Por Jorge Castro
PUNTO PREVIO
Ricardo Guanipa:
Nos convocaron un día domingo, y las actividades académicas iniciaban al día siguiente. Ese día nos asignaban litera, locker, sábanas, mantas, una gorra y un par de botas militares. Previamente, nos habían entregado una lista de artículos que debíamos disponer cada uno al momento del ingreso: tres jeans, tres franelas azules de algodón, medias blancas deportivas, pantalones cortos azules (para deportes), zapatos deportivos, alguna chaqueta oscura y artículos de aseo personal.
Mi madre, una vez más, hizo un gran esfuerzo y me entregó el dinero necesario para comprar mi “canastilla” en una sucursal de la “Quinta Leonor”, ubicada cerca de mi casa.
La gran mayoría de los alumnos provenían de los estratos sociales y económicos más bajos. Los que eran de clase media eran mal vistos, sometidos a bullying y obligados a renunciar y abandonar. Durante seis meses soporté el acoso en contra del “burguesito del Paraíso”, en referencia a la zona donde residía en Caracas. ¿Y cuál fue mi respuesta? Resiliencia.
Al terminar, fui el primero en orden de méritos de dicha promoción. Me tocó escribir y leer, ante el público asistente al acto de graduación, el discurso en representación de mis compañeros. Se lo dediqué a nuestros instructores del “Grupo de Intervención”, que habían sido disminuidos a su mínima expresión luego del cambio de gobierno y como consecuencia del escándalo generado en la opinión pública nacional e internacional por los supuestos enfrentamientos con guerrilleros en El Amparo y los “amparitos”.
Torres Agudo tenía una política: los cinco primeros —en orden de mérito— podían decidir a cuál división integrarse. Yo tenía claro que quería trabajar en la Dirección de Inteligencia. El organigrama interno de la DISIP era como dos instituciones bajo un mando único: la Dirección General de Inteligencia (inteligencia interior, exterior, búsqueda y seguimiento, operaciones técnicas, contrainteligencia, inteligencia financiera, análisis de inteligencia y telefonía) y la Dirección de Policía General, conformada por todos aquellos que trabajaban de manera abierta, pública y plenamente identificados (patrullaje vehicular y motorizados, explosivos, comandos, investigaciones, etc.).
Yo decidí incorporarme a la Dirección de Operaciones Técnicas, cuyo jefe en ese momento era el Comisario “Mitchell” Homero Sánchez Araujo, quien creo que aún permanece preso por su participación en la muerte de la joven estudiante Eslaida Vásquez.
“30 años de cárcel para exfuncionario de la DISIP por la muerte de una estudiante en 1973”
(Nota de prensa MP).– Ante la contundencia de la acusación presentada por el Ministerio Público, fue condenado a 30 años de prisión el comisario general jubilado de la extinta Dirección General de Policía (DISIP), Homero Sánchez Araujo (64), por su responsabilidad en la muerte de la joven estudiante Eslaida Vásquez, ocurrida el 29 de julio de 1973, en Tinaquillo, estado Cojedes.
Durante el juicio oral y público, los fiscales nacionales 39º (auxiliar) y 80º, Juan Carlos Tabares, Héctor Alvarado y Elvis Rodríguez, respectivamente, ratificaron la acusación contra el sexagenario por los delitos de homicidio calificado con alevosía y por motivo fútil, quebrantamiento de pactos y convenios internacionales suscritos por la República, y uso indebido de arma de guerra.
Una vez evaluadas las pruebas presentadas por los representantes del Ministerio Público, el Tribunal 2º de Juicio de Cojedes dictó la referida condena contra el comisario general, quien permanecerá recluido en el Internado Judicial de Barinas.
En julio de 1973, Sánchez Araujo, acompañado de funcionarios de la DISIP, se presentó en la residencia de Vásquez, ubicada en Tinaquillo, y le disparó sin mediar palabras, causándole la muerte de manera inmediata.
Luego de varios procedimientos coordinados por el Ministerio Público, el exfuncionario fue detenido por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana el 1º de marzo de 2013, en los Valles del Tuy, estado Miranda, ante la orden de aprehensión acordada por el Tribunal 1° de Control de Cojedes.











COMMENTS