Un acto de violencia marcó una jornada reciente en el corazón de Lima, cuando Derwin Enrique Segovia González, un joven vendedor ambulante de origen venezolano, fue agredido brutalmente por fiscalizadores municipales. El suceso tuvo lugar en pleno centro de la capital peruana, donde Segovia González, dedicado a la comercialización informal de indumentaria deportiva, se vio repentinamente envuelto en un conflicto que culminó con su cuerpo inerte sobre la acera.
Agresión en el centro de Lima
La secuencia de los hechos, captada por cámaras y testigos presenciales, revela cómo los agentes municipales, lejos de auxiliar al joven comerciante tras el ataque, optaron por abandonar la escena. La víctima, en declaraciones a un medio televisivo local, relató que hacia las cinco de la tarde un vehículo de la Municipalidad de Lima arribó al lugar. Segovia González, intentando resguardar su mercancía, se dirigió a su almacén, pero fue interceptado y despojado de sus bienes.
La confrontación escaló cuando los fiscalizadores, transgrediendo su jurisdicción según el testimonio del vendedor, exigieron su identificación. «Me agarran por detrás, me piden mi documento de identidad donde hasta donde yo tenía entendido ellos no pueden pedir documento de identidad porque no son policías», confesó Segovia González. La situación se agravó cerca de la avenida Grau, donde recibió un golpe contundente en el pecho. Antes del impacto, uno de los agentes le anunció con frialdad: «Ya perdiste,(…) ya perdiste, no te vamos a entregar nada».
Consecuencias y denuncia
Tras la agresión, Segovia González fue trasladado al hospital para recibir atención médica, que incluyó suturas por una herida en la cabeza. Posteriormente, se dirigió a una comisaría para formalizar su denuncia, esperando que la Municipalidad Metropolitana de Lima asuma responsabilidad por los daños infligidos y proceda a la devolución de su mercadería, valorada en 3.200 soles aproximadamente.
El joven también compartió que el sustento que obtenía de su trabajo era el medio por el cual proveía asistencia económica a su familia en Venezuela, destacando la gravedad del perjuicio sufrido.
Repudio y solidaridad virtual
Un video que documenta el incidente se difundió rápidamente en redes sociales, generando una ola de indignación y solidaridad hacia Segovia González. Las imágenes muestran al joven siendo detenido y posteriormente dejado inconsciente en la vía pública, ante la vista de peatones consternados.
El eco de este episodio en el espacio digital ha llevado a que numerosos internautas condenen el acto como un posible brote de xenofobia hacia la comunidad migrante venezolana en Perú, aunque rumores de un fatal desenlace fueron desmentidos tras la aparición del afectado en televisión.
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