Especial JC.-
El hombre que ayudó a derribar a la «Reina de los Cielos»
El Comandante Jesús Romero, de origen venezolano, ha cobrado mucha notoriedad en las últimas semanas, ya que se ha convertido en invitado frecuente y obligado en distintos programas de opinión transmitidos en la plataforma YouTube. Estos espacios están dirigidos especialmente a seguidores y audiencias conformadas por venezolanos, colombianos, panameños y habitantes de las islas del Caribe, quienes se han sentido impactados por el despliegue militar de los Estados Unidos en contra del gobierno de Nicolás Maduro.
Romero fue testigo experto en el caso criminal federal del Este de Texas contra Debra Lynn Mercer, presidenta de Aircraft Guaranty LLC, compañía con base en Oklahoma que prestó sus servicios a cárteles mexicanos y colombo-venezolanos, facilitando aviones ejecutivos de alto rendimiento para transportar cocaína desde Venezuela y Colombia hacia los Estados Unidos.
Debra Lynn Mercer-Erwin fue condenada a 60 años por un jurado de Oklahoma City por lavado de dinero, fraude y conspiración para producir y distribuir cocaína, en el marco del escándalo de los “narcojets”.
Jesús Romero no desaprovecha ocasión para promocionar los libros de su autoría, fruto de sus experiencias laborales, aventuras y recuerdos. Desde hace algún tiempo, estos están disponibles para el público en general.
Romero se jubiló después de más de 37 años de servicio combinado en el gobierno de los Estados Unidos. Inició su carrera en la Marina en 1984 como marinero, desempeñándose a bordo del crucero nuclear USS South Carolina (CGN-37) y del buque de apoyo anfibio USS Tortuga (LSD-46). A lo largo de su trayectoria, se especializó en inteligencia naval.
CUBA
El Comandante Romero estuvo asignado al Comando de Inteligencia del Atlántico. En ese momento, el principal objetivo y enemigo del gobierno estadounidense en la región era Cuba. Romero presenció en primera fila los vínculos entre el narcotraficante Carlos Lehder y el gobierno cubano, que había negociado una entrada a través de la isla para transportar sus aviones cargados de drogas hasta las Bahamas.
El propio ex capo del Cartel de Medellín, Carlos Lehder, relató detalles de su encuentro con el dictador Raúl Castro, en tiempos en los que Pablo Escobar, jefe del mencionado cartel, concretó una alianza con los castristas para el tráfico de drogas, convirtiendo a Cuba en un trampolín para abastecer el mercado estadounidense.
El Comandante Jesús Romero es, prácticamente, el principal difusor de las denuncias contra Nicolás Maduro por su participación en el tráfico de cocaína con la ayuda de las FARC de Colombia.
Romero afirma que no existe evidencia que enlace directamente al régimen de Nicolás Maduro con los aviones de Debra Lynn Mercer, pero sí abundan las que vinculan a Alex Saab. El hoy ministro venezolano viajaba en dichos aviones y se trasladaba de Bogotá a Ecuador para asistir a encuentros con el alias “Tirofijo”, alto jerarca de las FARC.
“Yo fui el jefe de la fuerza de tarea interinstitucional del Comando Sur en varios países. Durante mi desempeño se produjo el cambio en la forma de transportación de la cocaína desde Latinoamérica a Estados Unidos: de la marítima a la aérea. Entre 2017 y 2018 ocurrió esa transición. Estaban llegando 10 toneladas de cocaína a través de Guatemala, que era el destino preferido de la droga proveniente de Colombia y Venezuela mediante el denominado vector del Pacífico. Las agencias de la ley y el orden que operaban en el exterior, ante la presión en Guatemala, comenzaron a desmantelar organizaciones y, para 2018, la mayoría de estos grupos ya habían caído en operaciones de la DEA. Estas caídas se reflejan en las extradiciones de narcotraficantes de los países del Triángulo del Norte a Estados Unidos. Entonces, saltaron del mar al aire y allí toman protagonismo los aviones de Debra Lynn”, comenta Romero en sus entrevistas.
“Hubo cientos y miles de aeronaves utilizadas por los cárteles entre 2017 y 2023. El plan era simple, pero brillante: jets de segunda mano —aviones de un solo motor y de doble motor, Hawker, Gulfstreams, Sabrelines y Challenger— eran comprados por intermediarios y registrados en los Estados Unidos. Luego se llevaban a México, donde aguardaban las órdenes de los cárteles para recoger los envíos de cocaína en Venezuela. Una vez autorizados y coordinados a través de funcionarios venezolanos corruptos, estos jets volaban desde México y aterrizaban en Apure o Zulia, donde las organizaciones locales cargaban y repostaban estas aeronaves para un rápido retorno en plena noche. Cientos y miles de estos vuelos ocurrieron; muchos de ellos se estrellaron en el camino. Venezuela está llena de restos de esta actividad. Belice, Guatemala y Honduras recibieron la peor parte de estos vuelos, dejando atrás violencia, muerte y corrupción.”
(Transcripción textual de las declaraciones de Jesús Romero, quien, por cierto, se parece un poco al director Aldemaro Romero).
“Estas operaciones se realizaron con el conocimiento de los gobernantes de México y Venezuela. De allí provenían las libertades con las que ellos operaban estos aviones”, afirmó.
“Nosotros somos el producto de la Guerra Fría, nuestros abuelos lo fueron de la Segunda Guerra Mundial. Nosotros cantamos victoria cuando consideramos destruido el muro del comunismo. Creíamos haber ganado, pero fallamos. En los años 1980, aquí en Brickell, por ejemplo, teníamos tiroteos relacionados con operaciones de narcotráfico; los aviones arrojaban cargamentos de cocaína en Coral Gables y la corrupción era tal que los propios policías los recogían”, expuso.
Durante el recuento de una vida consagrada a su carrera militar, este héroe de la nación estadounidense —para muchos— y traidor —para otros— reconoce que “se sacrifica mucho”.
“Se sacrifica tiempo, el estar lejos de la familia, periodos de hasta ocho meses, no ver a los niños crecer, perderse fechas importantes. Pero no dudo ni un segundo en confirmar que lo volvería a hacer todo de nuevo, convencido de mis propias convicciones”.
Romero responsabiliza directamente al gobierno de Cuba, así como a la asesoría que brinda a Nicolás Maduro, de la incursión de este último en el mercado del narcotráfico.
CHOQUE DE TRENES
El Comandante Jesús Romero le paró los pies al discurso “progre-nacionalista” de Gonzalo Lazzari, motivo por el cual el profesor Edwin Cabrera debió salir en su rescate.
Romero padeció en carne propia la censura, la autocensura, el gatopardismo, así como la narrativa oportunista y maniqueísta que reina en Panamá, país que actualmente está siendo ocupado militarmente por las Fuerzas Armadas estadounidenses, sin que nadie diga nada al respecto.
BONUS TRACK
✔️ Estamos rodeados de personajes que fingen demencia o amnesia. Les resulta fácil intentar imponer una narrativa a su conveniencia. Para ello cuentan con numerosos cómplices, así como con un ejército de comunicadores sociales e influencers carentes de valores y dispuestos a trabajar para quien sea.
Para refrescar la memoria colectiva:
BOD, quiebra y polémica: el papel de Luis Alfonso de Borbón en un escándalo financiero todavía vigente
https://avefenixnoticias.com/bod-quiebra-y-polemica-el-papel-de-luis-alfonso-de-borbon-en-un-escandalo-financiero-todavia-vigente/


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