Iberia y Air Europa cerraron esta semana una de las operaciones corporativas más largas de la historia. Casi quince meses entre el primer anuncio, el 3 de noviembre de 2019, por el que la primera pagaba 1.000 millones de euros por la segunda; y el último, el pasado 20 de enero, en el que el acuerdo se firmó por 500 millones a cobrar en 2027. Un cambio sustancial de las condiciones provocado por una pandemia histórica que ha desmontado la estrategia para repartir la herencia de Juan José Hidalgo, revela Agustín Marco en El Confidencial.
Un hombre hecho a sí mismo, un trabajador incansable, creador del mayor grupo turístico de España, que vio cómo sus tres hijos (Cristina, Maria José y Javier) tenían distintas formas de ver su futuro. Y antes de verlos pelear, como ocurre en las sucesiones familiares, prefirió vender el ‘holding’ por trozos para que cada uno hiciese con el dinero lo que mejor considerase. Solo pidió a los compradores de Air Europa, de Halcón Viajes y de sus hoteles que mantuvieran a sus trabajadores durante al menos tres años, que no aplicaran ningún despido colectivo como agradecimiento a su esfuerzo.
Pero el covid-19 ha reventado estos planes de Pepe Hidalgo, como se le conoce; o más comúnmente y desde el cariño, Pepe Aviones. El empresario de origen salmantino ha coqueteado con el negacionismo del coronavirus, al que ha definido como una mala gripe que los gobiernos de todo el mundo no han sabido gestionar. Una impresión salida de las tripas de un hombre de ochenta años que ha visto cómo, en apenas seis meses, algo invisible ha llevado a la ruina el esfuerzo de toda una vida.
A Pepe Hidalgo, la última firma del acuerdo le pilló recién llegado de República Dominicana, donde había pasado el último mes intentando poner en marcha sus hoteles en la isla caribeña. Su hijo, Javier, el autor intelectual del acuerdo con Iberia, también estaba allí, negociando por teléfono los últimos matices de un acuerdo complejo y que aún tardará en autorizarse por parte de la Unión Europea. Pero el padre, con alguna patología, empezó a sentirse regular en República Dominicana, con síntomas tipo covid-19. Por lo que optó por volverse a España en un avión privado, sin contacto con nadie por si acaso.
Ya en Madrid, Hidalgo fue inmediatamente a un hospital a comprobar si había cogido el virus. En la clínica Quirón le confirmaron que, efectivamente, era uno más de los que había sido presa del coronavirus. Pero, por suerte, y pese a su edad, de la que alardea aún al definirse como un soltero veterano, el virus apenas le ha hecho mella. Se encuentra bien de salud y ya le han dado el alta, dispuesto a salvar lo que pueda ante la amenaza de las nuevas restricciones de movilidad en todo el mundo. Más en El Confidencial.
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