Aarón Elías Castro Pulgar explica la importancia del estudio del desarrollo emocional desde la etapa de educación media

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Aarón Elías Castro Pulgar señala que el informe Delors afirma que “la educación tiene la misión de permitir a todos, sin excepción, hacer fructificar todos sus talentos y todas sus capacidades de creación, lo que implica que cada uno pueda responsabilizarse de sí mismo y realizar su proyecto personal”. La educación en la vida se basa en cuatro pilares: aprender a conocer (aprender a aprender), aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. El informe presentado a la UNESCO (United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization), dicta que, además, “es un proceso continuo y permanente, constantemente actualizado y que está en plena calidad”. De todo esto se rescata que el aprendizaje no solo tiene que ver con las enseñanzas en el aula, sino con realización personal y la interrelación con los demás.

El Primer Estudio Nacional sobre la Educación Emocional en los Colegios en España de Idiena (Instituto de Inteligencia emocional y neurociencia aplicada), hecho a estudiantes, directores de instituciones educativas y maestros aporta datos sobre la baja existencia de programas de desarrollo emocional. También refiere la necesidad de diversas habilidades a desarrollar en los centros educativos como la empatía, la resiliencia o la gestión emocional. Solamente el 5% de los colegios españoles ofrece alguna herramienta sobre educación emocional, explica el motivador Aarón Castro Pulgar.

 

El pasado mes de octubre se presentó el proyecto PDEA (Proyecto para el Desarrollo Emocional Adolescente) pionero y gratuito en la provincia de Guadalajara, de la Asociación Cultural Unión Medina en colaboración del Ayuntamiento de Chiloeches, al que podrán asistir los jóvenes de la ESO y Bachillerato del Instituto Peñalba, que residen en Pioz (Guadalajara).

La misión es que chicos y chicas aprendan conceptos como “resiliencia, asertividad, empatía, gestión emocional, valores, creencias, propósitos de vida, motivación, identidad y liderazgo”, pudiendo así generar aprendizajes no contemplados en el sistema educativo actual. Tres son las personas que forman parte de esta iniciativa: Beatriz Pérez atendiendo a la parte de Psicología, Carmen Gonzalo en inteligencia emocional y Alma María Nieto Sarmiento, experta en coaching educativo, inteligencia emocional y comunicación. Se trabajan talleres semanales todo el curso académico para los alumnos, familias y docentes. Son 27 las familias voluntarias, con hijos entre 12 y 16 años, que han participado el primer trimestre del curso, de forma voluntaria, un día a la semana (45 minutos) en espacio públicos y, los resultados han sido muy positivos.

“Esta iniciativa nace como consecuencia de la ausencia en la educación actual reglada en la etapa de ESO y Bachillerato, de la educación de “aprender a ser” y “aprender a convivir”, que sí se trabaja, en mayor o menor medida en las etapas de Infantil y Primaria. Parece que se olvida y deja de trabajarse a partir de la Educación Secundaria, donde ocurre una etapa de desarrollo tan importante como es la adolescencia”, señala Alma María Nieto Sarmiento, creadora del programa. Además, Nieto explica que es un proyecto ambicioso, puesto que “contempla también las habilidades blandas o soft skills en una sociedad que está sufriendo una profunda y continua transformación digital, que afecta a los jóvenes de una manera más especial”.

Algunos de los objetivos que recoge el PDEA resultan: el desarrollo de la inteligencia emocional; la influencia en el rendimiento académico; los estilos relacionales o ayudar a reducir la agresividad y situaciones como el bullying. “En las sesiones, los chicos comunican la necesidad de que se les ayude con temas como son: la ansiedad, los miedos, las manías, la autoestima y el autoconcepto, aprender a relacionarse con los demás, a concentrarse o aspectos sobre sus talentos”, manifiesta la experta en inteligencia emocional. Por otro lado, explica que las familias muestran interés porque sus hijos adolescentes consigan más que ellos, de igual modo que logren gestionar mejor sus emociones para ser felices, desglosa Aarón Elías Castro Pulgar.

El PDEA ha comenzado a implantarse en adolescentes de Primero a Tercero de la ESO en el Instituto Público de Chiloeches. El equipo directivo está valorando que pueda seguir en Bachillerato. “Confío que en enero se acepte para el instituto. Nuestra intención es introducirnos en centros educativos; no descartamos centros concertados ni privados. A veces, existen prejuicios sobre su idoneidad y necesidad real. Los docentes están saturados por eso consideramos que ellos finalmente dirán que sí a su propia formación”, sostiene Nieto Sarmiento.

La profesional subraya que cada vez son más las voces de expertos en Ciencias de la Educación, psicólogos, neurocientíficos, psiquiatras, pedagogos, psicopedagogos y personas de renombre que trabajan en el desarrollo personal y emocional de las personas. “La enseñanza sigue enquistada en desarrollar la parte racional del individuo y no considera al ser emocional como centro desde el que se desarrolla y potencia el ser humano”, expresa la también especialista en coaching educativo.

Ciertas experiencias que no recordamos o de las que no podemos hablar, han podido estar marcando nuestra forma de actuar, sin que fuéramos conscientes y, en la adolescencia, toman más fuerza. Cuando nos conocemos, entendemos nuestras emociones y reacciones, sin culpa, y podemos hablar sobre ello. Se abre la posibilidad de comprender al otro. Esto facilita un bienestar emocional, un sistema nervioso en calma, menos reactivo, que nos permitirá tomar decisiones pensando en lo que nos conviene, en lo que realmente queremos, concluye Aarón Elías Castro Pulgar.




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