Mozart Vs. Wagner: No es una guerra entre compositores musicales, sino de mercenarios en Ucrania

Mozart Vs. Wagner: No es una guerra entre compositores musicales, sino de mercenarios en Ucrania

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Dos grupos de mercenarios, uno más experimentado que el otro, se enfrentan en la actualidad en la guerra en Ucrania. Uno es el Grupo Wagner, conformado por mercenarios de origen ruso, chechenos y de otras nacionalidades. El otro se trata del Grupo Mozart, constituido por exagentes de la CIA y por combatientes afines a la causa ucraniana.

Aquí presentamos más detalles sobre ambos grupos y qué hay detrás de ellos en la confrontación.

Grupo Wagner

El Grupo Wagner (en ruso, Группа Вагнера, romanizado: Gruppa Vagnera), también llamado PMC Wagner, ChVK Wagner, CHVK Vagner o simplemente Wagner, es una organización paramilitar privada de origen ruso. Ha sido diversamente descrita como una empresa militar privada, una red de mercenarios, y una armada privada de facto del Presidente de Rusia Vladímir Putin. Oficialmente el grupo no existe. A pesar de que el Grupo Wagner en sí no está impulsado ideológicamente, algunos elementos de este le han vinculado al neonazismo y la extrema derecha.

El grupo obtendría reconocimiento internacional durante la Guerra del Dombás en Ucrania, donde asistiría a las fuerzas separatistas de las autodeclaradas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk entre 2014 y 2015. Sus contratistas han presuntamente sido parte de varios conflictos alrededor de mundo; incluyendo las guerras civiles de Siria, Libia, Centroáfrica y Malí, a menudo luchando junto a las fuerzas simpatizantes al gobierno ruso. Pese a ser bien recibido por algunas facciones aliadas, como los gobiernos de Siria y Centroáfrica, los agentes de Wagner han sido acusados de cometer crímenes de guerra en las áreas en que son desplegados. Estas acusaciones incluyen violaciones y saqueo contra la población civil, y aparente tortura a desertores.

Debido a que suele operar en apoyo a los intereses y objetivos políticos exteriores de Rusia, y es presuntamente entrenado en instalaciones del Ministerio de Defensa del país (MO), numerosos medios consideran al ChVK Wagner una unidad armada del MO o el Departamento Central de Inteligencia (GRU). De igual forma, se cree ampliamente que el grupo es propiedad de, o financiado por Yevgeny Prigozhin, empresario ruso con estrechos vínculos a Putin. Se ha especulado que el Grupo Wagner es usado por el gobierno ruso para permitir una negación plausible en ciertos conflictos, y para ocultar del público el número de bajas y costo financiero de las intervenciones externas de Rusia.

Según los informes, el fundador de la compañía es Dmitri Valérievich Utkin, nacido en la óblast de Kirovogrado (entonces República Socialista Soviética de Ucrania) en 1970. Según la declaración del Servicio de Seguridad de Ucrania en septiembre de 2017, Dmitri Utkin aparentaba ser un leal ciudadano ucraniano. Hasta 2013, fue teniente coronel y comandante de brigada de una unidad de las fuerzas especiales (Spetsnaz GRU) (el 700.º destacamento independiente Spetsnaz de la 2.ª brigada independiente) del Departamento Central de Inteligencia (GRU) de Rusia. Se retiró en 2013 y comenzó a trabajar para la empresa privada Moran Security Group fundada por veteranos militares rusos; la compañía realizó misiones de seguridad y capacitación en todo el mundo, especializándose en seguridad contra la piratería. El mismo año, altos gerentes del Grupo de Seguridad de Moran se involucraron en la creación de una organización con sede en San Petersburgo, Cuerpo Eslavo, que encabezó a los contratistas para «proteger los campos petrolíferos y los oleoductos» en Siria. Utkin estaba en Siria como parte del Cuerpo Eslavo y sobrevivió a su desastrosa misión. El Grupo Wagner se presentó por primera vez en 2014, junto con Utkin en la óblast de Lugansk en Ucrania. El nombre de la compañía proviene del propio distintivo de llamada de Utkin («Wagner»), que supuestamente eligió debido a su pasión por el Tercer Reich. Radio Liberty citó a los informantes diciendo que la fe nativa eslava (un culto pagano moderno) es una fe favorecida por el liderazgo del grupo Wagner. En agosto de 2017, el turco Yeni Şafak especuló que Utkin era posiblemente solo un testaferro para la compañía, mientras que el verdadero jefe de Wagner era otra persona.

El 9 de diciembre de 2016, Dmitri Utkin fue fotografiado con el presidente Vladímir Putin en una ceremonia de condecoraciones. Se decía que Aleksandr Kuznetsov (indicativo de llamada «Ratibor») era el comandante de la primera compañía de reconocimiento y asalto de Wagner, Bogátov era el comandante de la cuarta compañía de reconocimiento y asalto, y Tróshev era el «director ejecutivo» de la compañía. Unos días después, el portavoz del Kremlin confirmó la presencia en la recepción del Kremlin de una persona llamada Dmitri Utkin como representante de la región de Nóvgorod; dijo que la recepción se organizó para aquellos que habían sido galardonados con la Orden de Coraje y el título de Héroe de Rusia y no pudo dar más detalles.

Hoy el grupo es considerado una de las mayores organizaciones militares privadas del mundo, aunque muchos analistas afirman que la organización es en realidad un escuadrón secreto del gobierno ruso, designado para intervenir en conflictos donde Rusia no quiere verse involucrada. Hay comprobaciones de que en sus filas se encuentran actuando no solo rusos, como también ucranianos y serbios, estos últimos en menor número, incluso por tratarse de una organización extremadamente xenófoba con noticias de vínculos con organizaciones neonazis.

Según varios medios rusos, el Grupo Wagner está financiado por el Estado ruso, así como por varios empresarios próximos al mismo, incluido Yevgueni Prigozhin, un acaudalado asociado del presidente ruso Vladímir Putin, quien también controla la Agencia de Investigación de Internet.

Este grupo ha actuado en la guerra del Donbás, en el Conflicto Interno de Sudán, la segunda guerra civil centroafricana y en la guerra civil siria. Decenas o incluso centenares de miembros de esta compañía militar privada murieron el 7 de febrero de 2018 en un ataque de la coalición internacional que lidera EE. UU. en Deir ez Zor, concretamente en la batalla de Khasham. Se cree que este grupo actúa también en el Estado de Libia apoyando al general Jalifa Haftar, el hombre fuerte en el Este del país norteafricano, ya que Moscú desea aumentar su influencia en el país y la región africana y además se cree que ya hay dos bases rusas secretas en el lugar.

Desde 2019, se ha reportado la presencia en Mozambique, operando contra grupos yihadistas en la provincia de Cabo Delgado.

Se ha identificado la presencia de mercenarios del Grupo Wagner en Sudán desde 2017, después de la reunión en Sochi entre Putin y el líder sudanés, Omar al-Bashir. En una lucha para mantenerse en el poder después de tres décadas, al-Bashir le dijo a Putin que Sudán podría ser «la llave a África» de Rusia. El New York Times reportó que a semanas de la reunión de noviembre de 2017, geólogos y minerólogos de la empresa rusa Meroe Gold llegaron a Sudán; el Departamento del Tesoro de Estados Unidos dice que Meroe Gold está controlada por Prigozhin.

El Grupo Wagner ha protegido los intereses de Meroe Gold y M-Investment en Sudán, apropiándose a la fuerza de minas de oro y facilitando la salida ilegal del mineral.

Se estima que Sudán ha perdido 265 toneladas de oro a través del tráfico ilegal a través de Moscú.

Docenas de mineros han muerto en minas artesanales a manos de mercenarios. Los ataques más graves ocurrieron el 13 de marzo, 15 de abril y 24 de mayo de 2022, siendo las principales víctimas trabajadores sudaneses y chadianos. No hay un número exacto de víctimas.

Miembros del Grupo Wagner han sido vistos en 2022 en Ucrania, durante la invasión rusa del país, particularmente en la región de Dombás. Organizaciones civiles acusan al grupo de haber realizado ejecuciones masivas y saqueos.

Al incrementarse el rol del Grupo Wagner, también se incrementó su presencia en medios. Su primer reconocimiento en medios rusos ocurrió en mayo de 2022 cuando un corresponsal de noticias del estado dijo en transmisión nacional que «Rusia tenía su propia «orquesta» en Ucrania»

En agosto de 2022, a cinco meses de la invasión a Ucrania, tres espectaculares aparecieron en la ciudad rusa de Ekaterimburgo, atribuidos al Grupo Wagner. En uno de anuncios pueden verse a tres soldados con la leyenda «La orquesta Wagner te espera» y otro con el texto «Patria, Honor, Sangre, Valentía. WAGNER» junto con una página web y teléfono de contacto.43 Se sospecha que el Grupo estuvo detrás de la captura de la ciudad ucraniana de Popasna y Lisichansk, en mayo y junio de 2022, respectivamente.

Este mismo mes, se reportó que el mismo Yevgeny Prigozhin, había estado recorriendo las prisiones rusas en busca de nuevos reclutas para el grupo44 . Un recluso fue entrevistado por el medio independiente ruso Mediazona y declaró:

«Se interesan principalmente por los asesinos y ladrones, pero tratan con cautela a los drogadictos y violadores. Dijo que era mejor que no fueran asesinos comunes, sino calculadores -te gustará estar con nosotros- dijo. En general, daba la impresión de ser un maniaco.»

El recluso estimó que al menos 200 prisioneros aceptaron la oferta.

El medio independiente Verstka ha reportado que el grupo de mercenarios ha logrado reclutar a más de 1,000 prisioneros en 17 cárceles rusas para luchar en Ucrania.

A finales de 2019, la agencia de noticias Reuters reportó la presencia de miembros del Grupo Wagner durante la crisis presidencial que se estaba desarrollando en Venezuela. El objetivo de los mercenarios era reforzar la seguridad del presidente Nicolás Maduro frente a las protestas de la oposición.

Tras la proclamación de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, varios países mostraron su respaldo, pero Rusia, hizo una fuerte defensa de su aliado. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, criticó la injerencia extranjera en el asunto y declaró que esto podría derivar en una catástrofe e incluso en «derramamiento de sangre».

Una fuente, identificada como Yevgeny Shabayev, relató que el contingente de mercenarios había tomado dos vuelos privados desde Rusia a Cuba, y de ahí, habían llegado en vuelos comerciales hasta Venezuela. Shabayev es conocido en Rusia como líder de varias organizaciones, entre ellas, la célula paramilitar de Cosacos. Shabayev también se ha hecho llamar «representante del movimiento por la República Popular de Donetsk».

Otro reportaje de Meduza, indica que las fuerzas enviadas a Caracas tenían el principal objetivo de salvaguardar a empresas rusas, como la petrolera Rosneft.

El 13 de diciembre de 2021, el Consejo de la Unión Europea dictó sanciones contra el Grupo Wagner y sus responsables, incluidos Utkin y Prigozhin, por la «violación de derechos humanos» en Siria, Libia, República Centroafricana, Sudán, Mozambique, así como por su actuación armada contra la «integridad territorial, soberanía e independencia de Ucrania».

Grupo Mozart

El Grupo Mozart es un grupo de veteranos occidentales que están entrenando combatientes en Ucrania, en lo que algunos medios internacionales han descrito como el equivalente occidental al Grupo Wagner del presidente ruso Vladimir Putin.

Sin embargo, la comparación puede resultar ofensiva, tomando en cuenta que el Grupo Wagner, una fuerza paramilitar de élite vinculada a Putin, cuenta con varios señalamientos de cometer crímenes de guerra.

El Grupo Mozart fue establecido tras la invasión rusa de Ucrania por el excomandante y coronel estadounidense Andrew Milburn, el primer infante de marina en dirigir una Fuerza de Tarea de Operaciones Especiales durante la guerra contra el Daesh o autodenominado llamado Estado Islámico.

Andrew “Andy” Milburn

En una entrevista con WUSF, un medio público estadounidense, Milburn dijo que el Grupo Mozart se estableció cuando vio que las Fuerzas de Operaciones Especiales de Ucrania tenían poco en «casi todo», desde drones hasta chalecos antibalas, hasta radios seguros y kits médicos. Por esa razón, su grupo también está ayudando a esas fuerzas a obtener equipo militar para repeler la invasión, según eldebate.com.

Milburn, un veterano de origen británico, se unió al Cuerpo de Marines de los Estados Unidos como soldado raso y se retiró 31 años después, en 2019, como coronel.

El curtido militar, que nació en Hong Kong, pero creció en el Reino Unido, ha contratado a varios veteranos del ejército británico y estadounidense para que lo ayuden a entrenar a combatientes ucranianos en un centro de entrenamiento que ha establecido en Kiev.

Milburn y el Grupo Mozart están entrenando en estos momentos a las Fuerzas Especiales de Ucrania en las habilidades militares de las que carecen, informó Forces.net. Estas habilidades incluyen entrenamiento de francotiradores, enseñar a los ucranianos cómo detectar ‘dispositivos explosivos improvisados’ y conciencia táctica adicional para mejorar su combate de primera línea.

Sin embargo, el Grupo Mozart, también entrena a jóvenes reclutas sin experiencia para que sean más efectivos en el campo de batalla contra los invasores rusos.

«Los ucranianos trajeron 15.000 efectivos durante el último mes y medio, ellos no tienen experiencia militar previa. Están tratando de averiguar cómo disparar cualquier arma antitanque», precisó Milburn en una entrevista al canal de noticias hispano en Estados Unidos NTN24.

El experimentado militar, afirmó en esa entrevista que ayuda a los ucranianos por una cuestión moral. «Los estamos entrenando para que defiendan sus hogares y sus familias. La única forma de hacerlo es matando a quienes los quieren retar».

Según informes de inteligencia occidental, más de 20.000 voluntarios extranjeros se han dirigido a la zona de guerra para unirse a una Legión Extranjera Ucraniana que lucha contra los rusos.

Pero Milburn ha dicho que muchos de ellos habían mentido sobre sus antecedentes militares y ahora están pagando el precio por su falta de experiencia.

«Los rusos son los mejores en la defensa. Sí, han sido ineptos en la ofensiva, pero usan resmas de minas y no les faltan proyectiles de artillería», dijo Milburn al portal Forces.net el 7 de abril.

El Grupo Mozart está financiado en su totalidad por donaciones y no está financiado en absoluto por el gobierno de los Estados Unidos, dijo Milburn en la entrevista de WUSF.

Confrontación

En el corazón del Donbás, la rica región industrial y carbonífera del este de Ucrania donde ahora se concentra el enfrentamiento con las fuerzas rusas que invadieron el país, un grupo de ex militares occidentales muy experimentados imparten un curso intensivo de formación de 10 días para nuevos reclutas ucranianos que pronto estarán en la primera línea de fuego.

La fuerza de combate profesional de Ucrania, que defiende el frente oriental desde 2014, está mermada y agotada. Desde el 24 de febrero cuando comenzó la invasión ordenada por Vladimir Putin, las filas de la defensa requieren cada vez más combatientes experimentados. Pero lo único que reciben son voluntarios con escasa o nula formación militar. Se necesitaba urgentemente crear un grupo de formación de soldados y oficiales, reveló Gustavo Sierra en Infobae.

El ojo avizor de Andrew “Andy” Milburn, un coronel retirado del Cuerpo de Marines que pasó 31 años en el ejército estadounidense, detectó de inmediato esa falla cuando llegó como voluntario a Kyiv. Se contactó con antiguos colegas con los que había luchado en Irak y Afganistán, entre otros escenarios bélicos, y llamó a otros amigos militares con mucha experiencia del Reino Unido, Irlanda y Sudáfrica. Decidieron formar un equipo de voluntarios con financiación privada y pronto apareció un nombre perfecto para identificarse: Grupo Mozart. Es una referencia sarcástica y contrapuesta al famoso Grupo Wagner de mercenarios rusos creado por el Kremlin y financiado por Yevgeny Prigozhin, empresario con estrechos vínculos a Putin. Milburn dice que al principio era “un poco ambivalente sobre el uso del nombre”, pero que ahora “se ha convertido en una marca”.

En una entrevista con WUSF, la radio y televisión pública de Florida, Milburn contó que estaba seguro que Rusia atacaría a Ucrania y que el día de la invasión ya estaba en Kyiv como periodista cubriendo la guerra para el sitio especializado Task & Purpose. “Quería ver la que sucedía, pero sabía que no podía estar allí oficialmente como militar. Me puse la camiseta de corresponsal de guerra y me duró muy poco. Cuando eres militar durante 31 años, mueres con las botas puestas. Así que decidí ayudar en lo que podía y donde había una necesidad enorme que era en el entrenamiento de los jóvenes oficiales”, explicó Milburn.

Hacía poco que se había retirado del ejército estadounidense. Fue el primer marine estadounidense que dirigió una fuerza de operaciones especiales durante la guerra contra el ISIS, el Estado Islámico, en Siria e Irak. Su especialidad es esa, los comandos de elite. Y es el tipo de unidad que está intentando reforzar en Ucrania. “Los rusos son muy buenos en armar sus líneas de defensa. Y muy ineptos en el ataque. Enseguida minan todo el territorio a su alrededor para evitar las incursiones masivas y comienzan a lanzar proyectiles de artillería a mansalva. Para contrarrestar esto se necesitan comandos especiales, pequeñas unidades que usen la inteligencia para acercarse a los rusos y atacarlos por sorpresa”, comentó Milburn al sitio Forces.net.

De los 20.000 voluntarios extranjeros que se enrolaron en el ejército ucraniano en estos casi seis meses de guerra, muy pocos tienen el entrenamiento militar adecuado. “La mayoría mintió sobre sus antecedentes y fueron enviados al frente sin mayor entrenamiento. Tampoco tenían equipos adecuados. Carecían de prácticamente todo, desde drones hasta chalecos antibalas, pasando por radios seguras y botiquines médicos”, dice el ex coronel. Por esa razón, también organizó una red de proveedores de insumos militares y armas que ayudan a financiar la operación. “Esto nos diferencia totalmente de lo que hace el Grupo Wagner”, asegura Milburn.

Desde 2014, el Grupo Wagner opera en países como Siria, Libia y la República Centroafricana, protegiendo los intereses rusos sin tener en cuenta los derechos humanos ni el derecho internacional. “No quiero que nos asocien o comparen con esa gente. No somos una contraparte del Grupo Wagner; lo que hacemos es bastante diferente”, afirmó Milburn en una entrevista dio a The Guardian desde su base de entrenamiento. Se sabe que el Grupo Mozart está financiado en gran parte por donantes privados estadounidenses y formado por voluntarios cuidadosamente seleccionados que también entregan ayuda humanitaria, incluidos productos sanitarios y alimentos, en las poblaciones del frente, y ayudan a salir a las personas vulnerables de las zonas de combates.

En el centro de entrenamiento, los soldados ucranianos reciben cursos intensivos de cinco o diez días de duración sobre el manejo básico de las armas, la puntería, el fuego y las maniobras y las tácticas en el campo de batalla que, en condiciones ideales, tardarían seis meses en enseñarse. Los instructores, entre 20 y 30 que se van rotando, se comunican con los reclutas a través de dos intérpretes. Ya entrenaron a unos 2.500 combatientes ucranianos y otros 300 oficiales de las fuerzas especiales que asisten a un curso especial que les lleva unas seis semanas.

En otra entrevista que dio al New York Times, Milburn se refirió al temor que existe en Estados Unidos a que la presencia de los asesores militares termine involucrando al país en otra guerra. Esa fue la situación en Vietnam del Sur en 1961, unos años antes de la plena participación militar, cuando la presencia estadounidense se limitaba a un “grupo asesor”. “No hay nada en lo que hacemos que vaya en contra de la política de Estados Unidos en referencia a Ucrania”, asegura.

George Beebe, ex analista de la CIA y director del Instituto Quincy de política internacional, cree que las acciones como las de Milburn pueden ser potencialmente peligrosas. “Al igual que en Vietnam, el riesgo es que nos metamos más y más en el asunto, un pequeño paso a la vez”, dijo al NYT. “La diferencia es que lo que está en juego es mayor en Ucrania. Podría desatar fácilmente un conflicto directo entre Estados Unidos y Rusia de enorme gravedad.”

Y recuerda que la traumática participación estadounidense en Vietnam comenzó con un grupo de 300 soldados en 1955 que entrenaron a los combatientes survietnamitas para responder a lo que algunos funcionarios de la época en Washington llamaron “una guerra civil menor”. “Poco a poco, Estados Unidos destinó más hombres y más potencia de fuego, decisiones que, en aquel momento, parecían no sólo razonables sino necesarias”, explicó Beebe. Los instructores empezaron a acompañar a los pelotones survietnamitas en las misiones, y luego a apoyarlos con la aviación. Y poco a poco se iban enviando más tropas hasta que, finalmente, un incidente ocurrido en 1964 en el Golfo de Tonkin llevó directamente a que Estados Unidos declarara la guerra. Todo terminó en un desastre, con 58.000 estadounidenses muertos sin lograr ningún objetivo estratégico. Y dejaron dos millones de vietnamitas, 300.000 camboyanos y 60.000 laosianos muertos. “No estoy diciendo que la escalada en Ucrania sea automática”, aclaró Beebe. “Pero el peligro es que empecemos a cruzar las líneas rojas antes de saber siquiera dónde están”.

Perry Blackburn, un teniente coronel retirado de las Fuerzas Especiales del ejército estadounidense que pasó 34 años de uniforme en Irak, Afganistán, Etiopía, Egipto, Somalia y Jordania, cree que es incomparable la situación de Ucrania con la de Vietnam. Y que “Estados Unidos no tiene más remedio que responder a la agresión de Rusia”. Apenas supo que su ex camarada Milburn estaba entrenando a las tropas en el frente ucraniano, Blackburn unió a él. “Están destruyendo ciudades enteras, matando a civiles indiscriminadamente. Si eso no es escalada, ¿qué es?”, dijo al NYT. “No veo que esto sea como los años anteriores a Vietnam. Para mí, se parece más a los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial. La gente se va a preguntar, mirando hacia atrás, por qué no hicimos más antes”.

El peligro expuesto por el analista Beebe es compartido por muchos en el Pentágono y la Casa Blanca, pero hasta ahora nadie se opuso a que ex militares como Milburn y Blackburn asistan a los ucranianos en forma independiente. Hasta ahora, las estadísticas oficiales muestran que ya murieron en Ucrania dos ex marines, otros dos son prisioneros de guerra, uno está perdido en acción y 21 fueron heridos. La guerra también se está llevando la magia de nombres como Wagner y Mozart, que en Ucrania son utilizados para propósitos que ellos hubieran rechazado visceralmente.


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    Mozart no es un grupo de militares veteranos que hacen labores humanitarias y salvan vidas, como si fueran los heroes buenos de una pelicula hollywoodense… este es un grupo de mercenarios asesinos que fueron fuerzas especiales expertos en explosivos, emboscadas, inteligencia, contrainteligencia, sabotaje, terrorismo. Y han tenido contratos de parte de la Secretaria de Estado de Estados Unidos y la C.I.A. por mas de 1 billon de dolares. Han asesinado gente en Irak, Iran, Afganistan, Chile, Mexico, Ucrania, Libia, Siria, etc. Mozart se ha llamado Blackwater, Academy, Constellation y ahora Mozart…. ahora tratan de limpiar su reputacion argumentando que no tienen dinero y viven de donaciones publicas, entrenando y curando soldados, entregando algo de comida a la gente y rescatando mascotas…. alla ustedes si Mozart les ve la cara de tontos.