El 24 de agosto de 1992, en medio de la llegada del Huracán Andrew a Miami, nació el periódico El Venezolano, con la misión de conectar a la entonces pequeña comunidad venezolana que residía en el Sur de la Florida. Su fundador, Oswaldo Muñoz, recuerda con humor la anécdota: “Llegamos con la fuerza de un huracán. Tuvimos que cambiar la portada y suspender la salida del primer número hasta el 30 de agosto”.
Hoy, 32 años después, desde la perspectiva actual, Muñoz reflexiona sobre el camino recorrido: “Todo lo que se ha logrado es gracias al equipo que ha estado con nosotros. Con su esfuerzo y trabajo, hemos podido convertirnos en una referencia no solo para la comunidad venezolana, sino también para la comunidad hispana de Miami”.
El impacto de El Venezolano se ha extendido más allá de la simple publicación de noticias. A lo largo de su trayectoria, el periódico ha sido un actor clave en la organización de eventos y la creación de iniciativas que han fortalecido a la diáspora venezolana en Estados Unidos.
El legado del Festival Independencia de Venezuela y otros hitos importantes
Uno de los logros más destacados de El Venezolano es la creación y organización del Festival Independencia de Venezuela, que durante 26 años se consolidó como la fiesta venezolana más grande de los Estados Unidos. Este evento no solo sirvió como un espacio de encuentro y celebración para la comunidad, sino que también promovió la cultura venezolana en el Sur de la Florida.
El compromiso de El Venezolano con el periodismo de calidad también ha sido reconocido. En 2002, el periódico recibió el Premio Nacional de Periodismo en la categoría de investigación por una serie de trabajos realizados por la periodista Rosa Uztariz y su equipo. Estos trabajos denunciaron la violencia policial contra un joven venezolano, demostrando el compromiso del periódico con la justicia social y la defensa de los derechos humanos.
Otro hito importante en la historia de El Venezolano fue la creación de la Fundación Nacional Venezolana Americana, la primera organización cívica venezolana americana. Esta fundación, de la cual Oswaldo Muñoz fue su primer presidente entre 1996 y 1999, brindaba asistencia migratoria gratuita y asistencia médica a través de convenios con dos hospitales de la ciudad. Esta iniciativa refleja la vocación de servicio y el compromiso social que siempre ha caracterizado a El Venezolano.
Expansión internacional y la incursión en la televisión
A partir del 2008, El Venezolano inició un proceso de expansión internacional, llevando su modelo a otras ciudades con una importante presencia de venezolanos. Se crearon ediciones de El Venezolano en Panamá, Orlando, Houston, Costa Rica, Bogotá y Madrid, consolidando su posición como un medio de comunicación de referencia para la diáspora venezolana en el mundo.
En 2013, El Venezolano dio un salto importante al fundar El Venezolano TV, primero en streaming el 23 de enero y luego en diciembre en el cable 81 de Comcast. Sin embargo, Muñoz comenta con cierta resignación sobre el destino de este proyecto: “Por obra y gracia del Espíritu Santo, sin regalarla ni venderla, nuestras acciones fueron a parar en unas peligrosas manos, pero en fin, es nuestra creación y eso es inocultable”.
A pesar de los desafíos, El Venezolano continúa con sus ediciones impresas y online, adaptándose a los cambios en el panorama mediático. Muñoz finaliza expresando su gratitud. Agradece a todos quienes siguen creyendo en el medio para promocionar sus productos y servicios, y por supuesto, a sus fieles lectores y colaboradores, pues sin ellos no sería posible que cada jueves El Venezolano esté en sus manos y en sus pantallas.
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