Abanca ya ha decidido a quién venderá la empresa pesquera española Nueva Pescanova. Según fuentes financieras, el banco presidido por Juan Carlos Escotet ha aceptado la oferta del grupo canadiense Cooke en detrimento de la también gallega Iberconsa, que se quedará con una filial en Centroamérica, y de la estadounidense Red Chambers. La operación se cerrará si el comprador certifica la adquisición tras someter a la histórica compañía de Redondela (Pontevedra) a un análisis pormenorizado de sus cuentas o due diligence.
Abanca, que heredó la compañía tras su concurso de acreedores, se ha decantado por Cooke, que se hará con la totalidad de los activos de Nueva Pescanova, condición que Abanca había exigido a los interesados. Este ha sido un factor clave, puesto que otros potenciales compradores tan solo querían algunas filiales de la empresa, reveló Agustín Marco en El Confidencial.
Cooke, que inicialmente presentó una oferta muy alejada de los 200 millones que pedía Abanca, ha mejorado su propuesta, que ha sido superior a la formulada por Red Chambers y por Iberconsa. Esta última, propiedad del fondo de inversión estadounidense Platinum, se había sumado a la puja a última hora pese a que su situación financiera no era la más solvente. Especialmente, porque sus cuentas se vieron afectadas, como las de Nueva Pescanova, por la subida del petróleo y la caída de las ventas de pescado y por su elevada deuda. No obstante, otras fuentes indican que podría quedarse con algunos de los activos de la compañía pontevedresa en Centroamérica, previsiblemente en Nicaragua.
Al pago del dinero en efectivo hay que sumar los cerca de 500 millones de euros de deuda que acumula el grupo con sede en Redondela, por lo que la transacción total oscilará entre los 600 y los 700 millones, según fuentes próximas al proceso. El precio final no ha sido desvelado, pero otras fuentes lo sitúan cerca de los 150 millones, más el pasivo.
El beneficio operativo de Nueva Pescanova se derrumbó un 50% en 2022, de los 70 a los 40 millones. Un descenso provocado, según fuentes próximas a Pescanova, por factores extraordinarios, como el incremento del precio del petróleo y la caída abrupta de las ventas del pescado por la inflación. Dos elementos que la compañía considera que se corregirán este año.
Fuentes próximas a la operación aseguran que banca se ha comprometido a conceder al comprador la financiación necesaria para llevar la adquisición a buen puerto ante la negativa de Banco Santander, CaixaBank y Sabadell a asumir más riesgos con Nueva Pescanova. Estos tres bancos decidieron el pasado 23 de marzo no extender un préstamo de 150 millones a la compañía para sus necesidades de circulante.
Pero Abanca ha querido facilitar la venta de Nueva Pescanova, de la que tiene un 97% del capital, debido a las indicaciones del Banco Central Europeo (BCE) de reducir su exposición a la empresa, que arrastra una deuda de 500 millones. Al tener casi la totalidad del accionariado, la entidad dirigida por Escotet debería provisionar toda la inversión, que supera con creces esa cifra. Si cerrase la venta cuando se complete la due diligence, podría desconsolidar esta participación, lo que tendría un efecto positivo en sus ratios de capital.
La importancia de Nueva Pescanova es tal para Galicia que Escotet se comprometió con Alberto Núñez Feijóo, cuando era presidente de la Xunta, a hacer todo lo posible por devolver el esplendor a una empresa mítica en la región. Tras invertir decenas de millones en comprar los paquetes que habían heredado los bancos por la quiebra de la vieja Pescanova, Abanca quiere ahora elegir el socio adecuado para que la compañía, con una plantilla de 12.000 personas, tenga una nueva y correcta singladura.
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