El desembarco de Ikea en Latinoamérica abre incertidumbre sobre el origen de la materia prima que utilizarán para hacer sus muebles de diseño; Falabella, que maneja las tiendas de la marca sueca en Sudamérica, aumentó la importación de madera brasileña mientras prepara la apertura de nuevas tiendas en Chile, Colombia y Perú. El grupo chileno importó madera sin procesar en 2021, el año previo a la apertura del primer local en conjunto, como nunca antes en los últimos años. Su influencia en Perú es cada vez más grande: la madera procesada de la empresa representa la mitad de toda la que ingresa por los puertos del país. Los expertos alertan sobre la falta de información sobre los proveedores de ambas compañías.
La expansión de Ikea, que irrumpió en el mercado europeo hace décadas y disparó la demanda y el consumo de madera, ha dado sus primeros pasos en América Latina. El vendedor de muebles más grande del mundo selló una alianza con el grupo chileno Falabella para desembarcar con una decena de locales en la región. La primera tienda abrió en Santiago de Chile, y anuncian que habrá más Ikea en Perú y Colombia, donde están previstas nuevas inauguraciones hasta el 2023, revelaron Iván Ruíz y Gianfranco Huamán en Ojo Público.
La llegada del más importante consumidor mundial de madera abre una interrogante ante las posibles consecuencias sobre esa materia prima en la región. ¿Cómo impactará la llegada de Ikea en los bosques amazónicos? Los datos sobre el comercio global analizados por OjoPúblico revelan un aumento de las importaciones de madera desde Brasil de parte de Falabella en Chile y Perú en los últimos dos años.
Brasil se convirtió desde 2018 en uno de los países que más madera aportó para esta cadena chilena de retail que maneja las tiendas de Ikea en Latinoamérica. Esta tendencia creciente en la importación de madera brasileña y la negativa de Ikea a revelar el origen de la materia prima que usará en las tiendas latinoamericanas despierta la preocupación de los expertos en el comercio de madera.
“Con su legado de escándalos sin resolver en Europa, la entrada de Ikea en nuevos y enormes mercados en América Latina es preocupante. El continente alberga algunos de los bosques más críticos para el clima que nos quedan, y como mayor consumidor de madera del planeta, su negativa a responder a las preguntas sobre la procedencia de la madera que usará en estas nuevas tiendas debería hacer saltar las alarmas”, dice Tara Ganesh, investigadora de Earthsight.
Esta organización ambientalista reveló el año pasado que Ikea abastecía el mercado europeo con muebles realizados con madera proveniente de la tala ilegal en Rusia.
Como parte de esta investigación, OjoPúblico preguntó a la empresa sueca y a su franquicia Sudamericana (Falabella) sobre el origen de la madera que utilizarán en sus tiendas latinoamericanas, pero ambas se negaron a dar información precisa sobre el tema. Tampoco negaron que sus proveedores para abastecer a las tiendas Ikea de América Latina sean brasileños.
“Los proveedores de Ikea se abastecen de materias primas y fabrican productos en muchos países y regiones del mundo. No especificamos el origen del material de productos concretos, ya que éste puede variar en función del tiempo y la disponibilidad. Sin embargo, exigimos a todos los proveedores que se abastezcan de madera que cumplan nuestros requisitos de fuentes más sostenibles: Madera certificada por el Forest Stewardship Council (FSC) o reciclada”, respondieron a OjoPúblico desde la oficina central de Ikea, en Londres.
Ante la falta de información oficial, expertos como Tara Ganesh advierten: “Las investigaciones recientes han revelado que Ikea ha utilizado cuero y madera de fuentes muy controvertidas en los últimos años. Con los problemas sistémicos que subyacen a estos escándalos sin resolver, la entrada de Ikea en nuevos mercados que albergan algunos de los recursos forestales más críticos para el clima de la Tierra debería hacer saltar las alarmas a los consumidores de la zona”.
Las importaciones de madera de Falabella aumentaron en Chile y Perú en los años posteriores a la firma del acuerdo con Ikea: tanto la madera sin procesar como los recortes de madera procesada, ambos clave para la confección de muebles, aumentaron entre 2018 y 2021, según los datos de exportaciones e importaciones analizados por OjoPúblico para esta investigación.
En 2021, el año previo a la apertura de la primera tienda de Ikea, el grupo Falabella importó madera sin procesar como nunca antes en los últimos años en Chile: fueron casi 80.000 toneladas, más del doble de lo que ingresó en 2020, cuando ni siquiera se habían alcanzado las 40.000 toneladas. Las importaciones también superaron con amplitud las cifras previas a la pandemia.
También se duplicaron las importaciones de madera procesada de Falabella Chile en 2021: los envíos saltaron hasta superar las 25.000 toneladas. La tendencia se repitió en Falabella Perú, donde se tiene previsto abrir la nueva tienda en los próximos meses. Los ingresos de madera procesada crecieron un 50% en 2021.
Las 32.000 toneladas importadas por este grupo de retail representan más de la mitad de toda la madera procesada que ingresa a los puertos peruanos.
¿Cuál es el origen de la madera que importó Falabella? Brasil es uno de los principales proveedores, cuyas exportaciones hacia Chile y Perú tuvieron un llamativo crecimiento en el último año, según los datos oficiales revisados por OjoPúblico. La madera brasileña sin procesar pasó de 2.000 toneladas a 15.000 toneladas para la sede chilena del holding.
La mayoría de la madera sin procesar importada desde Brasil son tableros como el Oriented Strand Board, un compuesto de retazos de conglomerado. El 32% de esas importaciones son estas tablas compuesta habitualmente por virutas de madera de pino encoladas a presión, que suelen utilizarse para la construcción de muebles o, incluso, por su aspecto pintoresco, también para decoración.
Tanto el pino como el eucaliptos son maderas que suele utilizar Ikea para sus muebles, cuyas plantaciones pueden encontrarse en el nordeste de Brasil y en el estado de Mato Grosso do Sul, según los expertos consultados.
“Es muy difícil tener la certeza de que la madera brasileña utilizada para la construcción de muebles es legal porque el sistema que tenemos es fallido. Ya identificamos decenas de maneras de falsificar nuestro sistema. Prácticamente no hay controles de las autoridades. El 85% de los planes forestales que auditamos tenían indicios de fraudes”, indicó a OjoPúblico Romulo Batista, responsable de la Amazonia para Greenpeace Brasil.
El especialista indicó, además, que el propio sistema brasileño permite “maquillar” la madera que es extraída ilegalmente para importarla legalmente a otros países.
Brasil es el más grande proveedor de la madera procesada que utiliza Falabella Perú. Este holding aumentó las importaciones de maderas procesadas desde Brasil hacia Perú el último año en un 50% hasta llegar a 28.000 toneladas. ¿Qué tipo de madera procesada? El código aduanero no indica la especie de madera, pero sí que son muebles o partes de muebles.
Las importaciones de madera procesada son menores en Chile, pero el crecimiento se multiplicó por diez justo en el año previo a la inauguración de la primera tienda de Ikea hasta llegar a las 3.100 toneladas. El código arancelario indica que la mayoría de esos cargamentos también traían “muebles de madera”. Además del pino y eucaliptus, la empresa sueca indicó que también suelen utilizar abedul, haya, roble, acacia y álamo.
Miguel Ángel Soto, especialista en madera de Greenpeace en España, estudió la composición de los muebles de Ikea. “La empresa suele utilizar maderas templadas, solo maderas duras. Nunca los he visto trabajar con maderas tropicales. La madera que se vende en las tiendas de Europa tiene como origen bosques boreales del norte de ese continente”, explicó ante la consulta de OjoPúblico.
“Ikea empieza a usar madera de eucaliptus, cuyas plantaciones están en Brasil. También el sur de Chile y Argentina tienen muchas plantaciones de maderas coníferas como las que suele utilizarse para sus muebles. De todas formas, no veo a Ikea metiéndose en el Amazonas, en el jardín de la madera tropical, porque podría tener un importante problema más de reputación”, sostuvo Soto. / Más en Ojo Público
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