Arístides Maza Tirado es presidente del Banco Caroní y ha sido presidente de la Asociación Bancaria, gremio que reúne a todos los banqueros de Venezuela.
Maza es accionista de Seguros Caroní, empresa que ha mantenido contratos principalmente con las distintas compañías de la Corporación Venezolana de Guayana.
Maza es cercano a Víctor Vargas, presidente del Banco Occidental de Descuento (BOD).
El 20 de enero de 2016, en el marco de los nueve motores de la economía impulsado por el presidente Nicolás Maduro, Maza Tirado fue designado representante del motor Banca, Seguros y Mercados de Valores.
El banquero es propietario en Venezuela de la Universidad Nororiental Privada “Gran Mariscal de Ayacucho” (UGMA) y de la Millennia Atlantic University (MAU), con sede en Doral, Florida. Maza ha tenido como asesor al hoy diputado Luis Eduardo “El Burro” Martínez, ex gobernador del estado Monagas y hoy candidato a la gobernación del estado Aragua, quién además ha sido vice-rector de la UGMA. Martínez también ha tenido un papel clave en la MAU.
Mariscal Ayacucho University. LLC, fue constituida en agosto de 2005 en Florida, por Arístides Maza, Luis Eduardo Martínez, Orianna Maza y Octavio Maza, y obtuvo licencia para funcionar como Millennia Atlantic University en Julio de 2006, iniciando actividades académicas-administrativas en enero de 2007 e inaugurando una moderna sede en la ciudad de Doral, en Abril de ese mismo año. Inicialmente se ofrecieron 4 programas, en el área de administración y recursos humanos, incorporándose posteriormente 2 más. En julio de 2009 egresó la primera promoción, obteniendo diplomas de MBA y Asociados, para el 2010 graduarse la segunda cohorte, recibiéndose en esta un grupo de MBA, Master en Recursos Humanos, Licenciados y Asociados.
Maza hizo grandes negocios con la gobernación del estado Bolívar en tiempos de Andrés Velásquez y La Causa R.
Desde hace tiempo es criticada la administración de Arístides Maza Tirado al frente del Banco Caroní. Maza ha estado “entrampado” con la normativa venezolana en materia bancaria que impide a banqueros ser accionistas de medios de comunicación, pues ha sido relacionado con la propiedad del diario “El Guayanés” en el estado Bolívar.
Años atrás el banquero fue diputado por el partido Acción Democrática.
Un hijo de Maza Tirado, quien tiene un puesto directivo en la UGMA, sería recordado debido a los conflictos que ha mantenido con su padre por no acatar los designios de éste.
Con un padre de procedencia muy humilde que apenas llegó al tercer grado de primaria, el banquero Arístides Maza Tirado ha llegado muy lejos, según algunos creen, gracias a sus altas conexiones en distintos gobiernos.
Maza Tirado nació en Aragua de Maturín, se graduó de abogado en la UCV y obtuvo un doctorado en derecho. Sus primeros socios fueron Edmundo y José Kabchi, con quienes fundó un pequeño banco regional en el estado Bolívar.
Se inició en 1980 como promotor y luego accionista del Banco Caroní, donde ejerció la primera vicepresidencia hasta 1986 cuando fue designado presidente de la junta directiva de esa organización financiera, que a su vez era poseedora mayoritaria del Banco Guayana, conformando así un importante grupo financiero en el Oriente venezolano.
Su vieja amistad con Trino Alcides Diaz supuestamente fue muy valiosa desde el punto de vista político y financiero. Maza Tirado fue militante de Acción Democrática (AD) y otro de sus grandes socios y amigos fue y continuaría siendo Luis Eduardo “El Burro” Martínez, quien fuera gobernador de Monagas por AD durante dos periodos, entre 1995-1998 y 1998-2000.
Maza y Martínez también hicieron negocios con la gobernación de Bolívar en tiempos de Andrés Velásquez. Martínez fue rector de la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho (UGMA), luego de huir de Venezuela por graves hechos de corrupción en la gobernación de Monagas. Pero sus “conexiones” le habrían permitido arreglar sus problemas con la justicia.
Maza rescató la Universidad Tecnológica del Centro (Unitec) antes de establecer la MAU en Miami. A Luis Eduardo Martínez primero lo nombró vicerrector administrativo de la UGMA, cargo que ocupó durante cinco años, al mismo tiempo lo designó rector de la Unitec y también le encargó la vicepresidencia de la MAU en Estados Unidos.
Su nombre ha salido a relucir tanto por su militancia adeca en la cuarta República, incluyendo sus negocios con gobernadores en estados del Oriente, como por los sucesos del 11 de abril de 2002, el asesinato del fiscal Danilo Anderson y otros casos más.
Jesse Chacón, como ministro de Interior y Justicia, señaló la existencia de dos grupos de abogados, uno de los cuales “estaba vinculado con el fiscal Anderson” e hizo público el nombre de un banquero “mucho antes de que ocurriera el atentado contra Anderson”, que incluso acudió a la Fiscalía y a la Defensoría a denunciar que lo estaban extorsionando. Se trataba, según precisó Jesse Chacón, de Arístides Maza Tirado.
Declaraciones ofrecidas al día siguiente por Isaías Rodríguez validaban lo anunciado por Jesse Chacón, pues éste afirmó que, efectivamente, en el organismo que dirigía había tenido conocimiento de que algunos posibles imputados trataron de “arreglar” su asunto buscando pagar para que los sacaran de la lista, asumiendo de esta manera que no se trataba de una extorsión hacia Maza Tirado sino de un soborno de él hacia las personas con autoridad para imputarlo por la firma del decreto de Pedro Carmona Estanga.
En agosto de 2007 fue reabierto el caso Anderson, por solicitud de sus hermanos Migdalia Caraballo Anderson y Juan José Meléndez Anderson, quienes pedían enjuiciamiento por los delitos de homicidio calificado y agavillamiento en la muerte de Danilo Anderson, ocurrida el 18 de noviembre de 2004, contra 13 personas, entre ellas el banquero Arístides Maza Tirado, quien tuvo que comparecer en dos oportunidades.
Sus relaciones con gobiernos y ex funcionarios de gobiernos de Monagas y Anzoátegui habrían sido favorables para sus negocios. Su nombre estuvo ligado con contiendas electorales en el Oriente y con ataques a los detractores de exgobernadores. Su relación con su hijo menor habría tenido ciertos altibajos supuestamente por no estar de acuerdo con la relación entre su hijo y su nuera, quien a diferencia de Maza Tirado, no tenía un alto nivel socioeconómico.
Maza era un auspiciante adeco de vieja data, que luego entabló buenas relaciones con Rafael Caldera durante su segundo gobierno. En varias ocasiones el banco de Maza ha atravesado desmejorados momentos financieros, con el añadido que en los EUA, varias veces también han sopesado si tenía o no vinculación con partidarios del extremismo islámico. El trato para con sus hijos tampoco ha enaltecido al banquero. El ostracismo fue la reprimenda a uno de la cría, la veja negra de la familia, con cargo en la UGMA, tan siquiera por hacer familia con una de sus extrabajadoras domésticas.
Algunos proyectos inmobiliarios impulsados por el Banco de Maza durante las últimas dos décadas en la zona oriental de Venezuela nunca fueron concluidos y las investigaciones que sobre éstos realizó la Fiscalía a cargo de Luisa Ortega Diaz nunca prosperaron.
El banco
Banco Caroní es una compañía venezolana de servicios financieros fundada en agosto de 1982, constituida con capital privado y sede central en el estado Bolívar, en sus inicios se denominó como Banco del Caroní hasta el año 1990 que se decidió cambiarlo a su actual denominación. En el año 2012, banco Caroní se fusiona con Banco Guayana para ampliar su red de sucursales, adquiriendo sus activos y así poder tener mayor cantidad de operaciones financieras a nivel nacional. El banco Caroní se estableció con “la idea de apoyar el crecimiento económico de la región mediante el financiamiento a la pequeña y mediana empresa”, hoy en día realiza operaciones en el ramo de la banca universal, estrato que requiere que una institución cuente con un patrimonio, activos, plataforma tecnológica y rentabilidad por la diversidad de operaciones y productos que deben brindarse.
Desde 1986, esta organización ha sido presidida por el Dr. Arístides Maza Tirado, quien cambió las áreas administrativas con el propósito de incrementar la capacidad de las mismas. No obstante, en la década de 1980 durante su gestión en la institución se le relacionó con los Sres. Pedro Tinoco y José Álvarez Stelling, socios de los extintos y quebrados Bancos Latino y Consolidado, quienes integraban un grupo económico que se disputaban las posiciones por el control de la Asociación Bancaria de Venezuela, el Consejo Bancario Nacional, las representaciones ante el Banco Central de Venezuela, FOGADE y Fedecamaras frente a sus homólogos del negocio bancario conocidos como Carlos Alberto Bernárdez y José María Nogueroles quienes dirigían en su momento los destinos de los Bancos D Venezuela y Provincial.
La asociación bancaria de Venezuela, en sus siglas, ABV, ha sido presidida por el Sr. Arístides Maza Tirado, siendo reelegido consecutivamente, quien ha expuesto a los medios palabras como “Tenemos un sistema eficiente y competitivo; hemos cumplido cabalmente las normas y regulaciones con las que estamos comprometidos y hemos hecho esfuerzos por incorporar tecnologías que nos ayuden a mejorar la calidad de los servicios y optimizar la experiencia de nuestros clientes y usuarios”.
El examen realizado a la empresa Banco Caroní permite simplificar que la entidad bancaria ha obtenido a bien incrementar progresivamente las captaciones percibidas del público en la misma medida de sus disponibilidades que les han servido para exponerse como una institución con cierta liquidez monetaria, trabajando en la disminución de su morosidad manejando cautelosamente la cartera de créditos, posiblemente tenga carencias de capacidad, innovación u voluntad para financiar más productos crediticios, así como de competitividad en el sistema financiero para incrementar las inversiones.
Empleados implicados en delitos
El Banco Caroní, C.A. Banco Universal, es una de las instituciones financieras líderes en la región Sur y Oriente del país, esta se ha visto involucrado en varios hechos delictivos por parte de sus empleados en diversas sucursales del territorio nacional. Afectando la credibilidad del banco y poniendo en riesgo la sustentabilidad del mismo, a pesar de que su directiva está integrada por Arístides Maza Tirado, actual presidente de l Asociación Bancaria de Venezuela.
Dentro de los casos más sonados está el de la banda “Los AS-400 del Caroní”, este delito estuvo conformado por cinco miembros del banco en la sucursal de Puerto Ordaz, dicha banda estaba conformada por tres mujeres y dos hombres encargados de efectuar fraude electrónico. Entre los delitos imputados están, delitos de apropiación o distracción de recursos e información falsa para realizar operaciones bancarias, además de revelación de información, fraude electrónico, acceso indebido o sabotaje a los sistemas protegidos y asociación para delinquir, de acuerdo con Segurosybanca.com.
El nombre de la banda está relacionado con el sistema A/S 400, el cual guarda relación con el sistema operativo vigente del Banco Caroní, esta se encargaba en desviar fondos a otras cuentas, los apresados utilizaron un usuario de comunicación entre las aplicaciones, llamado “Tranfer”, donde se registra el usuario de ejecución. Al Realizar este procedimiento se fijaron que una identificación IP estaba radicada en las oficinas de la sucursal de Orinokia Mall y que fueron cinco cuentas (de clientes y empresas) las tomadas para las transacciones, una de dichas cuentas tenía un saldo de 330,62 bolívares y fue llevada a 330.000.000.000,62 bolívares. Según reseño El Mundo
Entre los aprehendidos estuvieron Gabriela Lozada (27), empleada de Atención al Cliente, Henry Charagua (32), Técnico de Sistemas, Carlos Aguilar (29), Edmary Rojas (32), Narcisa Rodríguez (48).
Así mismo, fue detenido el Gerente y el Sub Gerente de la sucursal de las Acacias en Caracas, tras ser acusados de haber despojado de grandes sumas de dinero a personas que acudían a la entidad bancaria.
De acuerdo a las declaraciones del excomisario Wilmer Flores Trosel en esa oportunidad “Los dos ciudadanos detenidos captaban y atendían personalmente a ciudadanos que acudieran a la entidad financiera con la intención de depositar la liquidación o jubilación de sus trabajos, valiéndose de su condición de altos funcionarios bancarios, les hacían firmar a sus víctimas un poder especial a nombre de ellos, al tiempo que les hacían creer que habían firmado era una cuenta de participación a plazo fijo y les entregaban una copia firmada y sellada de la supuesta participación”
La estafa de estos delincuentes asciende hasta los momentos a 500 mil Bolívares Fuertes. Como resultado del procedimiento de aprehensión quedaron detenidos los ciudadanos Alex Emilio Ravelo Barrios (41), quien se desempeñó como gerente de la agencia bancaria; y Luciana Del Carmen Lotartaro Camarillo de 28 años de edad, quien se desempeñó como Subgerente de la entidad.
Sospechosos en Estados Unidos
El personal de cumplimiento del JP Morgan Chase Bank dedicó meses a vigilar cientos de operaciones por más de 200 millones de dólares, que calificaba como ‘no transparentes’ y atribuía al mercado negro de divisas, y que se cruzaban en una pequeña entidad de Barbados, Continental Bank. Esta era propiedad de venezolanos que en su país manejan el Banco Caroní, y las transferencias más jugosas las había enviado una casa de valores panameña en la que los hermanos De Grazia figuraban como accionistas principales, reveló Ewald Scharfenberg en Armando.info.
Fundado en 1982, el Caroní es un banco pequeño de vocación regional. En el ranking bancario más reciente, de abril de 2021, ocupa la posición 20 entre las instituciones con mayores activos, y la 22 en términos de su cartera crediticia, entre los 30 bancos universales que la Superintendencia Nacional del Sector Bancario (Sudeban) vigila.
Sin embargo, la influencia gremial del Banco Caroní siempre ha excedido su volumen de negocios. El presidente desde 1986 del banco, Arístides Maza Tirado, ha presidido en tres períodos la Asociación Bancaria de Venezuela, y también dirigió algunas cámaras empresariales, como el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio). Uno de sus hijos, Octavio, también fue director de Consecomercio.
En la actual junta directiva del banco figuran cuatro personas con su apellido: además del propio Arístides Maza, están Octavio Maza Duerto, Fredy Maza Tirado y Gonzalo Maza Anduze.
El otro apellido que se repite tanto como el de los Maza es Kabchi, una familia de origen cristiano libanés que asentó sus reales en Guayana: Edmundo Kabchi Murgus es el vicepresidente del banco, quien tiene por suplente a su hijo, Edmundo Kabchi Zakia. Gamal Kabchi, Georges Kabchi Zakia, Mounir Kabche El Douaihi y George Kabche Dzoubaun también aparecen entre la directiva del banco.
Amén de ser un apellido común en el Medio Oriente, la confusión entre Kabchi-Kabche es siempre probable por cuenta de la transcripción de la grafía árabe al alfabeto latino. No en balde, el propio SAR de JP Morgan Chase Bank parece dar por equivalentes o por alias los nombres de padre e hijo: “Edmundo Kabchi”, se lee en el reporte, “fue identificado como Edmundo Jreige Kabchi Murgus (‘Murgus’), localizado en Venezuela, y como Edmundo Jorge Kabchi Zakia (‘Zakia’)”. Otro ejemplo de esta dificultad en la traducción de nombres árabes se encuentra en una versión que corre por Internet y atañe a los Kabchi de Guayana: Sayari, un reputado servicio de inteligencia financiera con sede en Washington DC, publicó en marzo pasado un reporte en el que señala que los Edmundo Kabchi, padre e hijo, son socios en un par de empresas registradas en Líbano de los hermanos Khalil, Majed y Khaled, unos de los empresarios más favorecidos con contratos del Estado a lo largo del régimen chavista. Pero un vistazo a los expedientes del Registro Mercantil de Líbano muestra que entre los diez directores de la compañía Airport Mall Holding SAL se cuenta un tal Edmond George Qebshi, que al cierre de esta nota no había podido comprobarse si se trata del mismo banquero venezolano.
En el SAR dirigido a FinCEN, los ejecutivos de cumplimiento del JP Morgan Chase Bank comprueban que, si bien las más de 500 operaciones reseñadas conectan a muchas personas jurídicas y naturales, incluyendo once empresas del grupo del Banco Caroní, las 19 transacciones más voluminosas incumben a Edmundo Kabchi Zakia, Arístides Maza Duerto, Juliana Maza Sanvicente, todos ellos como receptores de transferencias; y las empresas Continental Bank Corp de Barbados, Seguros Caroní, Global Risk Solutions de Venezuela e Intersecurities International Inc de Panamá. De estas últimas, todas excepto Intersecurities, son empresas adscritas al grupo de empresas del Banco Caroní.
Es importante señalar que este SAR, como cualquier otro de los cerca de dos millones queen promedio FinCEN recibe cada año, no constituye prueba de delito alguno, sino que es un primer recurso del que el sistema bancario de Estados Unidos dispone para llamar la atención de las autoridades sobre una situación que podría considerarse como sospechosa.
A Juliana Maza Sanvicente, hija de Arístides Maza Tirado, el SAR solo la identifica como directora de una empresa en Miami, de nombre 1200 Brickell 14th Floor LLC, donde también figuran sus hermanos y su propio padre. Idéntico grupo familiar es el que configura el directorio de al menos otras cuatro empresas en el sur de Florida, la mayoría constituidas para detentar la propiedad de inmuebles, y que también incluyen a Arístides Maza Duerto, hermano de Juliana, pero a quien el reporte de JP Morgan Chase Bank falla en identificar.
Maza Duerto es presidente de una universidad privada en Miami, la Millennia Atlantic University.
En el informe, Maza Duerto aparece recibiendo pagos por algo más de 99.000 dólares desde el Continental Bank, el banco en Barbados de los accionistas del Banco Caroní. Las transferencias fueron hechas con una referencia a “RFB/ Altaro Holdings Corp ALT402”. En el Registro Mercantil de Panamá se halla una Altaro Holdings Corp, en la que funcionarios del bufete local, Alfaro, Ferrer & Ramírez, aparecen como directores.
En cambio, JP Morgan Chase acierta en mencionar a Edmundo Kabchi como vicepresidente del Banco Caroní. De hecho, singulariza a Edmundo Kabchi Zakia, hijo, vicepresidente suplente del Caroní, con presunta residencia en una quinta de la urbanización Los Altos de Puerto Ordaz, como receptor de tres transferencias, que totalizaron 4,44 millones de dólares, llegadas desde el Continental Bank de Barbados a cuentas de Kabchi Zakia en los bancos suizos Julius Bär, Barclays Bank (Schweiz) y Credit Agricole Suisse. En todos los casos, el remitente dirigió las transferencias a “Edmundo Jorge Kabchi Z KAB486”.
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