Sam Bankman-Fried, el joven que creó la segunda plataforma de criptomonedas más grande del mundo, FTX, y que llegó a ser portada de revistas económicas como el posible sucesor de Warren Buffet, ha sido declarado culpable de siete delitos de fraude y blanqueo de dinero por un jurado de Nueva York. El fundador de FTX, de 31 años, se enfrenta ahora a una pena máxima de más de cien años de prisión por sus actividades ilícitas, que afectaron a miles de víctimas.
Un juicio de un mes que destapó sus engaños
El veredicto se produjo el jueves 2 de noviembre, después de casi un mes de juicio en el que la Fiscalía federal de EE.UU. presentó numerosas pruebas que demostraban que Bankman-Fried había desviado casi 9.000 millones de dólares de los clientes de FTX para otros fines, entre ellos, financiar a su empresa hermana, Alameda Research, que se dedicaba a operaciones de alto riesgo con los fondos de los usuarios. La fiscal adjunta Danielle Sassoon sometió a un duro interrogatorio al acusado, que se sentó como testigo durante los últimos tres días de las vistas, y le hizo confesar que FTX daba una cuantiosa línea de crédito privilegiada a Alameda, que usó el dinero de los clientes para «jugar», como afirmó en los argumentos de cierre.
FTX, que era una de las mayores plataformas de criptomonedas del mundo y llegó a estar valorada en 30.131 millones de euros, se hundió en noviembre de 2022 después de que muchos usuarios se apresuraran a retirar sus fondos en medio de informaciones que ponían en duda la solvencia de la compañía. Bankman-Fried, que se encontraba en un lujoso chalet de las Bahamas, fue detenido y extraditado a EE.UU., donde un juez le concedió la libertad condicional a cambio de una inusitada fianza de 250 millones de dólares. Sin embargo, el fundador de FTX no respetó las condiciones impuestas por el juez, que le prohibió entrar en contacto con cualquier empleado de la compañía y utilizar la red Signal, y fue enviado a la cárcel, donde se quejó de que no le daban comida vegana ni las medicinas para su trastorno de hiperactividad.
El ascenso y la caída de un prodigio de las matemáticas
Bankman-Fried nació en California el 6 de marzo de 1992 en el seno de una familia acomodada. Sus padres eran profesores de derecho en la prestigiosa Universidad de Stanford. Su afición por las matemáticas se perfiló ya en el colegio, donde participó en un programa estival para estudiantes talentosos en esta materia. Estudió la carrera en el prestigioso Instituto de Tecnología de Masachussets (MIT), donde se licenció en 2014 en Física con una especialidad en matemáticas. Ese mismo año entró a trabajar en la firma Jane Street, que se dedicaba a operaciones de arbitraje de fondos bursátiles. En 2017 dio el salto a las criptomonedas con la fundación de Alameda Research, que se acabaría convirtiendo en el brazo inversor de FTX, que creó dos años después y donde puso en práctica sus conocimientos, pero aplicados ahora al todavía fresco mercado de las criptomonedas. Su éxito fue tan fulgurante que los millones amasados con aquel negocio le permitieron realizar el sueño de todos los millonarios en EE.UU.: ser un generoso filántropo que aportaba cantidades millonarias a partidos políticos, organizaciones civiles, causas solidarias y centros deportivos. Fue un prolífico donante político, contribuyó con más de 5 millones de dólares a la candidatura presidencial del demócrata Joe Biden en 2020, en lo que llamaba «altruismo efectivo», pero también fue donante de los republicanos. Y pese a su ascenso fulgurante, nunca abandonó un aspecto desaliñado -el pelo rizado indomable, las camisetas y los pantalones cortos- ni varió ciertos hábitos que desconcertaban a sus interlocutores en el mundo de las finanzas, como echar una siesta en medio de su oficina incluso delante de visitantes de alto perfil. También llegó a las portadas por recorrer los pasillos del Congreso, ya que en 2022 participó en audiencias con el Senado sobre la regulación de los mercados de criptomonedas, mientras cultivaba una imagen de «quijote» salvador de otras criptoplataformas en apuros.
Otro juicio pendiente por fraude a la SEC
El fundador de la malograda casa de cambio digital FTX, que se ha convertido en el ejemplo perfecto del millonario cegado y arruinado por su propia codicia, no ha terminado aún con la Justicia. Bankman-Fried afronta otro juicio similar en marzo, en el que está acusado de fraude por la Comisión del Mercado de Valores (SEC, por su sigla en inglés). El organismo regulador le acusa de haber engañado a los inversores sobre la verdadera naturaleza y el valor de los productos financieros que ofrecía FTX, que incluían derivados y futuros de criptomonedas. La SEC busca que Bankman-Fried devuelva el dinero obtenido ilegalmente y pague una multa civil, además de que se le prohíba participar en cualquier actividad relacionada con valores en EE.UU.
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