La relación inmobiliaria entre la senadora colombiana María Fernanda Cabal y un representante del Cartel de Cali

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María Fernanda Cabal, senadora exprecandidata presidencial del partido Centro Democrático en Colombia, le vendió en 1992 un apartamento y un garaje en el oeste de Cali a Rodrigo José Sarasti Guerrero, quien según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, fue gerente y accionista de dos empresas fachada de los narcotraficantes Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela. El medio colombiano Cuestión Pública accedió a las escrituras públicas que comprueban esta transacción, que Cabal nunca ha reconocido públicamente.

El apartamento de Las Piedras

El 28 de septiembre de 1990, cuando tenía 24 años y se graduaba como politóloga de Los Andes, María Fernanda Cabal le compró a su hermana Ana María un apartamento de 131 metros cuadrados en el barrio Santa Teresita, al oeste de Cali. Pagó por él $6 millones, una suma equivalente a $65.161.158 a 2021, ajustando el precio a la inflación. El apartamento quedaba en el primer piso de Las Piedras, un edificio beige con grandes ventanales y un portón de metal color bronce, rodeado de árboles y a una cuadra del río Cali.

Cabal fue la dueña del apartamento hasta el 20 de febrero de 1992, cuando se lo vendió por $20.000.000 (unos $217.203.860 a 2021) a Rodrigo José Sarasti Guerrero, un hombre que incursionaba en negocios bursátiles y que una década después sería señalado por el Departamento del Tesoro como representante de los líderes del Cartel de Cali. Las escrituras fueron firmadas en la Notaría Sexta del Círculo de Cali por Sarasti y Ana María Cabal Molina, quien tenía un poder para representar a su hermana María Fernanda, según el documento al que pudo acceder Cuestión Pública.

Rodrigo José Sarasti Guerrero

Las empresas fachada del Cartel

Rodrigo José Sarasti Guerrero fue gerente general y accionista de Obursátiles SA, una compañía dedicada a actividades bursátiles que fue incluida en la Lista Clinton en 2003 por ser una «entidad traficante de estupefacientes» que hacía parte de los negocios fachada del Cartel de Cali. Sarasti compartió la empresa con Francisco Javier y Andrés Hernández Bohmer, quienes también fueron designados por el Departamento del Tesoro como representantes del crimen organizado.

Sarasti también fue oficial de Kesman Overseas y Zaratan Corporation, dos compañías holding offshore con sede en las Islas Vírgenes Británicas, que según el Departamento del Tesoro eran propiedad o estaban bajo el control de Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela y servían como fachada para «sus actividades de tráfico de narcóticos y lavado de dinero». Una de las direcciones relacionadas con Zaratan Corporation quedaba a cuatro cuadras del apartamento que le compró Sarasti a Cabal.

La salida de la Lista Clinton

El 17 de septiembre de 2003, Sarasti fue incluido en la lista de Narcotraficantes Especialmente Designados (SDNT) del Departamento del Tesoro, conocida como la Lista Clinton. El 30 de octubre de 2009 fue retirado de la lista junto con otros colombianos. El motivo exacto por el cual fue removido no se especifica en la carta que le envió el Departamento del Tesoro a Sarasti y que este medio pudo conocer.

Sarasti ha negado tener relación con los Rodríguez Orejuela o con el Cartel de Cali. Ha dicho que su inclusión en la Lista Clinton se debió a que Obursátiles SA tomó en arriendo una casa de cambio llamada Internacional de Divisas, cuya socia era cuñada de Humberto Rodríguez Mondragón, hijo de Gilberto Rodríguez Orejuela. También ha dicho que las sociedades offshore que tenía eran por razones de seguridad, ya que había sido amenazado por grupos insurgentes en Colombia.

Los negocios actuales de Sarasti

Después de salir de la Lista Clinton, Sarasti ha continuado con sus negocios en el sector financiero, hotelero y agroindustrial. Es presidente de Sarasti & CIA SAS, una empresa que es dueña del Hotel Bogotá 100, ubicado en un exclusivo sector de la capital colombiana. También se dedica al cultivo de caña de azúcar y ha dirigido el desfile de autos antiguos de la Feria de Cali. En su hoja de vida ha consignado que fue miembro de la Misión del Mercado de Capitales del Gobierno Nacional, pero Cuestión Pública no encontró evidencia de ello.

El silencio de Cabal

María Fernanda Cabal, por su parte, nunca ha reconocido públicamente su negocio inmobiliario con Sarasti. Entre 2005 y 2007 fue directora de Asuntos Internacionales de la Fiscalía colombiana y renunció en medio de un escándalo por una posible filtración de información privilegiada a narcotraficantes. En 2021 fue precandidata presidencial del Centro Democrático y se caracteriza por sus pronunciamientos polémicos sobre algunos temas nacionales. Sin embargo, sobre su transacción con quien fue representante del Cartel de Cali ha aplicado el silencio.


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