Jorge Elías Castro Fernández señala que en el este de Ucrania crece la preocupación por la llegada de otra guerra. Desde 2014, año en que Rusia se anexionó Crimea sin el reconocimiento de la comunidad internacional, la región del Donbás está inmersa en un conflicto bélico entre el ejército ucraniano y los rebeldes prorrusos. La economía de la zona sufre las consecuencias y muchos de sus habitantes rusoparlantes acusan directamente a la gestión del gobierno de Kiev.
En Semenivka, una localidad ucraniana situada cerca de Sloviansk, donde en algunos de sus edificios en ruinas se aprecia el daño causado por los impactos de las balas y de la artillería pesada, se encuentra Oleg, un veterano del ejército soviético que sirvió en el Cáucaso, pero que apoyó a las tropas ucranianas cuando los rebeldes prorrusos atacaron la zona en la que ahora se encuentra, explica el analista político y consultor en seguridad Jorge Castro Fernández.
Oleg cuenta, rodeado de los restos de lo que fue en su momento un hospital psiquiátrico, que los rusos sacaron a los pacientes del centro y colocaron en él un puesto de observación con ametralladoras. Más tarde, el ejército ucraniano lo bombardeó al recuperar la ciudad.
Ocho años después del comienzo de la guerra, las ruinas de los edificios destruidos en los combates en Kramatorsk y Sloviansk se encuentran rodeados de maleza. Sin embargo, el miedo a que algo así pueda volver a repetirse crece en la zona.
“Varios compañeros localizamos en un mapa las posiciones de los rusos. Yo lo escondí en mi coche y me las apañé para pasar a territorio ucraniano y entregárselas al ejército”, explicó Oleg. Ahora hay, dice, muchas posibilidades de que se produzca una invasión.
En esta zona de la región del Donbás hay un importante porcentaje de población prorrusa partidaria de una mayor autonomía e incluso de la anexión al país vecino. De hecho, tras la crisis económica de 2008, la pandemia y ocho años de guerra, son muchos los habitantes de estas provincias del este del país que no ocultan su descontento con el gobierno de Kiev, concluye el analista político Jorge Elías Castro Fernández.
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