Wilmer Ruperti y la controvertida historia de su surgimiento en el entorno petrolero venezolano

Wilmer Ruperti y la controvertida historia de su surgimiento en el entorno petrolero venezolano

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Wilmer Ruperti es un empresario venezolano con nexos y simpatías de conocimiento público con la administración gubernamental chavista. Sus mayores escándalos se relacionan con la ruptura del paro petrolero de 2002 -convocado por dirigentes políticos y económicos opositores al entonces presidente Hugo Chávez-, con el video en que aparece entregando un sobre lleno de dinero al diputado opositor Juan Carlos Caldera, del partido Primero Justicia, en vísperas de la elecciones presidenciales de 2012, y con su financiamiento a la defensa de los sobrinos de la primera dama Cilia Flores, procesados en Estados Unidos bajo cargos de narcotráfico.

Wilmer Ruperti nació en Caracas, Venezuela, el 7 de diciembre de 1959, en una familia clase media de emigrantes italianos. Estudió en la Escuela Náutica de Venezuela, de donde se graduó en 1981, mismo año en que comenzó a trabajar en la empresa de transporte marítimo, dedicada a la movilización de petróleo, Maraven S.A., la cual prestase sus servicios a la poderosa empresa petrolera venezolana, PDVSA, permaneciendo allí hasta 1987, tras lo cual ascendió, pasando a trabajar en el Departamento de Comercio de PDVSA. Posteriormente en 1989 es enviado a Inglaterra, avalado por la petrolera venezolana, donde se formó como experto en el tráfico marítimo y finanzas en el «Plymouth Polytechnic», donde realizó una maestría, tras lo cual volvió a Venezuela, donde en 1991 ingresa a PDV Marina.

En 1994, Ruperti fundó su propia compañía de transporte marítimo, «Nautica Ship Brokers», con la cual comenzó a prestar sus servicios a diferentes empresas, incluyendo a PDVSA, que constantemente requería de diferentes transportistas que pudiesen movilizar sus cargas petroleras. Ruperti comenzó a fortificar su posición y acrecentar la productividad de su compañías, llegando a disponer de diez barcos para 2002.

Nadie sabía quién era Wilmer Ruperti en Venezuela antes de 2002. Pero ese mismo año, Ruperti hizo lo que nadie quiso hacer, mientras el paro petrolero desangraba a la economía venezolana y ponía en jaque al gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez. Su apuesta consistió en poner a disposición del gobierno su flota de seis buques tanqueros rusos para importar gasolina y otros derivados del petróleo a puertos venezolanos. “Yo rompí el paro petrolero”, afirmó Ruperti en 2006, luego de salir airoso de dos investigaciones adelantadas por el Poder Legislativo. La primera por el extinto Congreso y la segunda por la Asamblea Nacional.

En el informe que conoció el extinto Congreso nacional, la Contraloría General de la República intervino luego de una denuncia que se hizo en 1997; y la empresa, Náutica Ship Broker B. V., cuyo propietario es Ruperti, fue “suspendida” del listado de proveedores de Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Derrotado el paro petrolero, en 2002, se hicieron denuncias por el supuesto cobro de sobreprecios en los envíos de gasolinas al mercado de la costa este de Estados Unidos. La voz cantante la llevó el capitán de Altura de la Marina Mercante, Luis Salazar. Se mencionó el pago de comisiones a oficiales de la Armada venezolana (Fernando Camejo Arenas, entre otros) y a altos ejecutivos de Pdvsa, incluido el exdirector de PDV Marina, Humberto Peroso Hernández, según Poderopedia.

Como parte de la investigación que adelantó la Asamblea Nacional para investigar la gestión del presidente de Citgo -la filial de Pdvsa que opera cinco refinerías y 14.000 estaciones de servicio en Estados Unidos-, Luis Marín, el diputado oficialista Jesús García ofreció una rueda de prensa en la ciudad de Miami, con apoyo del consulado venezolano en la ciudad, en la que denunció que Marín había firmado un contrato, “absolutamente leonino para los interés de la República con la empresa Sea Pioneer Shipping”, propiedad de Ruperti.

De la investigación que adelantó la Comisión de Contraloría del extinto Congreso nacional, Ruperti dijo que ni siquiera “lo llamaron a declarar” y que finalmente se produjo un dictamen que calificó de favorable. “Lo digo porque se demostró que la oferta que hice representó un ahorro de 2,8 millones de dólares para la nación”.

Los señalamientos de irregularidades que se hicieron en 2003, en medio del paro petrolero, también fueron desmentidos por Ruperti. Los pagos que recibió su empresa por embarques de gasolina a puertos venezolanos se hicieron a través del Banco Central de Venezuela, entre otras cosas, porque todo el sistema de finanzas y administración de la petrolera estatal habría sido manipulado por personas ajenas a la industria. “Hubo una auditoría, tanto interna como externa, y se demostró que no hubo sobreprecio”, aseguró el empresario naviero. “Al final del día a mí me pagaron mi dinero y punto”.

Al revelar detalles sobre sus operaciones durante el paro petrolero y el cobro de sus servicios, Ruperti aseguró que había financiado al gobierno durante tres meses, a raíz de la importación de tres cargamentos, equivalentes a 240.000 barriles de gasolina. “Yo estuve en el limbo; Pdvsa me debía 75 millones de dólares”. Al tanto de todos los detalles, incluida la imposibilidad de cobrarle a la corporación estatal, “porque sus sistemas estaban vueltos leña”, estaba el general Raúl Isaías Baduel, quien jugó un papel clave en 2002 para restituir al expresidente Chávez en el poder, luego del golpe que lo depuso por 48 horas. Posteriormente, Baduel fue enjuiciado por supuestas irregularidades administrativas. Recibió condena de 7 años y 11 meses de prisión.

El presidente Chávez agradeció públicamente el papel que jugó Ruperti durante el paro petrolero y lo condecoró con la Orden Libertador en el Palacio de Miraflores, en 2003. Los señalamientos sobre tratos preferenciales e irregularidades fueron desmentidos por Ruperti con estas palabras: “Vamos a estar claros. La persona que rompe el paro petrolero, en las dimensiones en que se hizo, fui yo. Quien logró que no alcanzara su propósito fui yo. Eso me ha ganado enemigos que, de alguna forma, quieren que yo salga del mercado”.

Dueño de una inmensa fortuna, el nombre de Wilmer Ruperti aparece en el listado de los principales hombres de negocios que aumentaron su capital en la era del chavismo. Nunca negó su apoyo a Chávez y a su proyecto político. En columnas de la prensa escrita y en los portales informativos de la oposición, se le ha mencionado con insistencia. En una entrevista se adelantó al periodista al decir: “En los que aparezco rojo rojito… Pero, véame, yo soy pelirrojo. Soy rojo por naturaleza”.

En octubre de 2004, Ruperti adquirió dos pistolas que en vida pertenecieron al Libertador Simón Bolívar, a través del empresario dominicano George Nicolas Nader. La operación se cerró luego de una puja al precio de 1,6 millones de dólares, organizada por la casa de subasta Christie’s en Nueva York. “Fue muy emocionante; me siento muy orgulloso y lo volvería a hacer 10 mil veces”, dijo Ruperti. Las pistolas, labradas en oro, pertenecen a la armería del francés Nicolás-Noêl Boutet, quien también forjó las pistolas de Napoleón Bonaparte. Posteriormente, Chávez anunció que Ruperti, mediante una carta, decidió donarle las pistolas de Bolívar a la República.

Con la compra de Puma TV, actual Canal I, “Ruperti pasa de capitán de barco a la élite mediática del país”, reseña la publicación web de Lloyd’s List, en agosto de 2004.

Después, Ruperti se vería involucrado en dos episodios que impactaron su imagen pública. Uno de ellos corresponde a un video, difundido por el diputado oficialista Julio Chávez, en el que aparece el diputado de Primero Justicia y ex candidato a la Alcaldía del municipio Sucre -estado Miranda-, Juan Carlos Caldera, aceptando un sobre lleno de dinero. A raíz de esta revelación, el propio Caldera admitió que el dinero correspondía a una donación que habría hecho el empresario Ruperti para apoyar su campaña, así como el hecho de que la grabación se hizo en la casa de habitación del empresario naviero.

Momentos antes de que el Consejo Nacional Electoral rubricara el triunfo de Nicolás Maduro en las elecciones de abril de 2013, Ruperti se pronunció públicamente en la sede del Canal I, del cual es el único accionista, en las que advirtió: “Para poder saber cómo están las elecciones, ya todo el mundo está claro. Ellos lo que quieren es fomentar el desorden y eso el gobierno ni nadie lo va a permitir y este canal mucho menos señores”. Como aparece reseñado en un video en Youtube, supuestamente Ruperti se encontraba en estado de ebriedad cuando emitió esas declaraciones.

Regresó a la polémica pública cuando el 29 de septiembre de 2016 el diario estadounidense Wall Street Journal publicó una entrevista en que confesaba ser el financista de la defensa de los sobrinos de la primera dama Cilia Flores, Efraín Antonio Campo Flores y Francisco Flores de Freitas, detenidos en Haití en noviembre de 2015 y desde entonces procesados judicialmente en Estados Unidos por presuntos vínculos con el narcotráfico. Ambos fueron acusados por la corte federal de Manhattan por el traslado de 800 kilos de cocaína hacia EEUU, y se declararon inocentes. «Esto perturba la tranquilidad de la familia presidencial. Es necesario que el presidente este tranquilo. Estoy ayudando a preservar el gobierno constitucional», dijo al WSJ. Siete días antes, el portal oficial de Pdvsa reportó el triunfo de su empresa Maroil Trading Inc. en el proceso de licitación para el acondicionamiento, manejo y desalojo del coque -residuo del procesamiento del crudo extrapesado- de los patios del Complejo Industrial José Antonio Anzoátegui.

En noviembre de 2019 un cargamento de 26 mil toneladas de coque zarparon de la refinería Cardón, estado Falcón rumbo a Cuba valorizados en unos 1.7 millones de dólares en el buque Lagonda, de bandera maltesa, el precio de una tonelada es de unos US $65.00 dólares.

La “videoteca”

El 12 de junio de 2007 Ruperti convocó al periodista José Rafael Ramírez del diario Reporte a una reunión a fin de lograr un “acercamiento” con ese diario, que a través de varios escritos, no dejaba muy bien parado al empresario revolucionario.

El encuentro fue preparado por su jefe de seguridad, Francisco Rafael Madriz, quien seleccionó un local ubicado en el Centro San Ignacio.

Tras bastidores, su jefe de seguridad había contratado al técnico César Augusto Añez para instalar en la cercanía del local un sofisticado equipo de grabación de audio y video a distancia, con cámaras dispuestas en varios puntos del local para dejar testimonio de lo que allí se conversaría.

En el encuentro el jefe de seguridad sacó a relucir un sobre, que presuntamente contenía 5 mil dólares, que colocó en la mesa y entregó a Ramírez. Al momento de la acción “sorpresivamente” apareció un comando del CICPC que puso preso al periodista quien pagó 3 años de cárcel acusado por extorsión, delito que nunca pudo ser comprobado.

Consultado el abogado José Luis Tamayo, quien defendió al comunicador, señala que en el caso del diputado Juan José Caldera, Ruperti utilizó el mismo sistema, con su jefe de seguridad.

Sostiene el abogado que allí se produjeron tres delitos: el primero por la instalación no autorizada de aparatos para realizar una grabación. El segundo es la grabación arbitraria, clandestina y fraudulenta de comunicaciones. En tercer lugar el forjamiento o alteración del contenido de una grabación, ya que a todas luces la grabación fue editada y alterada.

Hay que destacar que la difusión de este tipo de grabación es ilegal y también contempla penas a quienes la difundan. Todo ello está contemplado en la Ley Especial sobre grabaciones privadas o fraudulentas.

Boda

El 22 de mayo de 2010 Wilmer Ruperti se casó con la actriz venezolana Anastasia Mazzone, en Miami, Florida.4​ Gloria y Emilio Estefan fueron los padrinos, boda que incluía al entonces presidente Hugo Rafael Chávez Frías en su lista de invitados, quien finalmente no pudo asistir. La pareja se divorcia en enero de 2016.

El mismo año (2016), la actriz y empresaria Anastasia Mazzone reveló detalles sobre el fin de su relación con WIlmer Ruperti.

En una entrevista con el diario El Universal, Mazzone aseguró que aunque la política no influyó en su separación con el dueño del Canal I, si influyó en la ruptura de la misma.

«Yo creo que no fue decisiva, pero obviamente influyó, porque no supimos ponerla a un lado, seguir adelante como pareja, y no hablar nada de ella y menos en la intimidad, como hacen muchas parejas conocidas que felizmente siguen juntos, y no comparten ni sus tendencias ni sus opiniones políticas», aseguró.

Mazzone también reveló que la controversia de su relación con el empresario también le pasó factura, haciéndole perder amistades.

Congelado

En 2019 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos habría congelado las cuentas bancarias del empresario en Suiza y EE.UU por sus vínculos con el Gobierno de Nicolás Maduro​.

En septiembre de 2019 Ruperti se siente engañado por el exjuez español Baltazar Garzón y lo acusa de «delincuente» a través de una carta que envía por un contrato suscrito el 17 de junio de 2016 de asesoramiento a la defensa de exdirector de la Dirección General de Inteligencia Militar (DGIM) entre los años 2004 y 2011 (del gobierno de Hugo Chávez) del venezolano Hugo Carvajal sobre las investigaciones abiertas en Estados Unidos de los casos que afectan a quien fuera director​. Resulta que PDVSA paga 138 millones de $, una millonaria suma para retirar una montaña de coque, a su vez Ruperti paga 1.85 millones de dólares una suma millonaria para asesorar la defensa de Hugo Carvajal por lo tanto es PDVSA es quien paga la defensa y asesoramiento del ex-chavista

Sudamericana de Transportes de Petróleo

Tras el paro cívico, la fortificación de la posición de Ruperti, como empresario, significó la transformación de la «Nautica Ship Brokers», en la corporación de corte internacional, «Sudamericana de Transportes de Petróleo», estableciendo el holding encargado de administrar todas sus propiedades, la «Global Ship Management», entidad de la que es único accionista y CEO.

Igualmente, Ruperti se ha convertido en uno de los mayores beneficiarios de la política petrolera de Hugo Chávez, teniendo contratos para el transporte petrolero de Venezuela a Argentina, además de concentrar las prerrogativas y contratos para el transporte petrolero en el Caribe,19​ región en la cual, con proyectos como PetroCaribe y las fuertes relaciones económicas y envíos que Venezuela ha mantenido durante los últimos años, se ha experimentado un sorprendente crecimiento de las actividades de dicho ramo, convirtiéndose en un mercado de altos índices económicos, en el transporte petrolero.

El crecimiento económico experimentado por sus negocios, en conjunto con la continua expansión de sus operaciones, han conllevado al acrecentamiento de su flota mercante, pasando a poseer un listado de 19 barcos para el 2008,​ y habiéndose confirmado la inversión de US$ 500 millones, para la construcción de ocho nuevos tanqueros.

Canal I

En abril del 2005 el propietario de Puma TV, José Luis Rodríguez «El Puma», vendió su canal al empresario Wilmer Ruperti, para crear un canal de televisión de operación nacional, bajo un proyecto llamado Todos con la i, que comenzó en agosto del 2004, estimándose que el magnate gastó US$ 21 millones, en la adquisición y reorganización del medio, que pasó a denominarse, Canal I.

Más tarde Ruperti hizo sus ofertas públicas sus intenciones de vender por parte de las acciones del Canal I, resultando con la compra accionaria en febrero, cuando las Empresas 1BC, adquirió parte de las acciones del Canal por un valor de 180.794.492 Bolívares, asumiendo la nueva directiva de la cadena.

En septiembre del 2012, Wilmer Ruperti se decidió recuperar el 50% y Empresas 1BC queda con el 30%, quedando el empresario como accionista mayoritario.

Para muchos venezolanos ha resultado una gran sorpresa que el magnate de su país Wilmer Ruperti resulté ser poeta y co-autor de canciones.

Ruperti impuso como temas de las novelas del canal, canciones interpretadas por Norka, hija de la empresaria Norka Luque.

Wilmer Ruperti logró reunir a la cantante Norka Martínez, hija de Norka Luque, con el productor musical de origen cubano Emilio Estefan.

El primer disco de Norka fracasó, quedando en el olvido, tras la producción de un segundo disco de la mano de Estefan y su laureada firma productora.

Trinidad

Una venta de gasolina local que terminó en Venezuela y que involucra a empresas de Wilmer Ruperti ha sido investigado por las autoridades de Trinidad y Tobago.

Todo comenzó el 28 de marzo de 2020, un día después de la visita de la vicepresidente venezolana, Delcy Rodríguez, a Trinidad y Tobago, donde estuvo acompañada del entonces presidente PDVSA, Asdrúbal Chávez.

La empresa Paria Fuel Trading Company, una petrolera estatal trinitaria, recibió un pedido de 150 mil barriles de gasolina de parte de un comprador inusual: ES Euro Shipping SA.

Un dato a considerar es que la empresa, registrada en Suiza y propiedad de José Guillermo Ruperti, hijo del controvertido magnate venezolano Wilmer Ruperti, requería la compra de 100 mil barriles de gasolina de 95 octanos y 50 mil de 92 octanos, cuyo destino final sería la isla de San Eustaquio, en las Antillas menores. San Eustaquio es un destino común de las exportaciones petroleras de Trinidad y Tobago.

Al ser la primera transacción entre ambas empresas, Paria requirió un due diligence sobre Euro Shipping. Los documentos fueron entregados el 7 de abril, junto a un informe crediticio favorable de la británica Graydon.

Hay que resaltar que la investigación concluyó en que no había problemas para realizar la venta y fue así como el 12 de abril, Paria autorizó al barco de bandera liberiana, Aldana a recoger el cargamento.

Al día siguiente, cuando todo lucia normal, Euro Shipping pidió a Paria autorización para que la empresa venezolana IC Global participase de la operación.

Las alarmas se encendieron y la gerencia de Paria se comunicó directamente con José Guillermo Ruperti para advertirle que, según las cláusulas del contrato, de ningún modo ese combustible podía terminar en Venezuela, donde las sanciones han soltado cada vez más escándalos en los negocios petroleros.

Vale destacar que Ruperti respondió que fue una confusión y que solo pidieron una recomendación de la empresa, que el destino final nunca sería Venezuela. El 15 de abril, Euro Shipping pagó al contado la carga y el 19 fue emitido el contrato y comenzó la carga de combustible. El día 21, partió el tanquero.

Al día siguiente, el empresario Ruperti envió un email a Paria solicitando un cambio de destino en la guía del envío: quería que el cargamento fuese ahora con destino a Aruba, 25 kilómetros al norte de Venezuela.

Esto generó una tensión entre Lydia Dindayal, gerente comercial de Paria Fuel Trading Company y Ruperti, donde se le recordó a este que el destino final no podía ser Venezuela y que ambas empresas estarían en problemas si esto sucediese. Ya para ese momento circulaban rumores de un cargamento de gasolina que estaba próximo a llegar a Venezuela, que vive una fuerte crisis de combustible.

Es de hacer notar que Ruperti volvió a aclarar que estaba al tanto de las sanciones en torno a Venezuela y confirmó que el destino final no sería ese país. Paria accedió al cambio en la guía, ya que no es una actividad inusual el cambio de destino aún con el barco habiendo salido de sus puertos. Sin embargo, la trinitaria no tenía ningún control de un tanquero pues el mismo pertenece a una empresa registrada en Liberia.

Pero el 26 de abril un cable encendió las alarmas sobre la llegada de un cargamento de 150.000 barriles de petróleo a la refinería venezolana Amuay ¿El barco? Aldana ¿El vendedor? Maroil Trading, una empresa registrada en Panamá propiedad de Wilmer Ruperti y donde su hijo, José Guillermo, propietario de Euro Shipping, aparece como secretario.

Toda esta situación alarmó a las autoridades trinitarias y a su estatal Paria, quienes temieron ser ahora víctima de sanciones por haber participado en el esquema de tráfico de combustible de la familia Ruperti: la empresa suiza, propiedad del hijo, hace la compra, se despacha el combustible y este, sin descargarse, cambia de dueño a la compañía del padre cuando ya está cerca de Venezuela, quien lo descarga sin temor alguno.

Si bien las sanciones de Estados Unidos Han alejado de Venezuela a muchas compañías navieras establecidas y comerciantes de productos básicos, Ruperti parece estar poco preocupado. Un documento muestra que su empresa Maroil Trading AG, con sede en Suiza, abrió cuentas en dólares, euros y rublos en el Derzhava Bank.


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