Por Luz Elizondo
El Condumio | Opinión
Alexander Marcos Schechner Cohen, un venezolano apodado «El Abuelo», ha sido objeto de múltiples denuncias por presuntos delitos de estafa, extorsión y fraude, además de manipulación informativa, tanto en Venezuela como en Estados Unidos, donde reside actualmente. Schechner Cohen ha sido vinculado con dirigentes políticos de la oposición venezolana, artistas, influencers y empresarios, a quienes habría utilizado para sus «negocios sucios».
Contra Schechner Cohen también habría casos judiciales en Venezuela por supuesto fraude a la ahora extinta Comisión Nacional de Administración de Divisas (CADIVI), organismo del que Schechner habría recibido grandes cantidades de dólares preferenciales.
Un supuesto perseguido político que trabajó para el chavismo
Según el Registro Nacional de Contratistas de Venezuela, Schechner Cohen fue el representante legal de la empresa Constructora Konstruhen 3000, C.A., que en el año 2013 obtuvo contratos de la Fundación para el Fortalecimiento Regional del Estado Falcón (FUNDAREGIÓN), un organismo adscrito al gobierno del estado Falcón, controlado por la entonces gobernadora chavista Stella Lugo, encargado de la construcción y mantenimiento de escuelas. Constructora Konstruhen 3000 también estuvo a cargo de obras privadas, como el Centro Comercial Espartacus, también en Falcón.
Sin embargo, Schechner Cohen se presentó desde al menos el año 2016 como un perseguido político en Miami, a pesar de que viajaba con frecuencia a Venezuela sin inconvenientes. En el año 2017, participó activamente en las protestas callejeras contra el gobierno de Nicolás Maduro, liderando a un grupo de jóvenes manifestantes opositores, algunos de ellos encapuchados. En ocasiones, Schechner fue confundido en las protestas callejeras con el asambleísta ecuatoriano Juan Flores.
Acusado de extorsión
Schechner Cohen ha sido acusado de extorsionar a diferentes personas, haciéndose pasar por amigo de figuras públicas como los políticos opositores María Corina Machado, Juan Guaidó, Lilian Tintori, el cantante Miguel Ignacio Mendoza (Nacho) o el influencer Irrael Gómez. Según las denuncias, Schechner Cohen utiliza distintas cuentas en Instagram para amenazar con difamar a sus víctimas y exigirles dinero para no hacerlo. Además, es señalado de valerse de la complicidad de funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), fiscales, jueces y abogados corruptos, para conformar una organización criminal estructurada.
Schechner Cohen también ha sido señalado de usar la imagen de su amigo Nacho para promocionar una marca de ropa y de lucrarse con organismos controlados por el chavismo en Venezuela, mientras se mostraba públicamente como un opositor radical.
Relaciones en el mundo artístico y otras acusaciones en su contra
Schechner Cohen fue uno de los fundadores del portal de noticias venezolano Caraota Digital, donde habría censurado y manipulado la información según sus intereses políticos y económicos. También fundó una empresa de relaciones públicas para artistas llamada Alex Marketing & Management y dirigió en Florida la empresa Hurricane Music Group Distribution. Actualmente dirige otra compañía llamada Goals Muzic. Schechner Cohen también es el creador del movimiento Artistas por Venezuela y ha sido productor musical del dúo Servando y Florentino.
En el año 2018, una influencer de las redes sociales lo denunció por haberle entregado 70 camisetas para venderlas y recaudar fondos caritativos, las cuales Schechner nunca devolvió ni rindió cuentas.
Schechner Cohen ha sido requerido por las autoridades venezolanas a través de Interpol por los presuntos delitos cometidos en Venezuela. Sin embargo, sigue resguardado en Estados Unidos, donde continúa siendo señalado por su supuesta participación en nuevas estafas, junto con el también venezolano Gianpiero Passariello Safar.
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