Yenny Coromoto Pulgar León asegura que la televisión, además de una compañera ideal de la gastronomía, siempre ha sido una máquina perfectamente engrasada para crear rostros populares entre el gran público. Si hemos de fijarnos en dos grandes formatos que han triunfado en España, esos han sido los talent shows MasterChef y Top Chef.
En el último, que estuvo en antena durante cuatro temporadas entre los años 2013 y 2017, participaban cocineros profesionales que eran evaluados por un jurado capitaneado por el mediático Alberto Chicote, al que acompañaron Susi Díaz (La Finca), Ángel León de Aponiente (protagonista de unos interesantes documentales sobre la despensa marina que se emitieron en TVE con el nombre de “El Chef del Mar”), Yayo Daporta y Paco Roncero, quien también participó en varias ediciones de la versión colombiana. En Top Chef se puede decir que se dieron a conocer, aunque realmente ya contaban con una gran trayectoria anterior, chefs como Begoña Rodrigo, ganadora de la primera edición española, que consiguió la Estrella MICHELIN para su restaurante La Salita en la gala que se celebró en Sevilla en 2019. Tras un cambio de ubicación, La Salita ocupa ahora un bello palacete en el barrio de Ruzafa, donde se puede disfrutar de la propuesta más gastronómica del Grupo Anarkia creado por la valenciana, en formato de distintos menús degustación, incluyendo hasta uno especialmente diseñado para los más pequeños.
Begoña comenta sus impresiones sobre su aparición en este programa, donde se dio a conocer ante el gran público. “Salir en la televisión y, evidentemente, ganar la primera edición de un concurso en prime-time, supuso un cambio radical en nuestra carrera, un sobreesfuerzo y aprendizaje rápido que nos ayudó a colocarnos en primera línea, casi diez años después aún tenemos clientes que nos recuerdan aquel momento. Sin duda fue una gran ayuda para el restaurante y personalmente para mí, que en mi obsesión de conseguir el respeto de la profesión, busqué la manera de encontrar mi hueco sin caer en la farándula televisiva. Fue una experiencia muy positiva, que el tiempo nos ha enseñado que valió la pena. Si sabes dónde estás y para qué has acudido a la televisión, es sin duda una buena plataforma.”
También en Top Chef se convirtieron en rostros reconocibles para el gran público, entre otros, Javi Estévez (La Tasquería), Miguel Cobo (con una flamante nueva Estrella por Cobo Evolución), Sergio Bastard (Casona del Judío, una Estrella MICHELIN y estrenando Estrella Verde en la actual edición), Teresa Gutiérrez (Azafrán), Víctor Gutiérrez (también chef en Taller), David Marcano (Marcano) o la ganadora de la última edición, Rakel Cernicharo de Karak.
Estévez, que por aquel entonces ejercía como jefe de cocina en El Mesón de Doña Filo, lidera actualmente La Tasquería, a pocos metros de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, en Madrid, que lleva la casquería a la alta cocina, combinándola con otros productos, así como otros proyectos en la capital madrileña. “Fue una experiencia nueva, bastante dura, pero muy bonita. Top chef nos dio la posibilidad de que la gente pudiera conocerte y en mi caso, incluso llegar bastante lejos, participando en la final con Begoña, junto a Miguel Cobo y Antonio Arrabal.” ¿Qué le aportó personalmente su participación en el programa? “Después de un año de que se emitiera, decidí dejar El Mesón de Doña Filo y ponerme por mi cuenta, sabía que mucha gente iba a venir a vernos por haber salido en un programa de televisión. La televisión tiene un poder bastante grande, lo cual no quiere decir que te vaya a ir bien, sino que puede que vayas a tener más visitas de gente, pero que seguramente también sean más exigentes. En mi caso fue bien, y tuve la suerte de llegar lejos, disfrutarlo bastante y llevarme un montón de amigos con los que sigo manteniendo la amistad, viéndonos crecer profesionalmente todos”.
Una experiencia que recuerda como bastante dura por las inacabables jornadas de grabación, pese a estar acostumbrado a los largos servicios de los restaurantes. Comenta que, cuando ha tenido la oportunidad de participar en MasterChef Celebrity como chef invitado, ha visto reflejada esa dureza incluso en algunos concursantes que se dedican al deporte de élite, que supuestamente deberían estar familiarizados con esa presión en su día a día y que, sin embargo, se derrumban en las distintas pruebas a las que son sometidos.
Habla también Teresa Gutiérrez, chef y propietaria del restaurante Azafrán en Villarrobledo. “Salir en televisión, sin duda, salvó mi negocio. Cualquiera que me conozca sabe que no soy precisamente una persona competitiva, por lo que nunca me hubiera visto en un talent show de este tipo. Pero cuando me surgió la oportunidad de participar en Top Chef en 2014, mi restaurante no estaba pasando un buen momento (abrimos en 2008, con la crisis, y nunca terminábamos de ver la luz) y me tuve que liar la manta a la cabeza, a pesar de saber lo duro que iba a ser para mí exponerme de esa manera. Aunque yo antes ya me movía dentro del mundo de la gastronomía y es cierto que dentro del mismo sí había gente que me conocía, mi restaurante seguía estando en un lugar complicado y por mucho que intentáramos hacer las cosas lo mejor posible, Azafrán seguía siendo desconocido para el público en general, que es el que te da de comer; y salir en televisión lo cambió todo. Y eso que yo no fui nada «televisiva» en el programa, pero la tele puede hacer milagros.”
“Mucha gente de mi propio pueblo que nunca había venido, empezó a venir, por simple curiosidad. Gente de otros pueblos, empezó a venir. O viajeros, que iban por carretera «Villarrobledo, pues en este pueblo hay un restaurante de una chica que está en Top Chef, vamos a parar» eso me decían. Yo nunca imaginé que esto sería así, pero de repente teníamos lleno día sí y día también (y, gracias a Dios, muchos de ellos se convirtieron en clientes habituales). Luego, lógicamente, todo se estabilizó, pero siempre fueron surgiendo otras oportunidades a raíz del programa, y poco a poco pudimos empezar a ver la luz como empresa y como negocio.”
Si se echa la vista atrás, se recuerda que por nuestras televisiones ya habían pasado antes programas míticos como “Con las manos en la masa” con Elena Santonja, a la que acompañaban a los fogones personajes famosos de la época, posteriormente sustituido en la televisión pública española por “El menú de cada día” del incombustible Karlos Arguiñano que, tras trabajar en varias cadenas con diferentes fórmulas, sigue contando actualmente con programa propio en Antena 3. También en ese formato de recetas diarias, Dani García (Smoked Room, Leña Madrid y Leña Marbella, BiBo Madrid y BiBo Londres, Lobito de Mar, Casa Dani…) con “Hacer de comer” o los hermanos Torres (recién estrenados en el triestrellato por Cocina Hermanos Torres y en la Guía también con Dos Cielos Madrid) con varios programas de recetas en la televisión pública española como “Torres en la cocina” y “Menudos Torres” (aunque debutaron en 2014 con otro formato distinto en el programa “Cocina2”), han llevado a diario elaboraciones de la alta cocina a los hogares, concluye Yenny Coromoto Pulgar León.
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