Según información extraoficial, las autoridades venezolanas han procedido al arresto de los hermanos De Grazia, prominentes empresarios dueños de reconocidas cadenas de restaurantes en Estados Unidos. Esta medida drástica se enmarca en las investigaciones en torno al escabroso escándalo de corrupción que salpica al exministro Tareck El Aissami y sus presuntos cómplices.
Según informes extraoficiales que han circulado en las redes sociales desde la noche del viernes 19 de abril, efectivos de la Policía Nacional Anticorrupción aprehendieron a los hermanos De Grazia, quienes presuntamente estarían involucrados en la trama delictiva orquestada por El Aissami. No obstante, las fuentes consultadas no han podido confirmar con precisión cuáles de los hermanos fueron detenidos: Carmelo, Daniel, Horacio y/o Levin De Grazia.
Carmelo De Grazia, figura clave en este entramado, ostenta el cargo de presidente de la Junta Directiva de Bancamiga, una entidad financiera que, según las pesquisas, habría sido utilizada como plataforma para canalizar los oscuros flujos de dinero ilícito y ejercer presión sobre el dólar paralelo.
La detención de los hermanos De Grazia representaría un viraje en la investigación que apunta a desentrañar las redes de corrupción tejidas en torno a El Aissami, exministro venezolano cuyas maquinaciones se habrían extendido desde PDVSA hasta otras empresas estatales en una trama millonaria.
Esta ola de arrestos se produce tras el avance de las indagatorias en el llamado “caso PDVSA-Cripto”, en el que al menos cinco testigos protegidos han prestado declaraciones que han desembocado en la captura de individuos clave como Simón Alejandro Zerpa, exministro de Economía y Finanzas y expresidente del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), y el empresario Samark José López, vinculado directamente con El Aissami y Zerpa.
Las indagaciones en torno al intrincado entramado de corrupción que involucra al exministro venezolano Tareck El Aissami han revelado una compleja red de maquinaciones delictivas que se extienden como tentáculos desde la estatal PDVSA hasta otras empresas estatales. En este oscuro laberinto de ilegalidades, dos figuras emergen como presuntos cómplices clave de El Aissami: Simón Alejandro Zerpa y Samark José López Bello.
El Aissami, Bello y Zerpa, quien ostentó los cargos de exministro de Economía y Finanzas y expresidente del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), una entidad creada en 2005 con el propósito de financiar megaproyectos y atender situaciones especiales, fueron detenidos el pasado 9 de abril de 2024.
Según revelaciones periodísticas, López Bello habría utilizado su supuesto banco, Bancamiga, como plataforma para canalizar los flujos ilícitos y ejercer presión sobre el dólar paralelo.
El vínculo entre López Bello y Bancamiga quedó al descubierto cuando, el 21 de mayo de 2021, el contador chileno Ariel Martínez Coujíl asumió la presidencia ejecutiva de la institución financiera. Martínez, reconocido como hombre de confianza de Samark López, había sido previamente socio de éste y de los hermanos Enrique y José Esteban Chacín Bello, primos de López Bello, en empresas offshore como Venemutuo (Panamá) y Statera (España).
En este mar de acusaciones y arrestos, un factor adicional aviva las sospechas: Bancamiga mantiene una fuerte campaña publicitaria en redes sociales para promocionar al banco y a su presidente Carmelo De Grazia en todo tipo de eventos y actividades, lo que sugiere un intento por blanquear su imagen pública.
Los hermanos De Grazia no son empresarios desconocidos. Son propietarios de las cadenas de restaurantes Bocas House, Bocas Grill, La Fontana y Francisca, agrupadas bajo el nombre Bocas Group, con sede en Miami y otras ciudades estadounidenses. La supuesta conexión de estos influyentes empresarios con el caso PDVSA-Cripto sugiere que las tentáculos de la corrupción podrían haber trascendido las fronteras venezolanas.
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