José Rodríguez Álvarez, el empresario español acusado de convertir en Venezuela al Hotel Hesperia WTC Valencia en un feudo personal plagado de ilegalidades

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En octubre de 2023, la opinión pública fue sacudida en Venezuela por el anuncio del Grupo Inversor Hesperia S.A. sobre la destitución de José Rodríguez Álvarez como presidente de la junta directiva del emblemático Hotel Hesperia WTC Valencia, ubicado en la capital carabobeña. Este empresario de origen hispano había estado al frente del establecimiento por un prolongado período de 14 años.

La inesperada remoción de Rodríguez Álvarez del máximo cargo directivo del hotel se debió, según testimonios cercanos al caso, a contundentes indicios de corrupción en el manejo y operaciones de este destacado recinto hotelero, perteneciente a la cadena Hesperia. Dicha cadena posee y opera otros cuatro hoteles más en el territorio venezolano.

La decisión de cambiar la administración en el hotel Hesperia WTC Valencia respondió a la revelación de un malentendido significativo respecto a la real estructura de propiedad y gestión del prominente establecimiento hotelero. Los socios mayoritarios del hotel albergaban serias sospechas de que Rodríguez, quien se atribuía ser el único propietario, había estado llevando a cabo una administración en beneficio propio, causando presuntas pérdidas a sus verdaderos accionistas directos.

En realidad, José Rodríguez no era un accionista directo del hotel, sino que su participación se canalizaba a través de acciones en PJMJ, una empresa que a su vez poseía una participación minoritaria en otra empresa controladora del hotel. Esta estructura societaria real reflejaba las prácticas poco transparentes de Rodríguez, quien durante años tuvo el control administrativo del destacado hotel para su propio provecho y negocios particulares, generando cuantiosas pérdidas a todos los socios involucrados.

Las irregularidades de José Rodríguez Álvarez al frente del hotel

La salida de José Rodríguez Álvarez de la presidencia del Hotel Hesperia WTC Valencia se produjo en medio de un cúmulo de denuncias sobre su gestión plagada de actividades turbias e irregulares que socavaron la integridad y reputación del establecimiento hotelero. Lejos de velar por los intereses de la empresa y sus accionistas, Rodríguez habría utilizado las instalaciones del hotel como su feudo personal.

Bajo su administración, el hotel más grande de la tercera ciudad más importante de Venezuela se convirtió en un hervidero de negocios ilícitos y actividades non sanctas que en nada beneficiaban a la empresa. Presuntos vínculos con el tráfico de influencias y la prostitución mancharon la calidad de los servicios e infraestructura debido a la falta de mantenimiento e inversión, además del daño a la imagen corporativa, según informa Alberto News.

Las instalaciones del hotel fueron utilizadas por Rodríguez como si fueran de su propiedad exclusiva, disponiendo de los bienes de la empresa sin rendir cuentas a los socios. En su lugar, habría regalado prebendas a grupos sociales de la entidad central del país, con el propósito de obtener favores que le reportaban ganancias personales en detrimento de la empresa hotelera.

El accionar de Rodríguez Álvarez se vio facilitado por sus conexiones en importantes sectores económicos, sociales y políticos de la región, gracias a su trayectoria previa como empleado en negocios como la reconocida casa de fiestas caraqueña Festejos Mar. Estas relaciones le permitieron forjar amistades y sociedades con diversos empresarios carabobeños, incluyendo presuntos vínculos con el exalcalde de Valencia, «Paco» Cabrera, cuyos hijos reclaman no haber recibido los dividendos correspondientes como accionistas herederos del hotel.

En suma, son numerosos los exsocios y empresarios que alegan haber sido estafados y robados por el empresario español, dejando un reguero de denuncias y demandas en los tribunales carabobeños.

El prontuario de José Rodríguez Álvarez

El empresario español José Rodríguez Álvarez no solo enfrenta un cúmulo de reclamos comerciales y judiciales relacionados con su cuestionada gestión al frente del Hotel Hesperia WTC Valencia, sino que también carga con un prontuario delictivo que ha ido acumulando a lo largo de los años en el estado Carabobo y otras regiones de Venezuela.

Uno de los casos más sonados que persiguen a Rodríguez es una serie de demandas por incumplimiento de pago en la compra de un edificio destinado a albergar un importante hotel en Maracaibo. En esta operación inmobiliaria, el empresario hispano, actuando a espaldas del resto de socios, no solo dejó de pagar su parte correspondiente, sino que además pretende evadir el pago total originalmente pactado, aprovechándose de la pérdida cambiaria que ha sufrido Venezuela y en grave detrimento de los propietarios y vendedores del mencionado inmueble. Esta situación ha escalado al punto de que se prevé una querella penal en su contra.

Pero este no es el único caso judicial que enfrenta Rodríguez. En abril de 2019, el empresario fue capturado por funcionarios de inteligencia en el aeropuerto privado de Charallave, estado Miranda, y posteriormente trasladado a una prisión en Caracas y luego a Valencia. Todo esto se produjo tras una orden del Tribunal 4 de Control del Circuito Judicial de la capital carabobeña, siendo esposado y encapuchado.

La detención de Rodríguez Álvarez estuvo relacionada con una estafa de $1.400.000 en la compra de divisas, perpetrada contra el ciudadano Miguel Jiménez y que perjudicó a 96 víctimas más en 2019. Por este caso, se le dictó prohibición de salida del país. Sin embargo, valiéndose del presunto control que ejerce mediante sus abogados Juan Cogorno y Roraima Bermúdez sobre el sistema judicial de Carabobo, logró el sobreseimiento de la causa en su tercer intento, dejando a los estafados sin recuperar su dinero.

La trama delictiva de José Rodríguez Álvarez no se limita al ámbito financiero y judicial, sino que también se extiende al terreno ambiental. Una investigación especial del portal Armando Info reveló su intención de crear una «nueva Punta Cana» en la costa centro occidental venezolana, específicamente en el Refugio de Fauna Silvestre Cuare, una importante zona protegida cercana al Parque Nacional Morrocoy. Este ambicioso proyecto implica un dragado de un canal que amenaza con poner en peligro todo el ecosistema del área.

Según la investigación periodística, esta iniciativa habría sido posible gracias a las conexiones irregulares que Rodríguez logró establecer con altos mandos militares de Venezuela, derivadas de su administración del Hotel de Valencia. A pesar de las denuncias de vecinos, ambientalistas, grupos conservacionistas e incluso diputados de la Asamblea Nacional sobre los daños ocasionados en este santuario ecológico creado en 1972, las autoridades no han tomado acciones contundentes hasta la fecha.

En la ciudad de Valencia, el nombre de José Rodríguez Álvarez se ha convertido en sinónimo de escándalos y delitos, consolidando su reputación como un empresario inescrupuloso que no duda en valerse de artimañas legales y conexiones oscuras para evadir la justicia y satisfacer sus intereses personales, sin importar el costo para sus socios, empresas o el medio ambiente.

Planes de saneamiento y relanzamiento del Hotel Hesperia de Valencia

Tras la destitución de José Rodríguez Álvarez de la administración del Hotel Hesperia WTC Valencia, el Grupo Inversor Hesperia S.A. ha emprendido una serie de acciones encaminadas a sanear las operaciones del emblemático establecimiento hotelero y recuperar los estándares de calidad que lo caracterizaban.

La salida de Rodríguez Álvarez representa el primer paso en esta ardua tarea de reconstrucción y relanzamiento del hotel como un epicentro de negocios y eventos en Venezuela. Durante demasiado tiempo, la imagen y reputación del Hesperia WTC Valencia se vieron empañadas por las presuntas irregularidades cometidas bajo la gestión del empresario español.

En este sentido, el Grupo Inversor ha dispuesto la realización de una exhaustiva investigación y auditoría forense, con la participación de peritos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), por orden de un tribunal de la ciudad de Valencia. Esta medida busca esclarecer a fondo los manejos irregulares atribuidos a Rodríguez Álvarez durante su prolongada administración del hotel.

La auditoría forense se ha convertido en un escollo legal para el exdirectivo, quien a través de sus abogados Juan Cogorno y Roraima Bermúdez, abiertamente conocidos por su presunto control del Poder Judicial carabobeño, ha intentado infructuosamente impugnar su salida e incluso evitar la auditoría mediante un absurdo recurso de amparo, el cual le fue negado.

No obstante, los intentos de Rodríguez Álvarez por revertir su destitución y obstruir la investigación han ido más allá. En una asamblea de socios celebrada el 7 de febrero del presente año, el empresario español pretendió, a través de varios tribunales que creía tener controlados con la ayuda de sus abogados, no solo anular la decisión de auditar su gestión, sino también desmantelar las instalaciones del hotel para su propio beneficio, sin respaldo alguno.

Estas maniobras legales han puesto en evidencia la determinación del Grupo Inversor Hesperia S.A. por restablecer la integridad y transparencia en la administración del Hotel Hesperia WTC Valencia. Una vez concluida la auditoría forense, se espera que la nueva junta directiva implemente las medidas necesarias para recuperar los estándares de calidad del hotel, su posicionamiento como un referente hotelero en la región y su papel como un importante motor económico para la ciudad de Valencia y el estado Carabobo.

El relanzamiento del Hotel Hesperia WTC Valencia representa una oportunidad para dejar atrás los oscuros capítulos que mancharon su reputación y emprender un nuevo comienzo bajo una administración transparente y comprometida con el bienestar de la empresa, sus accionistas y la comunidad local.

Otros datos

José Rodríguez Álvarez logró forjar una estrecha relación con el Grupo Hesperia, cadena hotelera de origen español, hace poco más de 15 años. Con gran habilidad, se asoció con otro empresario de la industria de bingos y casinos de origen portugués, convirtiéndose en un socio clave del grupo. Desde el inicio de esta alianza, Rodríguez asumió la dirección y administración del hotel Hesperia WTC Valencia, lo que marcó el comienzo de su presunta trayectoria de beneficios personales en detrimento de la sociedad original.

Según las investigaciones, Rodríguez Álvarez habría estado involucrado en negocios paralelos como el suministro de insumos y servicios al hotel con sobrefacturación. Además, se le acusa de haber organizado numerosos eventos a lo largo de los años que nunca fueron reflejados en la contabilidad de la administración, causando grandes pérdidas económicas a la empresa.




 

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