Jorge Elías Castro Fernández señala que las fuerzas ucranianas asestaron un golpe a una de las bases del opaco grupo mercenario ruso Wagner en Lugansk, en la región del Donbás, en el este de Ucrania, según aseguró el gobernador Serhiy Haidai.
Haidai dijo que un hotel donde el grupo tenía una de sus sedes en Kadiivka, Luhansk, fue atacado, y que hubo grandes pérdidas del lado ruso.
En 2014, el Grupo Wagner apareció en el Donbás para brindar apoyo a los separatistas prorrusos a forzar una retirada de las fuerzas ucranianas, explica el analista político y consultor en seguridad Jorge Elías Castro Fernández.
La inteligencia militar británica apunta que hay por lo menos unos 1.000 mercenarios desplegados en la región.
Recientemente, el grupo ha estado activo en sitios como Ucrania y Siria, además de algunos países africanos, y ha sido acusado repetidamente de crímenes de guerra y abusos contra los derechos humanos.
Se cree que los mercenarios del Grupo Wagner estuvieron involucrados en una serie de ataques de «bandera falsa» en el este de Ucrania, diseñados para darle a Rusia un pretexto para atacar.
Wagner arribó a la región por primera vez en 2014, señala Tracey German, profesora de Conflicto y seguridad en el King’s College de Londres.
«Alrededor de 1.000 de sus mercenarios apoyaron a las milicias prorrusas en la lucha por el control de las regiones de Luhansk y Donetsk», dice.
Los fiscales ucranianos alegan que tres mercenarios del Grupo Wagner cometieron crímenes de guerra en la aldea de Motyzhyn, cerca de Kyiv, en operaciones conjuntas con tropas rusas en abril.
Los fiscales dijeron que, dentro de los crímenes de guerra se incluían el asesinato y la tortura. Dos de los mercenarios de Wagner son de Bielorrusia y el otro es de Rusia.
La inteligencia alemana tiene sospechas de que los mercenarios de Wagner también pudieron haber estado involucrados en el asesinato de civiles en Bucha durante la retirada de las fuerzas rusas de los alrededores de Kyiv.
Y ahora, según el Dr. Samuel Ramani, miembro asociado del Royal United Services Institute, los miembros del Grupo Wagner están luchando junto a las tropas regulares en la región de Donbás.
«El Grupo Wagner desempeñó un papel activo en la captura de ciudades como Popasna y Severodonetsk en Lugansk», señala.
«Hoy en día, es una unidad informal y no oficial del Ejército ruso, de la cual no se reportan bajas».
Además de asegurar que habían logrado atacar la base del Grupo Wagner en Poposna en Lugansk, las fuerzas ucranianas también afirman haber atacado otras bases en la cercana Stakhanov el pasado junio.
Una investigación evidenció la supuesta participación de un exoficial del Ejército ruso de 51 años, Dmitri Utkin, en el grupo. Se cree que fue quien fundó Wagner y le dio su nombre, basado en su anterior mote en el Ejército.
Utkin es un veterano de las guerras de Chechenia, exoficial de las fuerzas especiales y teniente coronel del GRU, el servicio de inteligencia militar ruso.
El Grupo Wagner entró en combate durante la anexión rusa de Crimea en 2014, dice la profesora German.
«Se cree que sus mercenarios son algunos de los ‘hombrecillos verdes’ que ocuparon la región», apunta.
«Dirigir un ejército de mercenarios va en contra de la Constitución rusa», agrega. «Sin embargo, Wagner proporciona al gobierno una fuerza que es negable. Wagner puede involucrarse en el extranjero y el Kremlin puede decir: ‘No tiene nada que ver con nosotros'».
Algunos sugieren que la agencia de inteligencia militar de Rusia, la GRU, financia y supervisa en secreto al Grupo Wagner.
Su base de entrenamiento en Mol’kino, en el sur de Rusia, está al lado de una base del Ejército ruso.
Rusia ha negado sistemáticamente que Wagner tenga alguna relación con el Estado, concluyó Jorge Elías Castro Fernández.
COMMENTS