Comandante Jesús Romero, aclárenos: ¿Desde cuándo Alex Saab era informante de la DEA y por qué el Departamento de Justicia no incluyó al presidente Carlos Alvarado en el Cartel de los Soles?

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Especial JC .-

Aún quedan muchas dudas por responder y aclarar en el sonado caso de Debra Lynn Mercer, conocida como la “Señora de los Cielos” (o reina, para otros). Esta trama no concluye con la condena de 60 años que un jurado de Oklahoma City le impuso por los delitos de lavado de dinero, fraude y conspiración para producir y distribuir cocaína, en el marco del escándalo de los denominados narcojets, utilizados para facilitar el tráfico de cocaína desde Colombia (https://www.diariolasamericas.com/colombia-a22) y Venezuela (https://www.diariolasamericas.com/venezuela-a6111) hacia Estados Unidos.

Hechos posteriores pudieran obligar a reabrir la investigación, motivo por el cual el Comandante (r) Jesús Romero regresa a la escena pública, de acuerdo con nuestra percepción.

Lynn Mercer estuvo vinculada a la firma Wright Brothers Aircraft Title y alcanzó a registrar más de 1.000 aeronaves, incluidos helicópteros. Compraba, a través de intermediarios, jets de segunda mano, como aviones de un solo motor y doble motor, Hawker, Gulfstreams, Sabrelines y Challenger, que posteriormente eran registrados en territorio estadounidense.

Debra era la CEO de Aircraft Guaranty y de otras compañías radicadas en Oklahoma, en el mismo lugar donde la Administración Federal de Aviación (FAA) tiene su registro.

Lynn Mercer tenía una serie de asociados o brokers que operaban en Florida los llamados narcojets. Compraban los aviones para los jefes de los carteles, y estos eran puestos al servicio de dichas organizaciones.


LA CHEQUERA QUE CAMINA POR AMÉRICA LATINA

Las sanciones impuestas por el gobierno de los Estados Unidos imposibilitaron seguir “exportando” el Socialismo del Siglo XXI y la Guerra Asimétrica, por lo que Nicolás Maduro habría tenido que buscar otras alternativas, entre las cuales surgió la propuesta de las FARC: el narcotráfico patrocinado por el propio gobierno. Eso es lo que pone en evidencia el Comandante Romero.

Las FARC aseguraban una disponibilidad constante y el envío de cocaína hacia territorios como el Catatumbo, en Zulia, bajo el control entonces de Jesús Santrich, y el sur de Apure, bajo las riendas de Iván Márquez.

“Para que el plan y la relación funcionaran, los envíos de cocaína debían transportarse de manera rápida y eficiente, lo que requería el uso de aeronaves. Los envíos a los Estados Unidos se realizaban principalmente a través de América Central y México, controlados por el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación. Este sería un proyecto de 120 toneladas métricas de cocaína que garantizaría, en su mayoría, entregas seguras y sin disputas. Aquí es donde entra Debra Lynn Mercer, la Reina del Aire”, afirma el Comandante Romero.

COMANDANTE ROMERO, ¿PODRÍA ORIENTARNOS?

Alex Saab participó en diversos negocios en varios países de la región entre los años 2012 y 2013. En algunos de sus viajes ya usaba aeronaves contratadas a Debra Lynn Mercer. Esta información la hemos reconfirmado con personas que trabajaron en su entorno.

Nos gustaría preguntarle al Comandante Jesús Romero: ¿por qué el gobierno de los Estados Unidos no actuó en ese momento ante las evidencias? ¿Qué le indica su experiencia?


VENEZUELA

En 2003, cuando el gobierno venezolano aplicó el control cambiario, Alex Saab se involucró en el comercio de exportación. Entre 2004 y 2007, sus operaciones iniciales eran entre legales y ficticias: manipuló sus declaraciones de renta y registros financieros, llevando doble contabilidad.

Con el tiempo, Saab fue relacionándose con un grupo de empresarios colombianos reconocidos. Entre ellos conoció a Álvaro Enrique Pulido Vargas (alias Germán Rubio) y a la senadora Piedad Córdoba, utilizando el sistema preferencial de divisas de Cadivi. Para sus maniobras empleó ocho empresas, de las cuales siete eran offshore de maletín o empresas fantasma.

Alex Saab acumuló deudas millonarias tras la suspensión de pagos de divisas por parte del gobierno venezolano, el cual alegaba que algunos empresarios habían estafado al sistema Cadivi por una millonaria suma, recordando la época de la crisis bancaria de 2009. Saab no fue acusado en esa oportunidad de dicho fraude.

En ese tiempo, la empresa de Saab ingresó a Colombia por concepto de reintegro de divisas por exportaciones desde Colombia y Ecuador hacia Venezuela, gracias al sistema Cadivi. El dinero fue desbloqueado en 2010 por el Banco Central de Venezuela, gracias a la intervención de Piedad Córdoba. Varios empresarios colombianos en igual situación (entre ellos Carlos Mattos y Lorenzo Hernández) se beneficiaron de sus gestiones, a cambio de lo cual Córdoba cobró una abultada comisión.

En noviembre de 2011, Saab dio el gran salto que lo enriqueció: se convirtió en proveedor de materiales de la Misión Vivienda en Venezuela, valiéndose del diferencial cambiario entre el dólar paralelo y el dólar preferencial, en perjuicio del Estado venezolano. El 28 de noviembre de 2011 se firmó el convenio colombo-venezolano entre el Estado venezolano y la empresa Fondo Global de Construcción de Colombia.

En el acto estuvieron presentes los presidentes Juan Manuel Santos y Hugo Chávez, así como el entonces canciller Nicolás Maduro.

El abogado de Saab, Abelardo de la Espriella —hoy candidato a la presidencia de Colombia en 2026— aseguró en ese entonces a La W Radio que la empresa homónima Fondo Global de Construcción en Ecuador no tenía ningún nexo con el empresario colombiano. Sin embargo, la misma organización estaba siendo investigada por el gobierno ecuatoriano por lavado de activos mediante exportaciones falsas hacia Venezuela.

En julio de 2013, en Ecuador se divulgaron investigaciones acerca de exportaciones ficticias. La Fiscalía General del Estado informó que, tras meses de pesquisas a tres empresas, se bloquearon 59 millones de dólares, descubriendo que clonaban facturas para justificar operaciones ficticias.

En cuanto a los nexos políticos, Juan Manuel Santos, Piedad Córdoba y Gustavo Petro negaron cualquier vínculo con Saab.

En Venezuela, el Fondo Global de Construcción obtuvo proyectos como:

  • Centro Comercial Comunitario Catia La Mar

  • Cancha El Valle

  • Hotel Aeropuerto Gran Cacique en Maiquetía (obra entregada en 2013 e inaugurada en 2025)

  • Gimnasios verticales

  • Complejo habitacional Ciudad Caribia

  • Estadio Carlos “Café” Martínez, en Macuto (estado Vargas), junto con Gerencia Técnica e Infravargas

Todos estos proyectos presentaron irregularidades, retrasos o quedaron inconclusos.


ECUADOR

ECUADOR

En el año 2009, con el ingreso de Ecuador al ALBA, se creó el Sistema Único de Compensación Regional de Pagos (SUCRE), mecanismo que se utilizaría para el comercio entre Ecuador y Venezuela. Para estas operaciones se utilizó la empresa Foglocons y otras compañías ecuatorianas.

Una investigación se inició en 2013 en Ecuador, solicitando la detención de Álvaro Pulido (socio de Alex Saab, actualmente preso) por un escándalo de corrupción relacionado con su empresa Fondo Global de Construcción de Ecuador (Foglocons), constituida el 2 de octubre de 2012 por Álvaro Pulido y Luis Eduardo Sánchez (hermano de Jaime Sánchez Yáñez, asesor de seguridad del expresidente Rafael Correa). Todos fueron señalados con vínculos al tráfico de drogas.

Las operaciones iniciaron en Guayaquil, con la exportación de planchas de construcción prefabricadas, materiales y acabados de construcción enviados a la empresa ELM Import S.A. de Venezuela. El Banco Central del Ecuador (BCE) reportó 185 transferencias por estas exportaciones cuestionadas, que sumaban 159,9 millones de dólares enviados desde el Banco Central de Venezuela. Sin embargo, Foglocons registraba compras reales por apenas 200.000 dólares entre diciembre de 2012 y marzo de 2013.


PASADO TURBIO

Al fracasar en sus negocios en Florida, Alex Saab se asoció con Álvaro Pulido, quien había sido condenado por narcotráfico en Italia bajo otro nombre y fue identificado por la policía colombiana en el año 2000 como jefe del Cartel de Bogotá.

Ambos enfrentan hoy cargos de lavado de dinero en Miami. Pulido ya se movía en los círculos de poder del gobierno de Hugo Chávez.

TRAQUETO CON DOBLE VIDA

Pulido se había cambiado de nombre asumiendo la identidad de un colombiano muerto en Miami. El nombre original de Pulido era Germán Enrique Rubio Salas. Los hijos de Pulido aún usan el apellido Rubio. En la acusación en su contra en la corte federal de Miami, se cita el nombre de Germán Rubio Salas como un alias.

Germán Enrique Rubio Salas figura en informes judiciales y periodísticos como narcotraficante convicto. Una noticia publicada por el diario colombiano El Tiempo en mayo de 2000 lo identificó como “jefe del Cartel de Bogotá”.

Según el reportaje de El Tiempo, “Rubio trabajó durante años en Colombia con cinco identificaciones falsas con las que entraba y salía del país’’. La operación antinarcóticos internacional en la que cayó Rubio incluyó arrestos en Boston, Caracas, Bogotá, Cali, Pereira y Medellín.

De acuerdo con un documento de la Corte Suprema de Justicia de Colombia, en abril de 1997 Rubio Salas fue condenado en ausencia en Italia a 15 años de prisión por “asociación con finalidad de tráfico de sustancias estupefacientes”. Italia pidió a Colombia su extradición o, en su defecto, que cumpliera la pena en territorio colombiano, pero el procedimiento quedó en un limbo judicial.


NADIE SE PERCATÓ

Pulido y Saab se dedicaron a realizar exportaciones de textiles a Venezuela aprovechando el dólar preferencial que obtenían del sistema oficial de cambio de divisas de Cadivi. Su gran golpe de fortuna se produjo en noviembre de 2011, cuando el gobierno de Hugo Chávez, como parte de un acuerdo internacional con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, le adjudicó a la empresa de Saab un contrato para el suministro de 25.000 kits de vivienda, por un valor de 340 millones de dólares.

A partir de entonces, Saab se vio involucrado en múltiples acusaciones: la Fiscalía ecuatoriana lo señaló por exportaciones ficticias a Venezuela; fue denunciado por vender alimentos sobrefacturados y de mala calidad al gobierno venezolano; y la Fiscalía de Colombia lo investigó por lavado de dinero.

En los últimos años, Saab se consolidó como el gran operador del régimen de Nicolás Maduro, participando en negocios de oro, petróleo y carbón, además de manejar cuentas bancarias en paraísos fiscales o en gobiernos cuestionados, siempre con sofisticados sistemas de seguridad financiera.

✔️ Hoy en día, todo indica que desde principios de los años 2000 Alex Saab y su socio Álvaro Pulido estaban relacionados con el tráfico de drogas y la legitimación de capitales. Con el paso del tiempo, sus operaciones se ampliaron y diversificaron.

¿Cuáles motivos impidieron que las autoridades federales estadounidenses actuaran? ¿Acaso ya eran informantes del Departamento de Justicia y de la DEA?

Sin embargo, la suerte de Alex Saab podría cambiar dramáticamente una vez más si prosperan dos acciones judiciales trascendentales:

  1. Que se demuestre que el presidente Joe Biden no disponía de las capacidades mentales adecuadas para firmar su “perdón presidencial”.

  2. Que prosperen algunas acciones judiciales en contra de Smartmatic, que pudieran anular procesos electorales en Venezuela y en otros países de la región.

No olvidemos que las pruebas en contra del hermano de Piedad Córdoba fueron tan contundentes que fue extraditado desde Colombia, admitió su culpa y, tras ello, el presidente Gustavo Petro rompió relaciones con ambos.

✔️ Otro interrogante que tenemos, y que tal vez el Comandante Romero maneje con información adicional, es el siguiente:

Seguramente el gobierno de Donald Trump conoce la existencia de la mansión de playa de Alberto Vollmer, ubicada en la isla Canouan, en San Vicente y las Granadinas, la cual habría sido utilizada por el gobierno de Nicolás Maduro para el intercambio de rehenes.

¿Por qué no ha sido allanada ni confiscada?

Mansión de Alberto Vollmer en San Vicente y las granadinas es el ‘lugar secreto” donde el gobierno de Venezuela canjea a prisioneros con el de Estados Unidos

SOMBRAS NADA MÁS

Días atrás le pedimos a un prestigioso psiquiatra, amigo nuestro, que hiciera una evaluación y análisis de la conducta de un popular YouTuber afecto a María Corina Machado, después de quedar atónitos al ver cómo mezclaba fechas y hechos históricos ocurridos en tiempos distintos, antagónicos y sin relación alguna, creando su propia trama paralela a lo que realmente sucedió.

Este fue su diagnóstico en un breve resumen:

“Una persona que confunde o mezcla recuerdos al estudiar experimenta un fenómeno de memoria conocido como paramnesia, que incluye la formación de recuerdos falsos. Esto ocurre cuando la memoria no es un registro exacto, sino una reconstrucción que puede incorporar elementos erróneos o inventados, llevando a una distorsión de los hechos reales.”

Todos aquellos que hemos tenido la responsabilidad de procesar, atesorar y analizar muchísima información corremos el mismo riesgo. Espero que el Comandante Romero no sea víctima del estrés que le ha generado tantos años de esfuerzo y lucha incansable.

Donde la cronología del Comandante Jesús Romero parece omitir información valiosa es en lo relativo a Centroamérica. Sus breves explicaciones sobre algunos temas no mencionan ciertos puntos. Es posible que aún sean objeto de investigaciones, pero aun así trataremos de que nos aporte claridad al respecto.


✔️ ¿Qué nos podría decir Jesús Romero sobre la presunta vinculación de la empresa venezolana Alunasa, con sede en Esparza, Puntarenas (Costa Rica), con el lavado de dinero?

Desde Alunasa se facilitaba, presuntamente, el acceso en Puerto Limón para el ingreso de contenedores con dinero en efectivo proveniente de carteles mexicanos. Estos hallazgos provenían del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y de otras agencias de Washington.

Los contenedores, en su recorrido, hacían escala en Panamá y posteriormente arribaban a Venezuela, donde llegaban cargados de dinero en efectivo. Luego regresaban por la misma ruta hasta México, repletos de cocaína.

Estas operaciones implicaban la participación de altos funcionarios gubernamentales de Venezuela, Panamá, Costa Rica y México.

Estos hechos ilícitos se habrían dado en 2016, según informes del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, donde también se conoció el cierre de cuentas a la empresa Alunasa por parte del Banco Nacional de Costa Rica y el cese de sus operaciones, lo que generó embargos y conflictos con sus excolaboradores.

Las investigaciones del Departamento del Tesoro y otras agencias de Washington advertían que Venezuela utilizó cargamentos de alimentos enviados desde México, en el marco de su programa de CLAP, para recibir dinero en efectivo camuflado de carteles mexicanos, como pago por los envíos de droga organizados por dirigentes chavistas.


CARLOS ALVARADO

De esta manera, y por medio de la empresa, el dinero habría entrado al sistema financiero internacional y terminado en bancos rusos, en cuentas vinculadas a Tarek El Aissami y otros altos funcionarios.

Esto ocurrió con cargamentos gestionados por la empresa mexicana El Sardinero Es Servicio, S.A., proveedora de los CLAP.

Los buques partían del puerto mexicano de Veracruz y hacían escala en Puerto Limón, Costa Rica, en lugar de navegar directamente hacia La Guaira, Venezuela.

“El hecho de que buena parte de los mandos de Alunasa tuvieran que ver con los servicios de inteligencia venezolanos corrobora ese interés ‘estratégico’ de la cúpula chavista por esa compañía en el exterior”, publicó en esos días la prensa costarricense.

Se sospecha que el entonces presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, habría participado en dichas actividades.

Aero Saab

La flota de aviones de Alex Saab y Álvaro Pulido creció en 2013 con la compra de dos Gulfstream 280 cero millas a la empresa General Dynamics. Fueron adquiridos con créditos de un banco suizo y de una financiera panameña.

Algunos de los pilotos ejecutivos de Venezuela y Colombia que tripulaban los aviones empezaron a preguntarse quiénes eran estos personajes que podían darse el lujo de comprar aeronaves de 28 millones de dólares cada una.

Los representantes en Venezuela de General Dynamics, fabricante de los aviones Gulfstream, sí sabían quiénes eran. Pulido y Saab pasaron los exámenes de diligencia debida (due diligence) de la empresa y se convirtieron en sus mejores clientes en Venezuela. Para tranquilizarse, los pilotos se decían entre sí que, si Dynamics les había dado la bendición y el fabricante Falcon enviaba vendedores a Venezuela para hacer demostraciones de sus aviones, entonces no había nada que temer.

En los primeros años, Pulido actuaba como “jefe”, mientras Saab ocupaba un segundo plano. La mayoría de los empleados de base de la empresa eran venezolanos, pero en el nivel ejecutivo los jefes colombianos preferían a su propia gente.

Los empresarios incluso rentaron un Embraer Legacy para llevar al Mundial a los hijos de Cilia Flores, primera dama de Venezuela.

Una docena de pilotos, en su mayoría venezolanos —algunos de ellos exoficiales de la Fuerza Aérea— operaba la flota de aviones ejecutivos. Varios se asentaron en Florida, donde crearon compañías sin preocuparse de que el gobierno de Donald Trump estaba cerrando cada vez más el cerco contra sus patronos.

En el Estado del Sol, los aviadores descansaban de sus largas jornadas de vuelo, hacían compras y disfrutaban de la comida internacional de la ciudad, lejos del caos, la escasez y la improvisación de la Caracas bolivariana. También aprovecharon la facilidad para registrar sociedades en Florida.

Uno de los pilotos de confianza de Saab, David Valdemar Faraco Heredia —nacido en Valencia en 1979 y con licencia de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA)— registró como dirección una calle de townhouses en Kissimmee, Florida. En septiembre de 2016 fundó en West Palm Beach la empresa Fenix Air Services Corp., junto con su amigo Eduardo Rollín, exaviador de combate de la Fuerza Aérea Venezolana.

Al mes siguiente, Faraco creó en Panamá la compañía Altair Jets Corp., junto con su esposa Yelitza Cristina Gil Boscán. Altair Jets se convirtió en la firma operadora de la flota de Saab, incluyendo su avión más costoso y preciado: un Bombardier Global Express 5000, con el que dio varias vueltas al mundo y en el que fue arrestado en Cabo Verde en junio de 2020. Faraco y Rollín pilotearon este avión y otros de la flota en varias ocasiones.

Al momento de la detención de Saab, en la cabina del Global Express se encontraban el piloto Francisco J. Velásquez y el copiloto Alan Scott Ardenko.

El Global Express es quizás el avión más lujoso de la aviación ejecutiva. Con autonomía suficiente para realizar vuelos sin escalas entre Caracas y Teherán, y equipado con sistemas de comunicación y entretenimiento de última generación, puede costar entre 50 y 60 millones de dólares. El aparato, fabricado en 2006, fue registrado en San Marino en abril de 2018 con matrícula T7-JIS, aunque anteriormente operaba con matrícula estadounidense y pertenecía a una aseguradora de Estados Unidos.

Con la ayuda del portal Bellingcat, Armando.info reconstruyó la bitácora de esta y otras aeronaves de la flota Saab-Pulido alrededor del mundo. Los periodistas documentaron vuelos a Rusia durante el Mundial de 2018, así como viajes a Turquía, Irán, México, Grecia, República Dominicana, Antigua, Barbuda y Colombia.

El compañero de cabina de Faraco, Eduardo Enrique Rollín Méndez, también se instaló en Florida, específicamente en Palm Beach Gardens, junto con su esposa de origen italiano. Además de la empresa compartida con Faraco, incorporó en enero de 2016 la compañía Torfortte LLC.

Los registros públicos reflejan que Eduardo Enrique Rollín Méndez tiene asignado un número de seguro social en Estados Unidos. La ley prohíbe a ciudadanos o residentes legales de este país suscribir cualquier tipo de contratos con personas o entidades sancionadas por la Oficina de Control de Activos del Tesoro (Ofac), salvo que dicho organismo expida una licencia autorizando la transacción.

A mediados de agosto de 2020 le escribí a Rollín a su correo electrónico para conocer sus experiencias junto a los empresarios colombianos. A las pocas horas tuve respuesta: negó de entrada que fuese piloto de Saab, “como los chismes me catalogan”, pero aclaró que había piloteado vuelos privados en los que el empresario colombiano o su familia iban como pasajeros.

“Si la memoria no me falla […] lo volé un par de veces en ruta Caracas-Barranquilla y una vez Barranquilla-Roma. Luego con Altairjet quizás un par de veces más desde 2017 a 2020”, explicó.

Según él, estos fueron trabajos realizados bajo contrato de firmas que manejan operaciones y logística de aeronaves. Rollín aseguró que hizo algunos de esos vuelos contratado por Aerojet Corporation, propiedad del piloto venezolano Roswell Jesús Rosales Oberto, también residenciado en Florida. Con esta segunda empresa, dijo haber volado a Saab “un par de veces en la ruta Caracas-Barranquilla y otra Barranquilla-Roma”. Posteriormente, con Altair Jets, habría hecho un par de vuelos adicionales entre 2017 y 2020.

Esa última fecha es clave: a partir de julio de 2019, Saab ya era prófugo de la justicia estadounidense.

En cuanto a Pulido, Rollín afirmó:

“En mi vida tuve la ocasión de volar al señor Pulido de Caracas a Bogotá una vez, si la memoria no me falla. Aproximadamente en el año 2017”.

También aclaró que tiene constancia de haber culminado su relación con Altair Jets en marzo de 2020. Y cerró su correo con una frase reveladora:

“No le puedo negar que tengo ‘mucha’ información, pero como entenderá, todo tiene un precio”.


Rollín no solo aprovechó las comodidades de Florida y la facilidad para crear sociedades y hacer inversiones, sino también la ventaja legal que ofrece ese estado para declararse en bancarrota. Su axioma de que “todo tiene un precio” pareció aplicarlo en su solicitud de quiebra presentada ante una corte federal de Miami en abril de 2020, cuando debió evaluar cada bien en su haber y cada deuda que dejó sin pagar.

De acuerdo con el documento de radicación del concurso de acreedores, Rollín y su esposa afirmaron tener un capital de apenas 20.000 dólares, representado en un Jeep Cherokee 2016 con 52.500 millas, tasado en 18.000 dólares, y algunos bienes menores: una cama queen de 100 dólares, una lámpara de 120 y un asador de 80.

La pareja usaba 20 tarjetas de crédito y débito de American Express, Bank of America, Citibank y Capital One. Todas las cuentas bancarias estaban en cero. Según me dijo, actualmente está viviendo en Europa.


“Los bichos”

El fin de semana del 16 de agosto de 2020, mientras escribía este capítulo sobre pilotos, aviones y bonanza, una fuente del mundo aeronáutico me envió por WhatsApp un mensaje de voz de un piloto venezolano que decía:

“Venga loco, me acaban de explicar todo como fue el peo, huevón. Es que ese aeropuerto (Fort Lauderdale) tiene un FB chiquito y los bichos estaban haciendo todo por ahí. Los bichos cargaron el avión y que tenía armas y un coñazo de dólares, como un millón de dólares, dos millones. Resulta ser que la DEA, el FBI y toda esa gente estaban esperando nada más que el avión prendiera motores y rodara, porque resulta ser que si los llegan a agarrar parados, ya cargados, no pasa nada, no los pueden culpar ni un coño. La vaina, el FBI y la verga esperó, les dio el chance que rodaran y ahí los interceptaron en pleno ronauei, ahí los bajaron. ¿Ah, se querían ir? ¿Se querían ir con todo eso? Los agarraron y los bajaron esposados y supuestamente quien está fugado es un carajo que los ayudó a cargar el avión”.

La anterior versión —zascandil y en tono coloquial— sobre lo ocurrido horas antes en el aeropuerto internacional de Fort Lauderdale-Hollywood, no estaba muy lejos de la realidad.

Como lo confirmó días después una denuncia criminal federal, agentes del FBI, Seguridad Nacional y Aduanas arrestaron a dos pilotos venezolanos cuando se disponían a salir hacia Venezuela con un avión cargado de armas, municiones y dinero. (Los detalles de esta operación están descritos en el siguiente capítulo).

Recibí la noticia justamente cuando empezaba a escribir el perfil de uno de los pilotos detenidos, Gregori Jerson Méndez Palacio, quien también había usado Florida para negocios y placer.

En 2017, Méndez constituyó Gregori Méndez Corporation y Enterprise International Inc.. En mayo de 2020, registró Liza Food Corp. y PM Global Services, y un mes después incorporó a su amigo Héctor Alejandro Valencia, quien declaró como domicilio un apartamento en Las Olas Boulevard, Fort Lauderdale. Valencia operaba desde España.

No hay certeza del objetivo de estas sociedades, pero una fuente me indicó que quizás algunas de ellas fueron usadas para comprar repuestos de aviones. El jefe de pilotos de Pulido —que luego pasó a coordinar las operaciones aéreas de Lizcano— habría tenido una discusión con Méndez después de enterarse de que el piloto estaba involucrado en una operación de oro con Sudáfrica.


Más aviones para Saab

Saab compró tres aviones ejecutivos, aparte del Global con el que viajaba cada fin de semana a Italia para visitar a la modelo que sería su esposa.

“Todas las semanas, eso era una locura”, relató un exempleado de la organización.

Entre esas adquisiciones estaban un Learjet 55 para “hacer favores” y un Embraer. Saab estructuró un sistema blindado de vuelos privados para que nadie supiera quién viajaba en cada aeronave.

  • El Global lo reservaba exclusivamente para él.

  • El Learjet 55 era usado con frecuencia por Piedad Córdoba.

  • El Embraer se destinó a los hijos de Cilia Flores, primera dama de Venezuela.

Según una fuente, el Embraer casi no tocaba territorio venezolano, pues lo mantenían basado en República Dominicana, Curazao o Aruba, y estaba registrado en San Marino.

El mismo informante aseguró que Saab usó su Global Express para transportar lingotes de oro hacia Europa:

“Una vez iba llegando a Maiquetía y vi cómo de madrugada cargaban el avión de Saab directo a Europa. Oro en lingotes. ¿Hacia dónde exactamente? No sé”.

En esta nueva etapa de las operaciones aéreas apareció el colombiano Iván Caballero, encargado de contratar pilotos dispuestos a correr el riesgo de volar para un fugitivo de la justicia estadounidense como ya lo era Álex Saab. Un piloto que se negó a hacerlo recibió amenazas de Pulido.


Querida “N”

En un principio, casi todos los aviones adquiridos por Saab y Pulido fueron registrados con matrícula estadounidense “N”, mediante un mecanismo muy cuestionado que deja en duda la rigurosidad de Washington para proteger sus cielos de narcotraficantes y terroristas.

Ese sistema se conoce como “owner trust” o dueño fiduciario. Los empresarios dueños de aviones en América Latina prefieren conservar la matrícula “N” para librarse de los altísimos impuestos de importación de sus países. En Venezuela, por ejemplo, esos impuestos superan el 40 % del valor del aparato.

Otra ventaja de la matrícula “N” es que proyecta la imagen de que las aeronaves cumplen con las regulaciones estadounidenses y cuentan con la protección del gobierno de EE. UU.


Contexto: Alex Saab y el Tío Sam

De acuerdo con la ley de Estados Unidos, solo ciudadanos estadounidenses pueden ser propietarios de aeronaves con matrícula “N”. Pero ese requisito se elude mediante el modelo de dueño fiduciario, en el que el propietario registra la aeronave a nombre de un abogado o prestanombres estadounidense, sin necesidad de revelar su identidad real.

Varios bancos en Estados Unidos han creado divisiones especializadas en este procedimiento, conscientes de que es un negocio muy rentable.

Igual que ocurre con la apertura de cuentas bancarias, las entidades financieras están obligadas a estudiar los antecedentes del verdadero propietario de una aeronave. Sin embargo, esta obligación no siempre se cumple.

Cuando el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) reveló la serie de los Paradise Papers, encontró que Leonid Mikhelson, uno de los oligarcas rusos sancionados por Estados Unidos, había utilizado la división fiduciaria del Bank of Utah para continuar operando su avión con matrícula estadounidense, pese a las sanciones.

La división fiduciaria se encarga de poner los aviones a nombre de firmas secretas de las que solo se conoce la identidad del abogado que las incorporó. Saab y Pulido registraron algunos de sus aviones bajo este mismo mecanismo, sin mayores inconvenientes.

Gerardo Reyes

En la próxima entrega le formularemos al Comandante Jesús Romero algunas dudas sobre la inacción en contra de otros miembros del Cartel de los Soles, que no han sido imputados, entre ellos:

  • Juan Carlos Varela, Laurentino Cortizo y José Gabriel Carrizo en Panamá.

  • Joaquín Leal Jiménez, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador en México.

  • Antonio Korol, alias “Carietón”, y Pedro Torres Ciliberto en Venezuela.

 




 

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