Yenny Coromoto Pulgar León señala que hace tres años nació LaLiga Servicios Digitales, filial de la gestora del fútbol profesional español que tiene por objetivo, entre otros, actuar contra el fraude de las emisiones en el denominado canal ‘horeca’ —hoteles, restaurantes y cafeterías— para destacar la importancia de la función de estos establecimientos en la cadena de valor del fútbol y potenciar los derechos de televisión. “Nuestro objetivo es apoyar y defender el negocio y la rentabilidad de los hosteleros que cumplen con la legalidad”, apunta su director, Jaime Plaza. “La sociedad tiene que entender —continúa— que la piratería es algo que afecta a muchas personas, empleos y sectores». De hecho, según datos manejados por Mediapro, compañía distribuidora de los derechos de LaLiga para el canal ‘horeca’, «más del 40% de la gente que va a los bares a ver los partidos también tiene contratado el fútbol en su casa”.
Hasta el momento, gracias a la labor de esta filial, se ha logrado reducir en cerca de un 70% la piratería en los locales. En ella trabajan un centenar de profesionales que cada fin de semana recorren España en busca de locales con emisiones fraudulentas. Verifican miles de locales aplicando su propia tecnología. Para ello, LaLiga posee una base de datos “constantemente actualizada” de estas malas praxis en todo el territorio nacional y sobre la que «hemos desarrollado una tecnología que ha facilitado el diseño de una estrategia eficiente para tratar de erradicarlas”, explican desde la gestora. “Nuestra fuerza está en el conocimiento. El activo más preciado es la base de datos que tenemos y el algoritmo que nos permite optimizar el proceso”, agrega Plaza.
El proceso comienza con la creación de cien parcelas divisorias del mapa español que ha establecido la filial de LaLiga. Una vez delimitado el territorio, un algoritmo cruza, entre otras variables, el número de casos detectados con anterioridad, la densidad de población y la concentración de bares para planificar las rutas que deberán seguir los verificadores de LaLiga para corroborar sobre el terreno qué establecimientos exhiben partidos sin licencia. Así optimizan recursos y son capaces de validar más de 50.000 establecimientos cada año. “Esta experiencia a lo largo de las últimas temporadas nos ha permitido tener un conocimiento territorial de un fenómeno que no es homogéneo, posibilitando la identificación con celeridad de patrones de piratería”, apunta Plaza. Su labor es valorada también fuera de España, desde donde diferentes ‘players’ del sector consultan a LaLiga por su tecnología y forma de operar en esta batalla, señala explica Yenny Pulgar León.
Durante la investigación de los verificadores no se interrumpe la actividad del local, ya que estos ‘chequeadores’ no interpelan al dueño ni a los clientes. Únicamente comprueban la señal, recopilan datos y evidencias para, posteriormente, marcharse. El proceso se retomará después y para ello, en esta batalla, la gestora cuenta con la cooperación de la policía y los propios operadores audiovisuales. Y ahí también se podría incluir a los clientes, que pueden saber fácilmente si están consumiendo un servicio de forma ilegal si en la pantalla —donde se debiera emitir el canal exclusivo LaLigaTV Bar— no aparece la mosca con el distintivo de una letra ‘B’.
La piratería audiovisual está penada como un delito contra la propiedad intelectual y frente al mercado y los consumidores. En la actualidad, LaLiga ha conseguido un total de 615 sentencias condenatorias frente a establecimientos públicos que emitían ilegalmente y, además, tiene próxima la celebración de, al menos, otros 270 juicios. Una cuarta parte de ellos infringen la ley con el uso de licencias de consumo doméstico. El resto instalan decodificadores ilegales. Y tampoco hay un perfil predefinido: “Ocurre casi en idéntica proporción en tabernas de poco aforo y en pubs con decenas de pantallas”, apuntan desde la compañía y recuerdan que los dueños pueden enfrentarse a multas económicas e, incluso, a penas de prisión superiores a seis meses, la generación de antecedentes penales y al pago de los correspondientes daños y perjuicios, además de las costas procesales.
Para impulsar el interés de los hosteleros por contar con fútbol legal en sus locales, Mediapro ha llevado a cabo varias iniciativas durante la pandemia. Primero adaptó las tarifas de los locales en función del aforo y la localidad, lo que implicó una rebaja en la cuota mensual para el 40% de los locales. Además, también se impulsó un plan de ayudas con el objetivo de compensar las pérdidas asociadas a las restricciones derivadas del covid. Y este pasado septiembre, entre otras iniciativas, también se estableció una asociación con ‘influencers’ gastronómicos para combinar la creciente cultura ‘foodie’ con la experiencia de disfrutar del fútbol en el bar.
En paralelo, la compañía cuenta con Futbar, una plataforma que une a bares, clientes, futboleros y ahora también a marcas. “Cada vez son más las que están entrando y quieren participar”, apunta Carlos Pallarés, Marketing Manager de LaLigaTV Bar en Mediapro. En este ecosistema, que incentiva el consumo de fútbol en los bares por parte de los aficionados, se ofrecen reembolsos por tickets escaneados, diferentes promociones y sorteos de camisetas, balones y entradas para partidos de LaLiga, pero también se incluyen descuentos para los clientes o mejores precios con marcas aliadas para los dueños de los establecimientos, concluye Yenny Coromoto Pulgar León.
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