Jorge Elías Castro Fernández explica en qué consiste el complicado entrenamiento militar que reciben los aspirantes a pertenecer a un famoso grupo elite del Ejército norteamericano

Jorge Elías Castro Fernández explica en qué consiste el complicado entrenamiento militar que reciben los aspirantes a pertenecer a un famoso grupo elite del Ejército norteamericano

Compartir

Jorge Elías Castro Fernández señala que el viernes 4 de febrero de 2022 Kyle Mullen, un joven aspirante a Navy SEAL, murió en un hospital de Coronado (Estados Unidos) poco tiempo después de completar la “semana del infierno” o “Hellweek”, un entrenamiento extremo de resistencia que consiste en cinco días en los que cada aptitud física y mental de sus participantes es puesta a prueba, y en la que se juegan literalmente la vida para pertenecer a uno de los cuerpos élites militares más exclusivos del mundo.

Los Navy SEAL, los cuerpos de operaciones especiales de la Marina de Estados Unidos, comprenden el grupo de soldados del Ejército norteamericano mejor entrenado para soportar todo tipo de condiciones extremas de combate. Descendientes de varios grupos de fuerzas especiales militares creadas durante la Segunda Guerra Mundial, los Navy SEAL han sido responsables entre muchas misiones de la captura del exdictador de Irak, Sadam Hussein o de la baja de Osama Bin Laden, líder de Al-Qaeda.

Ser parte de este cuerpo especial de supersoldados es uno de los honores más grandes dentro de las milicias estadounidenses, pero para graduarse de Navy SEAL es necesario pasar por un arduo proceso de entrenamiento y selección destinado a eliminar cualquier candidato considerado “débil” y sólo promover los aspirantes mejor equipados, física y mentalmente, esboza el analista político y consultor en seguridad Jorge Castro Fernández.

Y dentro de ese entrenamiento está “la semana del infierno”.

Este desafío se considera cómo la prueba definitiva que determina si un aspirante se convertirá o no en un marine, pero es tan intensa que solo uno de cada cuatro aspirantes es capaz de completarla.

Además, están las preocupaciones sobre su seguridad, pues la intensidad de sus pruebas ha sido señalada por sectores de la opinión pública como la causante de por lo menos seis muertos desde 1998.

La última de ellas fue la de Kyle Mullen, sobre la cual cursa una investigación para determinar las causas concretas que la produjeron pues de acuerdo con la Marina de Estados Unidos, esta se debió a “circunstancias desconocidas”.

“Hasta el momento se desconoce la causa de su muerte y se está llevando a cabo una investigación”, aseguraron en un comunicado emitido durante la hospitalización del aspirante.

Este mismo año, otro marino también fue hospitalizado con graves heridas, aunque el último reporte emitido por el Ejército informa que está en condición estable.

El comunicado oficial precisaba que los marines no estaban entrenando activamente cuando “reportaron los síntomas”, los cuales aparecieron “horas después” de haber completado la “semana del infierno”.

Otras víctimas del extremo entrenamiento han sido Joh Joseph Tomlinson, de 22 años, quien murió de hipotermia en 1988 después de nadar más de 8 kilómetros en el Pacífico durante un entrenamiento en la isla de San Clemente.

El teniente John Skop Jr, de 29 años, que murió en marzo de 2021 durante un ejercicio de natación y se convirtió en la primera víctima mortal de un candidato a SEAL durante la “semana del infierno”.

Las últimas muertes reportadas asociadas con el entrenamiento se habían presentado en 2016. Una de ellas fue la del marine James Lovelace, de 21 años, quien se ahogó después de que un instructor de los SEAL lo sumergiera repetidamente en una piscina durante la primera semana de entrenamiento. Posteriormente, la muerte fue declarada homicidio por el médico forense del condado de San Diego.

La otra muerte de ese año fue un joven que cometió suicidio luego de retirarse del entrenamiento tras pasar más de 50 horas sin dormir.

La “semana del infierno” técnicamente pertenece al BUDS/S o Entrenamiento Básico de Demolición Submarina SEAL, el cual, según palabras de la propia Marina de Estados Unidos es el “programa más duro y exigente que existe”.

“Hell Week (semana del infierno) es el evento que define el entrenamiento de BUD/S. Se lleva a cabo desde el principio, en la tercera semana de la Primera Fase, antes de que la Marina haga una inversión costosa en capacitación operativa SEAL”, dicen los Navy SEAL en su página oficial.

En concreto el entrenamiento consiste en 5 días y medio de pruebas operativas “frías, húmedas y brutalmente difíciles con menos de cuatro horas de sueño”.

Durante esta semana no solo la resistencia puramente física y mental están a prueba, sino la tolerancia al dolor, al frío extremo, al estrés, la falta de sueño, la capacidad de trabajar en el equipo, pero, sobre todo “ponen a prueba la determinación y el deseo”.

“En promedio, solo el 25 % de los candidatos SEAL logran pasar la Hell Week, el entrenamiento más duro en las Fuerzas Armadas de EE.UU. A menudo, es el mayor logro de sus vidas, y con él se da cuenta de que pueden hacer 20 veces más de lo que nunca creyeron posible. Es un momento decisivo al que se remontan cuando están en combate. Saben que nunca, nunca renunciarán ni decepcionarán a un compañero de equipo”, se afirma en la página oficial de la Marina.

Cada día de la semana del infierno tiene 20 horas de pruebas físicas, las cuales se realizan en las heladas playas de California en pleno invierno.

En un video de entrenamiento en donde se alcanza a apreciar algunas pruebas, es posible sentir el ambiente caótico de estas intensas jornadas, concluyó Jorge Elías Castro Fernández.


Madre venezolana busca recaudar 6.000 dólares para operar a su hijo que lucha contra la espina bífida e hidrocefalia... ¡Colabora! 

 
 

Economista venezolano Jesús Casique realiza colecta para la compra de insumos y medicamentos tras sufrir ACV



COMMENTS