En mayo de 2020 Felipe Capozzolo Guardí, empresario del sector comercial, resultó electo como presidente del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios, Consecomercio, para el período estatutario 2019-2021 en el marco de las deliberaciones de la XLIX Asamblea Anual de la organización gremial.
Felipe Capozzolo ha sido presidente de Equiphotel Canadifa, una Asociación sin fines de lucro, constituida por un conjunto de empresas representativas del sector Industrial y Comercial, dedicadas a fabricar, importar, exportar, distribuir y vender tanto a nivel nacional como internacional, equipos e insumos de toda índole, para el funcionamiento de Hoteles, Bares, Restaurantes, Fuentes de Soda, Comedores Industriales, Heladerías, Hospitales, Establecimientos de Comida Rápida, Carnicerías, Panaderías, Pizzerías, Pastelerías, Frigoríficos y afines. Fue fundada el 22 de junio de 1983.
Capozzolo sustituyó en el cargo a la empresaria trujillana, María Carolina Uzcategui, a quien le correspondió la responsabilidad de estar al frente del sector terciario de la economía, en uno de los momentos de mayores turbulencias en Venezuela, tanto en lo político como en lo económico.
Acompañan en el pequeño directorio a Capozzolo, la profesora y empresaria radial, Tiziana Polesel en la primera Vicepresidencia; segundo Vicepresidente, David Bermudez; Tesorero, Douglas Díaz; Secretario, Gustavo Valecillos y la Lic. Josefina Salvatierra se mantuvo como Directora Ejecutiva.
El 27 de noviembre de 2020, el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) y representantes del gobierno de Nicolás Maduro compartieron un encuentro público por primera vez en más de una década. La vicepresidenta y ministra de Economía, Delcy Rodríguez, y la ministra de Comercio y presidenta del Banco del Tesoro, Eneida Laya, participaron en la conferencia virtual realizada por los 50 años del gremio y la 41° edición del Día Nacional del Comercio y los Servicios. La cuenta en Twitter de Consecomercio reflejó la participación de las funcionarias, y luego borró el mensaje.
«Yo los convoco a la unión nacional», dijo Rodríguez durante el acto. «El presidente Nicolás Maduro es el primero siempre en escuchar las críticas, en escucharlos a ustedes y las solicitudes que hacen. Con Fedecámaras hemos tenido espacios también de diálogo, hemos escuchado. En algunos casos hemos creído pertinente atender y satisfacer, en otros casos nos ha parecido que podría afectar el buen desarrollo del programa económico, pero no pueden decir que no hemos tenido el intercambio fructífero para avanzar».
El presidente de Consecomercio, el empresario Felipe Capozzolo, señala que un problema que tuvieron los organizadores del evento fue que no tenían el protocolo adecuado para recibir a una representante del gobierno. Ese protocolo, dice, «se había perdido en el tiempo». “Eran más de 10 años en Consecomercio que no asistía una personalidad del gobierno. La organización perdió la memoria de cómo se hacían estas cosas. Este es un ejemplo chiquito de que el país perdió el hábito de que la gente se reúna, discute, argumente y debata”.
A propósito del primer acercamiento entre Consecomercio y el chavismo en más de 10 años, Capozzolo reconoció que dicho evento generó opiniones encontradas. «Estamos todavía analizando las consecuencias porque, si bien la gran mayoría apoya esos acercamientos, también alborotó a los extremistas», señaló en una entrevista ofrecida a TalCual.
-El mandatario Nicolás Maduro celebró el 3 de diciembre de 2020 ante un grupo de periodistas el encuentro público entre Consecomercio y parte de su gabinete económico. ¿Cree usted que esta supuesta disposición de preservar el diálogo recupere finalmente ese entendimiento desvanecido en los últimos años?
-Nosotros estamos conversando. Por primera vez en más de 10 años, Consecomercio no invitaba a un representante del gobierno nacional a una asamblea, a una celebración del Día del Comercio de Consecomercio. El problema es que tú hablas y después de que das tu speech, te dicen «ok, tienes razón, pero eso no lo vamos a hacer». Entonces, hay que seguir hablando. Tenemos que seguir. Cuando tú ves a dos personas peleando, tú tienes que mediar. Si tú eres gremio, tienes que mediar en pro de la gente. Nosotros tenemos que reconstruir el mercado interno, si no lo hacemos el comercio no va a prosperar, hagas lo que hagas.
-De facto o no, reconocido o no, quien está en Miraflores es Nicolás Maduro. Eso no ha cambiado.
-Si la Sundde va a cerrar los comercios y hay que ir a hablar con la Sundde, ¿quien comanda la Sundde? ¿El gobierno o la oposición? ¿Y tú con sentarte con alguien estás renunciando a tu postura? No, nosotros no renunciamos a nada. En la conversación que tuvimos con la vicepresidenta en el acto público yo le recordé que tenemos profundas diferencias, y una de las cosas que le dije es que lo que ella llama bloqueo, nosotros lo llamamos sanciones. Nosotros no tenemos por qué abandonar nuestras ideas, pero sí tenemos que reunirnos y discutir.
-En varias ruedas de prensa que realizaron en 2020 usted ha insistido en la importancia y en la necesidad de un gran acuerdo nacional para, lo cito, mejorar las condiciones y volver a hacer grande el país.
-Los gremios hemos pronunciado discursos románticos durante los últimos dos años de que hay que reunirse y buscar soluciones, yo soy uno de los que han dado ese discurso, pero el reto que tenemos que asumir y que no podemos seguir posponiendo es el de realmente sentarnos en la mesa y remangarnos la camisa para ver qué de verdad es lo que vamos a hacer, cómo vamos a discutir, en qué estamos de acuerdo y en qué no. Para tú sentarte con alguien, te tienes que sentar en la misma mesa, te tienes que acercar y te tienes que dar la mano. Nosotros claro que le vamos a abrir las puertas de la casa al gobierno y ellos nos van abrir la puerta de la casa a nosotros, porque ese es el primer paso para discutir, si es que queremos resolver algo, ahora, si no queremos resolver…
Yo llevo dos años aquí hablándole como un romántico a la gente para que haga un acuerdo nacional, para que se sientan a hablar y que pongan temas de interés por encima de la discusión, que pongan a la gente por encima, y no hacen nada, no se sientan, están batallando uno contra el otro y estamos como estamos. Por eso es que los gremios en los últimos tiempos se han lanzado un poco más al ruedo a tratar de buscar los acuerdos. Si los políticos no pueden, vamos a echarle pierna nosotros.
-Este año usted también ha criticado precisamente que ninguno de los dos bandos de este conflicto político, ni el chavismo ni la oposición, pone las necesidades del país por encima de sus intereses políticos. Usted, el 14 de octubre, por ejemplo, dijo que hay un divorcio total entre gobierno y oposición con los problemas de la gente.
-Sí, buscan mantener el status quo y no ponen por encima el interés nacional, el interés sobre todo de la población. La gente la está pasando mal, y lamentablemente hay dos tipos de venezolanos: el que puede pagar la gasolina a tres o cuatro dólares el litro sin importarle nada, y el que no tiene ni para salir de su casa. Y por más que no te importe el que no puede salir de su casa, y te volteas y dices que ese no es tú problema, eso te afectará igual aunque no lo quieras ver. Insisto, cuando ves a dos personas peleando, tú te puedes voltear, decir que ese no es tu problema, darte la vuelta y marcharte, pero nosotros los gremios no podemos darnos la vuelta y marcharnos. Tenemos que mediar, meternos allí a ver si sale algo bueno, porque si sale algo malo nos vamos a fregar toditos, como, en efecto, ya está pasando.
-Ya sabemos qué ha resultado de tantos años de confrontación.
-Nada. La pelea no trae nada bueno. La pelea trae pérdida desde todo punto de vista. Tenemos que aprender como país a escucharnos, a permitir que la otra persona termine de decir lo que quería decir y escuchar, analizar y argumentar. Eso se ha perdido y hay que recuperarlo a como dé lugar, porque nuestros chamos no están consumiendo proteínas, y si Venezuela quiere ser un país respetable, los chamos tienen que hacer operaciones matemáticas y tener capacidad de análisis, y para eso tienen que comer proteínas hoy. Eso sí es un objetivo país. Ese es el reto que debemos asumir, formar y ser una gran marca país cada uno de nosotros los venezolanos. Y nosotros no lo estamos haciendo porque sea fácil, por lo menos desde el punto de vista de los gremios o de Felipe Capozzolo de Consecomercio, sino precisamente porque es difícil, y, como es difícil, entonces uno se mete y dice: «Esto hay que hacerlo».
-En 2020 las medidas tomadas por el gobierno hicieron más difícil la situación ya agravada por los efectos de la pandemia, y esto ha generado cambios en el sector. Por ejemplo, muchos comercios incorporaron a su oferta productos que no pertenecen a su ramo, como alimentos básicos, para poder trabajar.
-El comercio en Venezuela ya no es una actividad de crecimiento económico, sino una actividad de subsistencia. Cuando tú ves una empresa que hace esas prácticas, es porque está buscando subsistir, porque los números no le dan. Vendía zapatos pero ya no hay quien le compre porque la gente no tiene cómo comprar zapatos. Y no podemos dejarnos llevar por lo que tú puedas ver en Las Mercedes, en Altamira o en los bodegones, el resto del país no es bodegones. El resto del país, para empezar, no tiene gasolina. Aquí hay unas brechas duras y hay que trabajar durante los próximos años para acabar con eso.
-Una vez leí un escrito que decía que ojalá la situación de Venezuela se midiera por bodegas y no por bodegones. ¿Usted opina lo mismo?
-Uno de los principales temas que nosotros sostenemos es que el indicador debería ser la bodeguita del barrio, la bodeguita del pueblo. Es allí donde compra la gente, y ese tal vez es el negocio que hay que apoyar, porque cómo se puede sostener una bodega en esta situación. Tú te paras en la bodega de cualquier pueblo en el interior de Venezuela, metido llano adentro o andes adentro, y el primer problema que tú tienes es que no hay punto para pagar. El dólar ha venido a resolver algunas cosas, pero el dólar no lo tienen todos.
Aquí el grave problema es el siguiente: este año en Venezuela el que se quedó en bolívares desde enero para acá gasta 1.600% más en un mercado, y de noviembre para diciembre 100% más, o sea, el doble. Si, en cambio, tiene dólares, del mes pasado para acá con 10% menos de dólares hace el mismo mercado, y con el 27% menos a final de año gasta menos en dólares para hacer el mismo mercado. Conclusión, tenemos que hacer que el dólar le llegue a todo el mundo.
-¿Y eso sería oficializando por lo menos la co-circulación del dólar?
-Eso pudiera ayudar, que se pudieran pagar los impuestos en dólares pudiera ayudar, y que hicieran una cámara de compensación y se pudiera trabajar con tarjeta de débito. Todo lo que venga a dinamizar ayuda, porque la dinamización, además, reclama gente. Si tu empresa se mueve, tú reclamas gente para poder trabajar.
-Pero el gobierno ha dejado claro que no tiene intención de oficializar el dólar ni de permitir que la dolarización, por lo menos en el sistema financiero, avance a sus anchas.
-Hay un tema ideológico ahí. Está también el tema de las sanciones porque cómo el Banco Central se monta en el dólar si está sancionado.
– ¿Y cómo ha sido ese proceso en el que muchos comercios han pasado a la informalidad en 2020? He escuchado a empresarios denunciar que, por ejemplo, cuando el gobierno solo permitía operar a los comercios de alimentos y medicinas, ventas de repuestos empezaron a vender desde sus casas o a media santamaría.
-Bueno, los cambios se dan no por un solo hecho sino por varios. Hay otra gente que no quiere dar factura, que está trabajando en su casa, que ahora no tiene oficina sino que vive en el mundo virtual de Instagram. Todo eso es informalidad, porque al no haber un marcaje de máquina registradora, al no haber una factura por un bien o por un servicio, cómo hacemos nosotros para sostener el Estado, que se sostiene, precisamente, con impuestos y con tributos, no hay otra forma. Ahora que no hay petróleo el Estado lo sostenemos nosotros. Tenemos que mentalizarnos de que en los próximos 10 años una parte de nuestro trabajo y nuestro esfuerzo tiene que ir a sostener el Estado, que supuestamente debería trabajar por darnos seguridad, salud, educación y procurarnos una jubilación social al final de nuestra vida útil.
-Precisamente por el colapso de los ingresos petroleros y de la contribución fiscal interna algunas alcaldías han aumentado los impuestos que deben pagar los empresarios, una medida contraria a lo que han venido haciendo otros países que han apoyado al sector empresarial para que pueda salir ileso de la crisis sanitaria y sus efectos económicos.
-Ahí ves la actitud agresiva de las alcaldías tratando de sobrevivir como sea porque aquí ya no hay recursos provenientes de la renta petrolera. Eso es historia. Entonces, empiezan las distorsiones, empiezan los problemas con el tema del servicio de la basura, los problemas con el tema del registro sanitario, empiezan miles de problemas, no solo eso, también la extorsión, la matraca, la policía, es todo un problema integral. Venezuela es ahora un sálvese quién pueda.
Propuestas de Consecomercio Comisión de Diálogo de la Asamblea Nacional
El presidente de Consecomercio, Felipe Capozzolo, recomendó al Gobierno Nacional modificar el esquema de 7 días de trabajo y 7 días de confinamiento, porque considera que esta modalidad ya no es una vía tangible para prevenir la propagación del Covid-19.
A juicio de Capozzolo, “ya están dadas las condiciones para avanzar hacia una evolución de ese sistema o, a que sea eliminado y le dé paso a un sistema más flexible”. Junto a esto, señaló que esta es una de las propuestas presentadas por Consecomercio a la Comisión de Diálogo de la Asamblea Nacional.
El representante del gremio recalcó que un posible cambio de esquema debe combinarse con estrictas medidas de bioseguridad para proteger a las personas del contagio, aunque se necesita de la plena conciencia de los ciudadanos para que la situación mejore y se pueda producir un cambio.
Durante varias declaraciones realizadas en 2020, Capozzolo advirtió que el país necesitaría más de una semana para recuperar su actividad económica, luego de que la pandemia del Covid-19 agravara la situación económica.
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