Hoy, en el corazón de Madrid, un pedazo de historia se prepara para una nueva era. Impar Grupo, firma inmobiliaria de capital venezolano, ha añadido a su cartera el edificio situado en la Calle Sagasta 31-33, una joya arquitectónica que antiguamente albergaba las oficinas de la consultora McKinsey.
Este ambicioso proyecto, con una inversión que ronda los cien millones de euros y el respaldo financiero de Abanca, subraya el ascenso meteórico de Impar Capital en el competitivo mercado inmobiliario de lujo de la capital española.
Un renacer para un ícono arquitectónico
La transformación de este inmueble histórico, con una superficie catastral que supera los 10.000 metros cuadrados, comenzará en aproximadamente un año. Durante dos años y medio, el edificio se someterá a una profunda rehabilitación integral, con el objetivo de convertirlo en un modelo de excelencia arquitectónica y sostenibilidad.
El edificio, originalmente concebido por el ilustre arquitecto Luis de Landecho, es un testimonio del ecléctico estilo arquitectónico que define el paisaje urbano de Madrid. Landecho, reconocido por su maestría en la fusión de elementos clásicos con la vanguardia de su época, dejó una huella indeleble en la ciudad. Entre sus obras más destacadas se encuentran el emblemático Hotel Ritz, el Ateneo de Madrid, el Palacio de la Cuesta de la Vega y la Casa de Salud y Escuela de Matronas de Santa Cristina.
Un legado arquitectónico en el corazón de Madrid
El edificio de la Calle Sagasta 31-33, con sus tres imponentes torreones y sus fachadas que se asoman a las calles Sagasta, Covarrubias y la Plaza de Alonso Martínez, es una verdadera sinfonía arquitectónica. Sus más de 80 balcones, distribuidos en cinco plantas y tres sótanos, son un recordatorio de la grandeza del pasado. Un parking con capacidad para 97 vehículos, añadido en el siglo XX, complementa este tesoro arquitectónico.
«Nos enorgullece ser pioneros en el mercado de lujo de Madrid», declaró Roberto Perri, CEO de Impar Capital, tras la adquisición del edificio. «Hace apenas año y medio, nos fijamos objetivos ambiciosos, y hoy podemos decir que estamos superando nuestras propias expectativas». Perri destacó que la compra del edificio de la Calle Sagasta 31-33 consolida la posición de la empresa en el sector del lujo, donde operan en tres verticales de inversión: residencias de lujo, apartamentos turísticos y residencias estudiantiles.
Carmen Panadero, Managing Director de Impar Capital, añadió que este edificio se convertirá en el activo estrella de la empresa en el sector de residencias de lujo, estableciendo un nuevo estándar en el mercado de alta gama de la capital. «Estamos convencidos de que este tipo de proyectos son esenciales para preservar el patrimonio histórico de nuestras ciudades y promover la sostenibilidad global», afirmó Panadero.
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