Un excandidato a diputado en las elecciones legislativas del pasado 6 de diciembre celebradas en Venezuela, miembro de un movimiento político emergente, tuvo al parecer como financistas para su campaña electoral a los hermanos Luis Oberto Anselmi e Ignacio Oberto, quienes aparecen vinculados a varios casos de corrupción con las finanzas de PDVSA y han sido investigados en Estados Unidos por lavado de dinero.
El excandidato habría recibido de los hermanos Oberto amplios aportes financieros para su campaña electoral, proyectándose como un intermediario, interlocutor y lobista único y necesario ante el Gobierno de Estados Unidos, la oposición venezolana y el Gobierno de Nicolás Maduro.
Pero el excandidato también había estado recibiendo financiamiento de Alejandro Betancourt, otro de los «bolichicos» enfrentado con el banquero Oscar García Mendoza, a quien el dirigente político también habría ofertado sus servicios.
Luego de haberlo defendido a capa y espada, el excandidato a diputado entró en conflicto con el empresario Carlos Gill, quien al parecer no cumplió con las expectativas económicas que el dirigente esperaba recibir para su campaña electoral, surgiendo con esto su molestia hacia Gill.
COMMENTS