Representantes de la oposición venezolana y las juntas directivas que supervisan la empresa estatal Citgo Petroleum se han reunido con funcionarios y legisladores estadounidenses en los últimos días. El objetivo: detener la subasta judicial de acciones de la refinería, una medida que busca saldar deudas con acreedores.
Esta nueva ronda de negociaciones podría tener un impacto significativo en el futuro de Citgo, la séptima refinería más grande de Estados Unidos. El pasado martes 4 de junio se esperaba el cierre de la segunda ronda de ofertas para las acciones de la empresa matriz de Citgo, PDV Holding.
Este es el paso final de un proceso que ha durado varios años y que probablemente resultará en un cambio de propiedad de la séptima mayor refinería de Estados Unidos.
¿En qué consiste la disputa?
Un grupo de 18 acreedores, entre los que se encuentran gigantes como ConocoPhillips, Koch Industries y las mineras Crystallex, Rusoro y Gold Reserve, buscan recuperar un total de 21.300 millones de dólares en deudas. Sin embargo, la oferta más alta en la primera ronda de la subasta no alcanzó los 8.000 millones de dólares.
Ante esta situación, las juntas supervisoras de Citgo han alzado la voz, presentando una propuesta alternativa para el pago de las deudas. Si las negociaciones en curso con las autoridades estadounidenses resultan exitosas, podrían modificar la directriz política emitida por la administración Biden el año pasado, la cual permitió al Tribunal de Distrito de Delaware avanzar con la subasta.
¿Qué se espera a futuro?
Los representantes venezolanos buscan una pausa en el proceso judicial hasta que se conozcan los resultados de las elecciones presidenciales de Venezuela en julio. Argumentan que una decisión apresurada podría afectar el futuro de Citgo y sus activos, que incluyen plantas en Louisiana, Illinois y Texas con una capacidad de procesamiento combinada de 807.000 barriles de petróleo por día.
En los últimos dos años, la empresa ha generado ganancias netas combinadas de 4.800 millones de dólares, lo que demuestra su solidez financiera y su importancia estratégica en el mercado energético estadounidense. A medida que la fecha límite para la subasta se acerca, la incertidumbre persiste y el destino de Citgo pende de un hilo.
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