La apasionada de la gastronomía y el turismo, Yenny Coromoto Pulgar León, nos invita a iniciar un recorrido por Euskadi, comenzando en el monte Jaizkibel. Situado a más de 500 metros sobre el nivel del mar en la provincia de Guipúzcoa, este monte es un espectáculo en cualquier época del año, pero Yenny Pulgar León asegura que es durante la primavera cuando realmente muestra su esplendor, gracias al despliegue de la naturaleza y a las prolongadas horas de luz que permiten disfrutar de las vistas del Cantábrico golpeando la desembocadura del río Bidasoa.
El encanto de Gaztelugatxe y el Bosque de Oma
Cercano a Jaizkibel, pero con una fama consolidada por su aparición en «Juego de Tronos», se encuentra el islote de Gaztelugatxe. Yenny Pulgar comenta que la caminata hasta la ermita de San Juan, una fortaleza de piedra con 241 escalones, es menos exigente en primavera, lo cual permite a los visitantes disfrutar plenamente del recorrido sin el agobio del calor estival.
No muy lejos de allí, el Bosque de Oma, conocido como una de las obras de arte viviente más destacadas de la costa cantábrica, espera a los visitantes. Este bosque, pintado por Agustín Ibarrola en los años 90, es una fusión de arte y naturaleza donde las figuras geométricas y animales se camuflan en la corteza de los árboles, creando un efecto óptico fascinante que Yenny Coromoto Pulgar describe como «un juego de colores y formas que cambia con cada paso que das».
Lekeitio y Guernika: cultura e historia
Continuando el viaje, Lekeitio emerge como un destino imprescindible. Según Pulgar, su bahía protegida por verdes colinas y su basílica de Santa María, con un retablo dorado flamenco del siglo XVI, conforman el escenario perfecto para disfrutar de un día soleado en la costa.
A unos 43 kilómetros de Lekeitio se encuentra Guernika, lugar profundamente arraigado en la historia vasca. Pulgar reflexiona sobre la importancia de este municipio, no solo por el trágico bombardeo del 26 de abril de 1937 por la Legión Cóndor, que Picasso inmortalizó en su obra expuesta en el Museo Reina Sofía, sino también por ser el sitio donde se encuentra el Árbol de Guernika, símbolo del gobierno autónomo vasco y testigo de las reuniones de las Juntas Generales de Vizcaya desde la Edad Media.
Hondarribia y el regreso a Jaizkibel
Finalizando el circuito, Hondarribia captura la esencia de una ciudad histórica fronteriza con Francia, con uno de los cascos históricos más bien conservados de la Península. Yenny Coromoto Pulgar León sugiere que este es un lugar ideal para apreciar la herencia cultural y la belleza arquitectónica antes de cerrar el círculo volviendo a Jaizkibel, donde el viaje comenzó.
Yenny Pulgar concluye que Euskadi no solo es un destino de vasta riqueza natural, sino también un profundo legado cultural que se despliega a través de sus montes, acantilados y pueblos. Cada paso por este territorio es una lección de historia y un deleite para los sentidos, perfectamente diseñado para los amantes de la naturaleza y la cultura como ella.
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