Trafigura desembolsará 127 millones de dólares para zanjar investigación sobre sobornos en Brasil

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En un acuerdo de culpabilidad alcanzado el pasado 28 de marzo de 2024, el gigante de comercio de materias primas Trafigura se comprometió a desembolsar una cuantiosa suma a las autoridades estadounidenses como consecuencia de una investigación sobre prácticas corruptas en Brasil. La empresa aceptó pagar una penalización de 80,5 millones de dólares, además de un decomiso de 46,5 millones, configurando un total de 127 millones de dólares.

Esta resolución pone fin a un prolongado escrutinio por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos, centrado en los «pagos indebidos» realizados por Trafigura para asegurarse contratos con la petrolera estatal brasileña Petrobras. La compañía admitió su culpabilidad en un tribunal federal de Miami por conspirar para violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA, por sus siglas en inglés).

Durante más de una década, comprendida entre 2003 y 2014, Trafigura y sus cómplices sobornaron sistemáticamente a funcionarios de Petrobras con el fin de obtener y preservar negocios con la empresa petrolera. A partir de 2009, los involucrados acordaron pagar sobornos de hasta 20 centavos por cada barril de productos derivados del petróleo comercializado con Petrobras.

Para ocultar este esquema corrupto, los implicados recurrieron a empresas fantasmas y canalizaron los pagos a través de intermediarios que utilizaban cuentas bancarias en paraísos fiscales. Estos conductos permitían entregar dinero en efectivo a los funcionarios brasileños sobornados. Gracias a estas maniobras ilícitas, Trafigura obtuvo beneficios por aproximadamente 61 millones de dólares.

«Durante más de una década, Trafigura sobornó a funcionarios brasileños para obtener ilegalmente negocios y cosechar más de USD 61 millones en beneficios», declaró Nicole M. Argentieri, Fiscal General Adjunta Principal y Jefa de la División Penal del Departamento de Justicia. «La declaración de culpabilidad de hoy subraya que cuando las empresas pagan sobornos y socavan el Estado de Derecho, se enfrentan a importantes sanciones. El departamento sigue decidido a combatir el soborno extranjero y a exigir responsabilidades a quienes violen la ley».

Jeremy Weir, presidente ejecutivo y consejero delegado de Trafigura, expresó en un comunicado: «Estos incidentes históricos no reflejan los valores de Trafigura ni la conducta que esperamos de cada empleado», y añadió que estaba «encantado de que el Departamento de Justicia reconociera las medidas que se han tomado para invertir en la función de cumplimiento».

Michael Nordwall, Director Adjunto de la División de Investigación Criminal del FBI, sentenció: «Las prácticas corruptas de Trafigura violaban la FCPA, y la resolución de hoy demuestra que existen penas severas para cualquier empresa que intente sobornar a funcionarios públicos».

Un historial de corrupción entre los principales operadores de materias primas

El acuerdo alcanzado por Trafigura con las autoridades estadounidenses se suma a una creciente lista de casos que han puesto al descubierto una cultura de corrupción profundamente arraigada en el núcleo de los gigantes comerciales de materias primas. Esta resolución representa el último episodio de una serie de escándalos que han sacudido a los principales actores del sector, dejando al desnudo sus prácticas deshonestas para obtener ventajas comerciales.

El comercio de materias primas, un ámbito dominado por un puñado de empresas mayormente privadas, ha operado durante demasiado tiempo en un entorno de escasa regulación y supervisión. Sin embargo, estas compañías ejercen una influencia descomunal en la economía global a través de sus vastas operaciones de compra, venta y transporte de productos básicos en todo el mundo. Según estimaciones de la consultora Oliver Wyman LLC, el sector generó ingresos conjuntos cercanos a los 100.000 millones de dólares en 2023, una cifra que refleja su envergadura.

En los últimos años, los principales operadores han visto cómo sus nombres se han visto empañados por investigaciones de corrupción que han dejado al descubierto un patrón de sobornos y prácticas deshonestas para asegurar contratos lucrativos. Rivales como Gunvor Group Ltd., Vitol Group y Glencore Plc han admitido públicamente haber pagado sobornos en diversas jurisdicciones, incluyendo Brasil, para zanjar investigaciones más amplias sobre corrupción.

Gunvor acordó este año pagar más de 660 millones de dólares para resolver cargos de soborno, mientras que Vitol firmó un acuerdo de enjuiciamiento diferido en 2020 y pagó 164 millones tras admitir haber sobornado a funcionarios en Ecuador, México y Brasil. Por su parte, Glencore desembolsó más de 1.000 millones de dólares en 2022 después de declararse culpable de cargos de soborno y manipulación del mercado en Estados Unidos, Reino Unido y Brasil.

Estos casos han puesto de manifiesto una cultura de corrupción escandalosamente extendida en un sector que durante mucho tiempo intentó distanciarse de su historial de pago de sobornos para ganar negocios. Las multas millonarias impuestas por las autoridades reflejan la determinación de combatir estas prácticas corruptas que socavan el Estado de Derecho y distorsionan los mercados internacionales.

Las consecuencias de la investigación Lava Jato en Brasil

El acuerdo entre Trafigura y las autoridades estadounidenses es el último capítulo de una saga que se remonta a la histórica operación Lava Jato en Brasil, una investigación que destapó un esquema de corrupción masiva en la petrolera estatal Petrobras. Esta senda de escándalos ha dejado al descubierto una trama de sobornos y prácticas ilícitas que han sacudido el sector de los comerciantes de materias primas a nivel global.

La operación Lava Jato, iniciada hace una década por las autoridades brasileñas, desenterró un vasto entramado de corrupción en el seno de Petrobras, desatando una serie de investigaciones que trascendieron las fronteras nacionales. Este caso emblemático desencadenó un efecto dominó que llevó a los fiscales estadounidenses a escrutar a fondo las actividades de los principales operadores de materias primas en su relación con la empresa petrolera brasileña.

Inicialmente, Trafigura negó enfáticamente las acusaciones de irregularidades. Cuando en 2020 los fiscales brasileños demandaron a la empresa y a varios de sus ejecutivos en un juicio civil por presunta corrupción en sus tratos con Petrobras, Trafigura respondió que las acusaciones «no estaban respaldadas por pruebas».

Sin embargo, las investigaciones avanzaron y cobraron fuerza a medida que los involucrados comenzaron a cooperar con las autoridades. Un exoperador de Petrobras, Rodrigo Berkowitz, se declaró culpable en Estados Unidos en 2019 de haber aceptado sobornos de varias empresas comerciales, comprometiéndose a colaborar con los investigadores.

Además del caso en Estados Unidos, Trafigura enfrenta otro proceso en Suiza, donde la empresa y uno de sus altos ejecutivos han sido acusados de sobornar a funcionarios públicos en Angola. Estos casos paralelos evidencian la magnitud del escándalo y la determinación de las autoridades de diferentes jurisdicciones por erradicar las prácticas corruptas en el sector.

La resolución con Trafigura marca el desenlace más reciente de una saga que ha sacudido los cimientos de la industria del comercio de materias primas, poniendo de relieve la necesidad de implementar controles más estrictos y mecanismos de rendición de cuentas para prevenir futuros abusos.




 

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