de mayo de 2008, la segunda, y la tramitación para su inscripción estuvo a cargo del mismo despacho legal, Morgan y Morgan.
La primera de las firmas, denominada Corporación Ari Holding, presenta un capital de 10 mil dólares, dividido en 1 mil acciones con un valor de 10 dólares cada una. Como directores y socios figuran, además del banquero, su hermano Santos Cedeño y una menor que para la fecha tenía 8 años de edad. La empresa está asentada en la ficha 322550.
La otra compañía se identifica como Grupo Logístico, y se encuentra inscrita desde el 2 de mayo de 2008 con un capital de poco más de 69 millones de dólares. En la directiva de la firma figuran ocho nombres, entre los que destaca el del banquero del BNP Paribas, Lorenzo Weissman, fallecido en 2011 en Nueva York. Asimismo se encuentran empresarios de El Salvador, Argentina, Colombia y Perú, además del banquero venezolano Isaac Weisleder.
Cedeño, entonces presidente del Grupo Financiero Bolívar-Banpro y anteriormente presidente del Banco Canarias de Venezuela, fue detenido en 2007 por violar las leyes de divisas de Venezuela y participar en transacciones ilegales para obtener dólares. En ese momento, Venezuela estaba luchando contra un tipo de manipulación de cambios por factores externos, incluyendo la inundación del mercado de divisas con dólares.
El banquero fue acusado de ayudar a otra institución financiera, Consorcio Microstar, a obtener dólares estadounidenses. Microstar había solicitado 27 millones de dólares para la compra de equipos. Un fiscal descubrió irregularidades en el proceso de importación, y presentó cargos contra Eligio Cedeño y Gustavo Arraiz, el jefe de Microstar.
COMMENTS