Sunaval concede autorización a Ron Santa Teresa para ofertar 300.000 dólares en papeles comerciales en medio de críticas de “favoritismo” contra el empresario Alberto Vollmer

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La Superintendencia Nacional de Valores de Venezuela (Sunaval) informó el martes 7 de diciembre que autorizó la oferta pública de papeles comerciales de Ron Santa Teresa, por un monto de 300.000 dólares “totalmente garantizados en moneda extranjera”.

De acuerdo con la Sunaval, estos valores serán destinados a optimizar y ampliar el proyecto de exportación de productos del ron venezolano, reveló El Cooperante.

https://twitter.com/Sunaval_Oficial/status/1468193529826463746?s=20

Los títulos tendrán una tasa de rendimiento de 8% y a un plazo de 180 días.

Hasta finales de octubre, los papeles comerciales autorizados en dólares por la Sunaval alcanzaron 1,6 millones de dólares.

La emisión de títulos valores se ha convertido en la escapatoria de las compañías venezolanas ante el cerco crediticio que ocasiona el elevado encaje legal, que se encuentra en 85% desde enero.

Si bien el encaje legal vigente representa una “mejoría” comparado con el 100% en que estuvo fijado en 2019, sigue siendo insuficiente para que se normalice el entorno crediticio.

Ante la incapacidad de la banca para ofrecer financiamiento, las empresas han encontrado una válvula de escape en los papeles comerciales, sobre todo a raíz de la dolarización transaccional que se ha extendido por el país desde hace alrededor de dos años.

El papel comercial es un instrumento de financiamiento a corto plazo, que se ofrece en el mercado con un porcentaje de descuento aplicado a su valor nominal.

Las empresas que más han acudido a este mecanismo este año, para conseguir los fondos que les permitan realizar las inversiones son Genia Care, Cargill de Venezuela, Agribrands Purina Venezuela S.R.L, Calox Internacional, C.A., C.A. Destilería Yaracuy, Steritex, C.A., Coca Cola Femsa de Venezuela, S.A., Comporación Serca, C.A., Industrias Hugg 82, C.A., C.A. Central la Pastora, Moliendas Papelón, S.A., Central El Palmar, S.A., Charcutería Venezolana, C.A. (Charvenca), Procesadora Marsoca, C.A., Pasteurizadora Táchira, C.A., Destilería Carúpano, C.A., Alimentos FM, C.A., Galaxia Médica. C.A, Dayco Telecom, C.A., Netuno, C.A., entre otras.

Favoritismo

Las autorizaciones de emisión de papeles para Ron Santa Teresa por parte del Gobierno de Maduro han provocado que algunos se refieran a un posible “ventajismo” y “favoritismo” en sus negocios, del que suponen gozaría Alberto Vollmer en sus negocios, a diferencia de otros empresarios en Venezuela.

Empresario chavista o “colaboracionista” del gobierno chavista es la manera como algunos definen al empresario Alberto Vollmer por sus privilegios en Venezuela y buenas relaciones con Hugo Chávez y Nicolás Maduro, con los que ha mantenido comunicación y ha negociado en diferentes oportunidades, reveló Karem Galvez en Expresa.

Las respuestas de Vollmer, dueño de la empresa Ron Santa Teresa, C.A y de la Central El Palmar, S.A, dedicadas a la preparación de bebidas alcohólicas y azúcar, respectivamente, a una entrevista en el año 2017 lo dejan claro

¿Le molesta que le digan “empresario chavista”, porque ha asistido a las reuniones que el Gobierno ha pautado?

—No, no me molesta para nada. No me quita ni me da….

Usted como empresario ha estado en las mesas de trabajo con Hugo Chávez y con Nicolás Maduro, ¿cuáles son las grandes diferencias entre uno y otro?

—Creo que Chávez era un gran comunicador. Maduro tiende a ser más negociador. Chávez era muy perseverante y tenía una visión muy formada en su cabeza de las cosas. Maduro es una persona más negociadora, que busca conciliar algunas cosas más de las que se le atribuyen. No le ha tocado fácil, porque tuvo que asumir la misión de otro y donde estaban las cosas en ese momento.

Desde 2020 el chavismo ha acelerado sus planes de llevar a cabo una «dolarización» de la economía venezolana. El proceso ha tenido un grupo empresarial aliado de Maduro como el primer beneficiado, Ron Santa Teresa.

De acuerdo con un comunicado de la Superintendencia Nacional de Valores en 2020, esa empresa fue autorizada para hacer la primera «oferta pública de papeles comerciales en moneda extranjera».

El monto de la operación fue de 300 mil dólares, que serían empleados para «optimizar y ampliar» el proyecto de exportación de productos de ron venezolano.

De acuerdo con Bloomberg, funcionarios del Banco Central de Venezuela habían convocado a firmas financieras locales para discutir planes para crear un sistema de compensación y liquidación en dólares estadounidenses. El sistema comenzaría a funcionar en 2021.

La medida también permitiría a los bancos ofrecer préstamos en dólares, lo que podría impulsar un mercado crediticio local. La idea es que se conviva con el bolívar en el sistema bancario.

En 2017, Alberto Vollmer, presidente de Ron Santa Teresa, alabó las políticas económicas de Maduro durante un acto en el que recibió más de 4 millones de dólares de financiamiento provenientes del Gobierno chavista. El empresario ha aparecido en fotos con personajes del chavismo como Tareck El Aissami, Iris Varela y el propio Maduro.

A principios de 2020, Ron Santa Teresa vendió un millón de acciones. Era la primera operación de ese tipo en la Bolsa de Caracas en 11 años.

El movimiento era aupado por un grupo de empresarios que auguraba una transición económica como la de China en la década de 1980.

“Colaboracionista” para unos y “visionario” para otros, Alberto Vollmer, presidente de Ron Santa Teresa, recordó entonces la reapertura de la Bolsa de Shanghái hacía tres décadas. Otro empresario, Horacio Velutini, del Fondo de Valores Inmobiliarios, también se mostraba convencido de una liberación de la economía de Venezuela.

Los dos empresarios formaban parte de un grupo autodefinido como «optimistas anónimos». Hombres de negocios, banqueros e inversionistas venezolanos que apostaban a entenderse con el Gobierno venezolano para hacer negocios.

La pandemia frustró esos supuestos planes de apertura económica con lo que contaban esos empresarios.

Sobre la emisión de papeles comerciales en moneda extranjera, Alberto Vollmer, presidente ejecutivo de Ron Santa Teresa, dijo en comunicado de prensa en 2020: «Esperemos que esta sea la primera de muchas emisiones en moneda extranjera, para que todas las empresas que siguen invirtiendo en nuestro país puedan hacer crecer su capacidad».

Ya en 2017, Ron Santa Teresa había recibido un financiamiento por 4.390.875 dólares para la adquisición de activos fijos durante un acto titulado «Expo Venezuela Potencia» que encabezó el propio Nicolás Maduro.

En ese momento, Vollmer dijo reconocer el compromiso de Maduro, para trabajar junto al sector privado y decía que “en función de esas inversiones, en función de esa transformación de materia prima en producto terminado se puede generar empleo, se puede regenerar la inversión y se puede transformar esa materia prima en productos de exportación”.

El empresario también alabó en ese acto las modificaciones a los controles cambiarios para facilitar la adquisición de dólares por parte de los empresarios para destinarlos a sus actividades productivas.

En 2019 se aseguró que Vollmer había tenido una reunión con representantes del Departamento de Estado de Estados Unidos, actuando como emisario de Maduro, algo que el propietario de Ron Santa Teresa negó fuese cierto.

El tatarabuelo de Vollmer fue un inmigrante alemán, patriarca de una conocida familia de industriales que en 1796 fundó una señorial hacienda entre los cañaverales del municipio Revenga, en Aragua, y empezó a producir ahí un famoso ron. Poco después de la llegada del «comandante” al poder en 1999, el actual heredero de Santa Teresa perdió parte de esas tierras por una invasión.

A Vollmer, sin embargo, no se le escucha hablar mal de Chávez, presidente hasta su muerte en 2013, ni de su sucesor, Nicolás Maduro, en medio de la peor crisis económica de la historia contemporánea de Venezuela. Por ése y otros motivos algunos antichavistas, sobre todo del exilio, ven con suspicacia al empresario al que acusan de servir de «embajador del régimen”.

En 2018 un artículo de «The New York Times” sugería la posibilidad de un boicot contra las exportaciones de emblemáticas marcas de rones venezolanos como Santa Teresa o Diplomático, porque sus compañías hacen negocios en medio del deterioro de la democracia y los atropellos contra los derechos humanos en el país sudamericano.

El empresario coopera con el sector público como presidente de Conapri (Consejo Nacional para la Promoción de Inversiones).

Y mientras otras marcas famosas de ron venezolano como Pampero o Cacique están ya en manos extranjeras, Santa Teresa sigue siendo una compañía privada enraizada en Venezuela tras 222 años de historia.

La empresa representa una esperanza en medio de la crisis dice su propietario para defenderse de las críticas. «Unas 7.500 personas dependen de nosotros”, argumenta. Por eso asegura que no considera dejar Venezuela con su esposa y sus tres hijos.

En el valle de Aragua, en los alrededores de esa hacienda histórica donde Simón Bolívar ratificó la proclama de la abolición de la esclavitud en el siglo XIX, se puede observar cómo el empresario concibe esa herramienta.

Además de como el magnate del ron, Vollmer es conocido ahí por sus programas sociales, entre ellos «Proyecto Alcatraz”, una iniciativa para reintegrar presos y combatir a las bandas criminales de la región.

«Alcatraz” nació cuando tres «malandros” intentaron robar en la finca en 2003 y atacaron a un vigilante. Vollmer asegura que evitó que la Policía los ejecutara una vez capturados y creó el programa para darles una perspectiva a las bandas, patrocinando equipos de rugby y ofreciéndoles a los ex presidiarios trabajo como guías turísticos en la hacienda.

«Yo quise ver eso como una negociación. ¿Cuáles son sus intereses?”, señaló en una entrevista en 2018. Vollmer se alió con sus enemigos de turno.

De la misma manera se acercó a los hombres que invadieron sus terrenos cuando Chávez empezaba a causar furor con su discurso contra la injusticia social y fustigaba a «oligarcas” y «terratenientes”.

Al ser el heredero de una de las familias más ricas de Venezuela, Vollmer reúne muchas de las características para ser considerado un enemigo del gobierno socialista instaurado en Venezuela por el fallecido Hugo Chávez.

Pero no lo es. De hecho, ha sido también calificado como «la oveja negra de la oligarquía», en crítica no solo a su proyecto quizá poco ortodoxo, sino a su relación con el gobierno, que se materializa en su participación en la Comisión para el Mercosur, designada por el propio presidente, Nicolás Maduro.

El 03/07/07, el ex mandatario Hugo Chávez reconoció que era uno de sus “buenos amigos” entre los empresarios venezolanos durante una gira por Rusia, Bielorrusia e Irán, y llegó a expresar “más empresarios como él necesita Venezuela”.

Posteriormente, el 28/01/2010, durante el Primer Encuentro Productivo Socialista realizado en Miraflores, aplaudió la devaluación decretada por Chávez, asegurando que “después de estas medidas, para los exportadores, no solamente para los roneros, se hace mucho más fácil competir”. El 14/08/2012 fue designado por el Gobierno como uno de los representantes del sector privado Venezolano ante el Mercosur.

Durante la Expo Aragua Potencia 2015, se sentó junto al gobernador de la entidad, Tareck El Aissami en la inauguración del evento, presentado por El Aissami como un modelo a seguir para la empresa privada en Venezuela.


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